El llanto del bebé. Un nuevo estudio llega a conclusiones de lo más singulares

Tanto en objeto de análisis por parte de los padres como en herramienta de comunicación de quienes aún no saben hablar. Todo eso y mucho más es el llanto del bebé, que ahora se ha estudiado a fondo para dar lugar a una gran variedad de conclusiones que resultan, como poco, singulares en muchos casos.

¿Quieres conocerlas? Te las presentamos a continuación.

Los autores del trabajo

Investigadores de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, son los que han llevado a cabo este trabajo que les ha llevado a venir a analizar a fondo datos sobre unos 8.700 bebés en fase de lactancia. En concreto, se trata de pequeños oriundos de países tales como Italia, Alemania, Países Bajos, Canadá, Japón, Reino Unido o Dinamarca.

Resultados sobre el llanto del bebé

Después de recoger todos los mencionados datos y analizarlos a fondo, esta investigación, publicada de manera reciente en la revista “Pediatrics”, ha llegado a esos resultados:

• Durante las dos primeras semanas de vida, cualquier pequeño llora de media unas dos horas al día.
• Entre las dos y las seis semanas de edad, el llanto se alarga de media hasta las dos horas y cuarto diarias.
• A partir de la semana doce de vida, parece que el promedio del llanto baja de manera considerable. En concreto, en ese momento la media se sitúa en torno a la hora y diez minutos, aproximadamente.

No obstante, los investigadores que han llevado a cabo este análisis han querido dejar claro que se trata lógicamente de un resultado que trabaja en torno a medias. De ahí que entre los bebés estudiados hubiera pequeños que eran capaces de llorar cinco horas al día y otros que no llegaban a los treinta minutos por jornada.

Resultados todos estos que han permitido, al mismo tiempo, darle forma a lo que han dado en llamar la primera tabla universal de llantos.

Las conclusiones más singulares

Numerosas y de lo más variopintas son las conclusiones a las que se han llegado con este estudio. No obstante, entre las más significativas destacan las siguientes:

• Durante los 3 primeros meses de vida del bebé, lloran con mucha más frecuencia los pequeños de Italia y Reino Unido que, por ejemplo, los de Japón y Alemania.

• Donde menos lloran los niños es en Alemania, Japón y Dinamarca. Por el contrario, donde más lloran están países como Reino Unido, Canadá, Países Bajos e Italia.
• Un elevado porcentaje de los llantos del bebé se producen por las molestias que sienten debido a los cólicos del lactante. Una dolencia esta que se produce con más frecuencia en Italia, Canadá y Reino Unido. En concreto, se establece que el porcentaje de casos que tienen lugar en esos países es de 20,9 %, 34,1 % y 28 % respectivamente
• Donde se dan menos casos de cólicos en lactantes es en Dinamarca y Alemania, con un 5,5 % y 6,7 % respectivamente.
• Por regla general, la etapa en la que es más frecuente que se produzcan los citados cólicos es cuando los pequeños cuentan con una edad comprendida entre las 3 y las 4 semanas.

Otros datos de interés

Además de todo lo indicado, no podemos pasar por alto tampoco que los responsables de esta investigación que estamos abordando han llegado a una conclusión clara. En concreto, han expuesto que si se dan más “bebés llorones” en unos países que en otros, puede ser que el factor de la cultura y la crianza que allí se da influya notablemente en el llanto. De ahí que hayan manifestado que quizás se haría necesario estudiar más a fondo esta cuestión. No obstante, también el que lloren más o menos puede ser debido a alguna cuestión relacionada con la genética o incluso con el embarazo.

Quienes han estado al frente del trabajo, del mismo modo, han venido a exponer que quizás saber estos datos respecto a la cantidad de horas que puede llorar un bebé y los principales motivos pueda tranquilizar, en cierta medida, a los padres. Y es que si son conscientes de esa información pueden tener claro si el tiempo que su pequeño se manifiesta con el llanto es “normal” o puede existir detrás alguna circunstancia que requiera tomar medidas al respecto. De ser esto último lo que sucede, lo que tendrían que hacer es acudir al pediatra para poder tomar medidas al respecto.

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