Objetos de transición: qué son y por qué tu hijo lo necesita

Durante los primeros meses de vida del bebé ya medida que crezca, serán muchas las etapas importantes a las que se enfrentará tu hijo. Desde el primer llanto hasta los primeros pasos todos serán grandes pasos, siempre con mamá y papá a su lado. Sin embargo, muchos bebés o de hecho, la gran mayoría, desarrollan apego hacia los llamados objetos de transición u objetos transicionales. Objetos, como un peluche o una manta, de los que difícilmente se separan ¿pero por qué es tan importante para tu bebé ese objeto?.

Objetos de transición en los bebés

Tan pequeño e indefenso, sobre todo en los primeros meses de vida, el recién nacido depende por completo de sus padres, por lo que cada vez con más frecuencia, para infundirle seguridad y hacerle sentir siempre nuestra presencia, entrarán en juego objetos de transición . Pero, ¿qué son exactamente y para qué sirven, pero sobre todo, por qué los niños los quieren tanto?.

Si alguna vez has visto los dibujos de Snoopy y Charlie Brown, recordarás como aparece un personaje que en particular lleva lo que se conoce como objeto de transición. Se trata de Linus, que siendo ya un niño bastante grande, lleva consigo una mantita de la que no se separa nunca porque le da coraje y confianza.

Será precisamente cuando el niño necesite mayor protección y seguridad que sin darse cuenta elegirá automáticamente un objeto de transición para llevar siempre consigo. Algo que los bebés hacen de forma inconsciente con el peluche con el que siempre duermen, o con la manta con la que les tapamos mientras les paseamos en el carrito. Adoptan ese objeto como si fuera su escudo de protección y tranquilidad y ya no lo sueltan.

La elección puede recaer también en cualquier juguete o incluso el chupete. Objetos que a nosotros nos parecerán iguales a los demás, pero que para él estarán en el centro de su mundo. Le dará confianza, coraje y nunca hará que se sienta solo, por lo que no debería sorprenderse si de verdad se vuelven inseparables.

¿Pero por qué? Pues sencillamente, porque su psicología todavía no desarrollada, asocia ese objeto a la protección que le brindan papá y mamá y de este modo el apego que se desarrolla es real y además, fuerte.

Cuándo quitarle el objeto de transición

Algo muy importante que debes saber es que al niño nunca se le debe privar de ello en ningún momento, podría ser un trauma para él en todos los sentidos, por eso él mismo tendrá que decidir que ha llegado el momento de separarse de él. Apóyalo en esta elección tan difícil para él y verás que todo irá en la dirección correcta.

La mayoría de bebés deciden dejarlo alrededor de los 3 años, cuando ya son más independientes en algunos aspectos y sobre todo, comienzan a relacionarse con otros niños en la escuela infantil. De todos modos, puede que todavía lo necesite para dormir, aunque llegará un momento en el que él mismo lo dejará de lado.