Cómo lidiar con los niños tercos

Establecer un buen diálogo, comprender su comportamiento y tener normas claras son algunas de las pautas que podemos aplicar para lidiar con niños tercos.

niños tercos
Pautas que podemos aplicar para lidiar con los niños tercos

Los niños suelen ser bastante obedientes ante las normas o reglas que establecen los padres, pero en ocasiones puede darse el caso en el que el niño o niña, se rebele ante esas normas y exprese una actitud terca que puede ser difícil de lidiar. Veamos a continuación, cómo lidiar con los niños tercos.

Cómo lidiar con los niños tercos

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La terquedad puede ser común alrededor de los dos años cuando comienzan a rebelarse ante el «no» de los padres , o incluso en la adolescencia cuando los niños se sienten adultos, incluso si aún no lo son. Pero también puede ser un rasgo de personalidad de un niño de cualquier edad, por lo que antes que nada debemos asumir si realmente esa es la personalidad del niño y tener mucha paciencia dependiendo de cada situación.

¿Cómo manejas a un niño o niña que es terco? No existe una respuesta clave, y tampoco podemos intentar imponer nuestro criterio por encima del del niño ya que entonces demostraremos que nosotros somos más tercos que ellos. La paciencia y saber cómo lidiar con esa personalidad serán las mejores «armas», para que el niño ceda y nos haga caso en aquellas cuestiones que sean realmente importantes.

Podemos entonces aplicar estas pautas, que nos pueden dar buenos resultados ante la terquedad del niño.

  • Anima al niño a que se abra y exprese verbalmente su estrés o frustración. Quizás de este modo el niño explicará el porqué de su actitud y puedas entenderle mejor.
  • Intenta no levantar la voz: usa un tono autoritario sin subir el tono.
  • Déjalo descargar su «energía» en un parque o al aire libre o en una piscina hinchable colocada en la terraza.
  • Organiza juegos creativos con los que el niño pueda explotar sus habilidades manuales y trabajar la concentración.
  • Cuando no se comporte de acuerdo con las reglas comunes y familiares habrá que hacerle entender que su actitud no es la correcta, sí, pero cuando se comporte correctamente, superando nuestras expectativas, es bueno felicitarlo para fortalecer su autoestima y tranquilizarlo.
  • Si está a punto de hacer algo mal, trata de distraerlo y hacer que se centre en otra cosa antes de que pueda cometer la acción.
  • Procura educarlo en la bondad y el respeto por los demás con el ejemplo.
  • Utilizar castigos sería contraproducente, ya que el niño terco tiene buena resistencia y serías tú quien perdería la batalla y acabarías con un estrés innecesario.
  • Explica que ese tipo de comportamiento dará lugar a una consecuencia determinada: en este caso, debes mantenerte y si el niño no hace caso, aplicar la consecuencia ya que si no lo haces, sabrá que en realidad siempre se puede salir con la suya.
  • Establece normas diarias y semanales, para que el niño sepa claramente qué puede hacer y qué no. Ayudará a evitar que su actitud o su obstinación alteren las normas que establezcas.

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