Mesa de naturaleza Montessori: cómo hacerla y para qué sirve
Con la mesa de naturaleza Montessori el niño se divierte, crece y aprende a respetar el medio ambiente. Así es como se hace.
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La llegada de la primavera brinda a los niños la oportunidad de pasar más tiempo al aire libre, en una naturaleza que vuelve a la vida. Dedicar tiempo a observar, tocar, conocer árboles, plantas e insectos es una forma de estimular el desarrollo cognitivo y al mismo tiempo enseñar a los jóvenes a respetar el medio ambiente y el mundo que les rodea. Es posible acompañar aún más al niño en este viaje a través del juego, por ejemplo ofreciéndole la mesa de la naturaleza Montessori, una actividad divertida y muy educativa.
Qué es la mesa de naturaleza Montessori
La mesa de la naturaleza Montessori forma parte del método homónimo, fundado por la pedagoga y doctora Maria Montessori. Según sus teorías, la educación de un niño pasa por la mejora del bienestar y la capacidad del individuo. Todo niño necesita expresar sus cualidades y creatividad en un contexto adecuado y «liberador», que le permita seguir un camino evolutivo de aprendizaje y cultura que nunca termina, pero que dura toda la vida. Para ello, incluso a través del juego, necesita materiales que puedan dar rienda suelta a su imaginación, estimulando la observación, la reflexión y la destreza.
De este modo, la mesa de la naturaleza Montessori responde a este principio. Consiste en un espacio dedicado a la observación y estudio de elementos de la naturaleza, por tanto hojas, flores, bayas, conchas, insectos. Para organizarla necesitas:
- un espacio suficientemente amplio libre de otros objetos, como una mesa, aunque sea pequeña, un escritorio, una estantería;
- algunos recipientes para guardar objetos, como cajas, botes de cristal, cestas para catalogar objetos de varios tipos, dejando siempre la superficie en orden;
- diversas herramientas que ayudan al estudio y la observación, como una lupa, cucharillas, pinzas, goteros. Estos se pueden colocar en un contenedor especial para mantener el orden en el espacio;
- un cuaderno para dibujar objetos o anotar observaciones personales, según la edad;
- cualquier material científico que tenga relevancia para su actividad, por lo tanto, libros sobre la naturaleza y los animales adecuados a la edad del niño, que le den la oportunidad de profundizar en algunos aspectos relacionados con el material estudiado.
Lo que se necesita para la mesa de naturaleza Montessori
El punto focal de la mesa de la naturaleza Montessori es el material de estudio, que consiste en objetos y especímenes pertenecientes al mundo de la naturaleza, como por ejemplo:
- hojas de varias formas, tamaños y colores;
- flores;
- bayas;
- leña menuda;
- guijarros;
- conchas, asegurándose de que puede sacarlas de donde están;
- hongos, asegurándose de que sean absolutamente inofensivos y solo para niños mayores;
- insectos, nuevamente solo para niños mayores (el adulto debe asegurarse de que sean tratados con respeto y devueltos al medio natural lo antes posible).
El niño podrá utilizar reproducciones de insectos, pero también de reptiles, anfibios y miniaturas de todos los animales que quiera, que podrá adquirir en las tiendas más surtidas o incluso online.
Mesa de naturaleza Montessori, ¿para qué sirve?
La mesa de la naturaleza Montessori tiene como objetivo estimular las capacidades cognitivas del niño a través del juego. En particular, esta actividad es capaz de:
- Estimular la curiosidad del niño y empujarlo a observar los detalles;
- Enriquecer su vocabulario y habilidades lingüísticas;
- Mejorar la destreza fina en el manejo de pequeños objetos y herramientas con delicadeza y precisión;
- Acostumbrar al pequeño a ordenar los objetos según su tipo, tamaño y color. Esto lo entrena en lógica y pensamiento más complejo;
- Fomentar el deseo de conocer y profundizar cada vez más en determinados temas, llegando a identificar sus predisposiciones;
- Fomentar reflexiones personales cada vez más profundas;
- Desarrollar el amor por la naturaleza y la conciencia de que el medio ambiente debe ser protegido y respetado;
- Consigues que tu hijo se acostumbre más a vivir al aire libre , una auténtica necesidad sobre todo en la infancia.