Niños hiperactivos: ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar?
Los niños hiperactivos necesitan atención con el fin de que puedan centrarse en la tarea que tienen por delante. Será esencial la ayuda de un profesional pero también la de los padres.
El trastorno de hiperactividad es un trastorno del desarrollo que afecta aproximadamente al 4% de los niños y es más común en los niños que en las niñas. Desgraciadamente no existe una edad específica de inicio ya que dependerá de cada caso, o del momento en el que los padres noten que su hijo o hija tiene una actividad motora excesiva. Veamos entonces cómo lidiar con niños hiperactivos y qué pueden hacer los padres para ayudar a su hijo hija.
Hiperactividad en los niños: que es
El trastorno de hiperactividad es un trastorno neurobiológico ligado a factores genéticos y ambientales en los que están implicados no solo el niño o niña que lo sufre sino también su entorno, es decir, los padres, la familia y la escuela. Este trastorno afecta a la corteza prefrontal y los núcleos basales, que son una serie de estructuras subcorticales involucradas en el control del movimiento.
En condiciones normales, la hiperactividad puede ser una expresión del carácter animado del niño, de modo que los padres notarán que su hijo o hija es algo más «movido» que el resto de niños aunque la situación todavía se puede controlar con terapias como aumentar la actividad física (para que el niño o niña se canse) y otras, que sepan guiar hacia la canalización de toda esa «energía de más», como por ejemplo practicar la meditación.
Sin embargo, puede convertirse en un problema si tiene consecuencias sobre la concentración y la forma de relacionarse con los demás . En este caso, de hecho, estamos hablando de TDAH , que es el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad , una patología con un gran componente genético. Se caracteriza por un trastorno de los neurotransmisores cerebrales encargados de controlar la atención. En ocasiones, puede ir acompañada de una hiperactividad secundaria, debido al trastorno mental que aflige al sujeto y le impide filtrar los estímulos sensoriales diarios.
Sufrir de TDAH , da como resultado que los niños tengan dificultades de atención , además de ser bastante desorganizados y también, que experimenten la dificultad para concentrarse, hasta el punto de que cualquier cosa puede convertirse en una distracción . Es extremadamente difícil para estos niños sentarse y centrarse en algo, porque responden a cualquier cambio a su alrededor. Esta hipersensibilidad a los estímulos los convierte en pequeñas «peonzas» siempre en acción dado que siempre quieren hacer muchas cosas a la vez, pero son pocas las que concluyen.
Niños hiperactivos: qué deben hacer los padres
Manejar a niños hiperactivos no es fácil : ¿qué pueden hacer los padres? En primer lugar, conviene recordar que el diagnóstico de hiperactividad normalmente se da en el contexto de un examen diagnóstico que se refiere al TDAH , en la que la hiperactividad es solo uno de los componentes del trastorno y puede presentarse sola o asociada al déficit de atención, de modo que siempre debe haber un médico tras el diagnóstico de modo que pueda saber qué nivel de trastorno tiene el niño o niña y de este modo encontrar la mejor terapia.
Las primeras manifestaciones del trastorno se pueden rastrear antes de los 12 años. Sin embargo, no se especifica una edad de inicio temprano debido a las dificultades para establecer retrospectivamente un momento preciso de inicio en la infancia.
Numerosos expertos coinciden en la eficacia de las intervenciones combinadas . En particular, es útil el enfoque cognitivo-conductual , que se centra en enseñar al niño habilidades de autocontrol y adaptación y entrenamiento para habilidades sociales .
Evidentemente, la intervención debe incluir a los padres con un experto, que los ayudará y animará a afrontar los síntomas de la hiperactividad. De hecho, en estos casos, la ayuda de un profesional es clave para que el niño/a pueda desarrollarse de manera adecuada a pesar de su trastorno.
El entorno escolar suele ser percibido como hostil por los niños hiperactivos de modo que en caso de que el niño o niña sea diagnosticado, es necesario poner en aviso a la escuela para que sepan cómo hacer frente a la educación escolar del pequeño/a. Tener que sentarse es bastante doloroso para ellos, y concentrarse en una tarea durante mucho tiempo puede aburrirlos e incomodarlos. Después de crear una relación de confianza con los padres, el profesor tendrá que tomar pequeñas precauciones con los alumnos hiperactivos sin que se sientan diferentes al resto de la clase.
En casa los padres deberán aumentar su paciencia y sobre todo no saturar al niño o niña con acciones o preguntas que podrían hacer que su atención se disparara a mil cosas. Debemos procurar que el niño/a tenga su espacio de estudio o de tareas pero que esté además libre de distracciones, y además la familia debe estar unida siempre y trabajar en equipo por el bien del niño o niña y no dudar o diferir en la toma de decisiones que podría provocar mayor desconcentración o falta de atención en el pequeño.
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