Lactancia

Cómo evitar grietas en los pezones durante la lactancia

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Cómo puedes evitar las grietas que aparecen en los pezones durante la lactancia
Blanca Espada

De la lactancia materna suele decirse que es la mejor alimentación que le podemos dar al bebé, además de servir para fortalecer el vínculo entre madre e hijo, de hecho para perpetuar la unión que se creó en el vientre de la madre durante 9 meses. Pero lo cierto es que la lactancia tiene también tiene unos pequeños inconvenientes que pueden estropearlo todo si no se tratan a tiempo. ¿Tus pezones están dañados? ¿Sangran y se vuelven dolorosos, especialmente cuando el bebé está en el pecho? Es probable que sufras de  grietas en los pezones debido a la lactancia.

Grietas en pezones durante la lactancia

A pesar de ser una alimentación natural, la lactancia materna no siempre es fácil de configurar, especialmente la primera vez. Pequeñas complicaciones pueden llegar a frenar el proceso, entre las que, están las grietas en los pezones. A menudo doloroso, el pezón agrietado dificulta la lactancia y puede llevar a una interrupción prematura. Sin embargo, existen soluciones simples y efectivas para aliviar las grietas.

¿Qué es una grieta durante la lactancia?

Si estás amamantando por primera vez o está a punto de hacerlo, es posible que te preguntes cómo es una grieta o fisura de lactancia . Una fisura de lactancia es una pequeña grieta ubicada en el pezón que produce sangrado y formación de costras. Apareciendo generalmente al inicio de la lactancia, estas pequeñas lesiones afectan su buen funcionamiento ya que provocan fuertes dolores en la madre. Antes de hacer una breve reseña de los trucos y consejos para evitar o curar las grietas , puede ser útil recordar la causa.

¿Por qué aparecen las grietas?

En primer lugar, la lactancia normalmente es indolora. Si aparecen llagas o dolor durante las tomas, algo anda mal. No dejes que la situación se intensifique. Sufrir en silencio no te llevará a ninguna parte excepto a dejar de amamantar antes de lo esperado. Por el contrario, acude a especialistas que te pueden ayudar y guiar en cada paso de la lactancia.

Primera causa de una fisura en el pecho: una mala posición del bebé: En la gran mayoría de los casos, las fisuras de lactancia se forman por la incorrecta posición del bebé al prenderse. De hecho, para que la succión sea efectiva y sin dolor, el bebé debe tener la boca bien abierta y cubrir todo el pezón. La madre también debe estar bien posicionada. Cómodamente instalada, estará más relajada y podrá apreciar el momento. Si es necesario, usa una almohada de lactancia o una almohada firme.

En casos muy raros, las fisuras de la lactancia están relacionadas con problemas de succión en el niño causados ​​por una forma particular del paladar o un frenillo de la lengua demasiado corto. En esta situación, consulte a tu pediatra que podrá aconseja sobre la solución a adoptar para remediarlo.

¿Cómo evitar la aparición de grietas?

Como vimos anteriormente, las grietas casi siempre son el resultado de una mala posición para amamantar . Para evitarlas, lo primero que hay que hacer es corregir esta posición. Para un agarre exitoso, acércate al bebé suavemente y espera a que abra bien la boca antes de presionarlo contra su seno colocando su mano entre sus omoplatos. Su boca debe cubrir completamente el pezón mientras que su nariz debe estar perfectamente despejada para poder respirar correctamente.

Una vez terminada la toma, aplica una gota de leche materna en el pezón y extiende suavemente antes de volver a colocarte el sostén. De hecho, la leche materna es un antiséptico natural ideal para hidratar y proteger los pezones de las grietas.

¿Cómo tratar una grieta en el seno?

A pesar de todos estos consejos, ¿se ha formado una grieta y te está causando dolor? Aquí hay algunos remedios simples y efectivos para hacer desaparecer las grietas de la lactancia:

  • Lanolina pura: Utilizada desde la Antigüedad por sus propiedades reconstituyentes, la lanolina es una sustancia 100% natural que se obtiene de la grasa contenida en la lana de las ovejas. Ideal para pieles irritadas y dañadas, la lanolina es el tratamiento ideal para prevenir o tratar las grietas de lactancia. Aplicada directamente al pezón, acelera la curación para una curación rápida. Se recomienda utilizar lanolina pura, sin aditivos ni conservantes.
  • Caléndula: La caléndula es una buena alternativa a la lanolina, cuyo olor puede molestar a algunas mujeres. Reconocida durante siglos por su poder calmante y cicatrizante, se utiliza en muchas cremas reparadoras destinadas a curar grietas. No obstante, es necesario limpiar el pezón antes de poner al bebé al pecho.
  • Aceite portador de rosa mosqueta: El remedio de la abuela para las grietas durante la  lactancia es masajear el pezón con 2 o 3 gotas de aceite vegetal de rosa mosqueta. Gracias a su extraordinario poder reparador y regenerador, el aceite de rosa mosqueta cuida las pieles frágiles y dañadas. Aplicar por la noche antes de acostarse para disfrutar de todos sus beneficios durante la noche. Recuerda limpiar el pezón antes de amamantar.
  • La leche materna:  Sí, puede parecer sorprendente, pero la leche materna es un excelente agente curativo. Remoja un algodón estéril en tu leche y lo aplicas  en el pezón adolorido. Mantén el algodón hasta la próxima alimentación.

El dolor persiste, ¿qué hacer?

Incluso en el caso de pezones agrietados, es recomendable mantener al bebé al pecho para estimular la lactancia y evitar la congestión. Si el dolor se vuelve insoportable, tienes una solución a tu disposición: pezoneras de silicona. Colocadas en el pezón durante la alimentación, «reemplazan» el pezón temporalmente para reducir el dolor. Este accesorio puede salvar tu lactancia cuando el dolor se antepone al placer de alimentar a tu hijo. Sin embargo, es recomendable usarlo solo temporalmente. De hecho, el riesgo es que el bebé se acostumbre a la forma de las pezoneras y ya no pueda succionar normalmente una vez que el pezón se haya curado.

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