Lactancia materna

Lactancia materna y menstruación: Qué hacer si tienes la regla mientras estás amamantando

¿Es compatible tener la regla y dar el pecho a la vez?

Esto es lo que no te han contado sobre la extracción de leche materna

lactancia materna menstruación
Blanca Espada

La lactancia materna es una etapa muy especial en la vida de una madre y su bebé, que implica muchos beneficios para ambos. Sin embargo, también puede generar algunas dudas e inquietudes, especialmente en relación con la menstruación.

¿Es normal que no te baje la regla mientras das el pecho? ¿Qué pasa cuando vuelve? ¿Cómo afecta a la producción de leche y al bienestar del bebé? En este artículo, te contamos todo lo que debes saber sobre la lactancia materna y la menstruación, y te damos algunos consejos prácticos para que puedas vivir esta experiencia con tranquilidad y confianza.

¿Por qué no me baja la regla mientras doy el pecho?

Es muy común que las madres que amamantan a sus bebés no tengan la regla durante los primeros meses, e incluso años, de lactancia. Esto se debe a que la producción de leche materna está regulada por una hormona llamada prolactina, que se libera cada vez que el bebé succiona el pecho. La prolactina tiene la función de estimular las glándulas mamarias para que produzcan leche, pero también inhibe la liberación de otras hormonas sexuales, como los estrógenos y la progesterona, que son las responsables de preparar el útero y los ovarios para un posible embarazo. Por lo tanto, mientras hay una alta concentración de prolactina en el organismo, se produce un estado de amenorrea, es decir, ausencia de menstruación.

La duración de la amenorrea lactacional depende de varios factores, como la frecuencia y la intensidad de las tomas, la introducción de la alimentación complementaria, el uso de chupetes o biberones, el estado de salud de la madre y el bebé, y la genética de cada mujer. Algunas madres pueden tener su primera regla a los pocos meses de dar a luz, mientras que otras pueden tardar más de un año, o incluso no tenerla hasta que destetan completamente a sus hijos. No hay una norma fija ni una fecha exacta para el retorno de la menstruación, y cada caso es único y válido.

¿Qué pasa cuando me vuelve la regla?

El regreso de la regla es una señal de que el cuerpo de la madre está recuperando su ciclo menstrual normal, y de que los ovarios han vuelto a ovular. Esto significa que la madre puede volver a quedarse embarazada, por lo que si no desea tener otro hijo en ese momento, debe usar algún método anticonceptivo compatible con la lactancia. Algunas opciones son el preservativo, el diafragma, el DIU, o los anticonceptivos hormonales que solo contienen progesterona, como la minipíldora, el implante o la inyección. Es importante consultar con el médico o la matrona antes de elegir el método más adecuado para cada caso.

La primera regla tras el parto suele ser diferente a las que se tenían antes del embarazo. Puede ser más abundante o más escasa, más larga o más corta, más regular o más irregular, y puede ir acompañada de más o menos molestias. Estas variaciones son normales y se deben al proceso de adaptación hormonal que está viviendo el organismo. Con el tiempo, la regla suele estabilizarse y volver a su patrón habitual, aunque también puede haber cambios permanentes, como una mayor o menor duración del ciclo, o una mayor o menor intensidad del sangrado.

¿Cómo afecta la menstruación a la lactancia?

Muchas madres se preocupan por cómo puede afectar la regla a la lactancia, tanto en la cantidad como en la calidad de la leche. La buena noticia es que la regla no tiene por qué suponer ningún problema para la lactancia, y que la mayoría de las madres y los bebés no notan ningún cambio significativo.

Sin embargo, algunas madres pueden experimentar una ligera disminución de la producción de leche, o una mayor sensibilidad en los pezones, unos días antes o durante la regla. Esto se debe a que los niveles de calcio y magnesio en el organismo disminuyen con la menstruación, y estos minerales son importantes para la síntesis de la leche y la salud de los tejidos mamarios.

Estos cambios suelen ser temporales y leves, y no afectan al valor nutricional ni al sabor de la leche. Además, se pueden prevenir o aliviar con algunas medidas sencillas, como:

  • Beber mucha agua y otros líquidos saludables, para mantenerse hidratada y favorecer la producción de leche.
  • Tomar un suplemento de calcio y magnesio, desde la ovulación hasta el segundo o tercer día de la regla, para compensar la pérdida de estos minerales. Se recomienda consultar con el médico o la matrona la dosis adecuada para cada caso.
  • Ofrecer el pecho al bebé con más frecuencia y a demanda, para estimular la producción de leche y evitar que el bebé se frustre o se impaciente si el flujo es más lento.
  • Usar una crema hidratante o protectora para los pezones, para prevenir o aliviar la sequedad, la irritación o las grietas que puedan producirse por la mayor sensibilidad.
  • Descansar todo lo posible y evitar el estrés, para favorecer el bienestar físico y emocional de la madre y el bebé.

¿Qué hacer si tengo la regla mientras estoy amamantando?

Tener la regla mientras se está amamantando no tiene por qué ser un problema, siempre y cuando se sigan unas pautas básicas de higiene y cuidado personal. Algunas de ellas son:

  • Elegir el método de protección menstrual que sea más cómodo y seguro para la madre. Algunas opciones son las compresas, los tampones, las copas menstruales o las braguitas absorbentes. Es importante cambiarlos con frecuencia y seguir las instrucciones de uso de cada producto, para evitar infecciones o irritaciones.
  • Mantener una buena higiene íntima, lavando la zona genital con agua y un jabón suave, sin perfumes ni colorantes, al menos una vez al día. Se debe evitar el uso de duchas vaginales, toallitas húmedas, desodorantes o productos que alteren el pH o la flora vaginal, ya que pueden causar irritación, sequedad o infecciones.
  • Usar ropa interior de algodón, que sea transpirable y no apriete, y evitar las prendas ajustadas o sintéticas, que puedan generar calor o humedad en la zona genital.
  • Llevar una alimentación equilibrada y variada, que incluya alimentos ricos en hierro, como las carnes rojas, los huevos, las legumbres o los frutos secos, para prevenir la anemia por la pérdida de sangre. También se debe consumir alimentos ricos en calcio, como los lácteos, las verduras de hoja verde o los frutos secos, para fortalecer los huesos y los dientes.
    Tomar algún analgésico o antiinflamatorio, como el paracetamol o el ibuprofeno, si se tienen dolores menstruales, siempre bajo prescripción médica y siguiendo la dosis recomendada. Estos medicamentos son compatibles con la lactancia y no afectan al bebé.
  • Buscar apoyo y comprensión en la pareja, la familia, los amigos o los grupos de lactancia, si se siente cansancio, tristeza, irritabilidad o cualquier otra emoción negativa asociada al síndrome premenstrual o a la menstruación. Es importante expresar los sentimientos y recibir ayuda y cariño.La lactancia materna y la menstruación son dos procesos naturales y fisiológicos que forman parte de la vida reproductiva de la mujer. Ambos pueden convivir sin problemas, siempre y cuando se conozca cómo funcionan y cómo se relacionan, y se sigan unas pautas de cuidado personal y de prevención. La regla no tiene por qué afectar a la lactancia, ni a la salud ni al bienestar de la madre y el bebé, y se puede seguir disfrutando de este vínculo tan especial y beneficioso para ambos.

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