Análisis de sangre para niños: a qué edad tomar la primera muestra y consejos para que no tengan miedo

Los análisis de sangre en niños son procedimientos comunes en pediatría que tienen como objetivo medir y examinar las sustancias químicas, proteínas y otros elementos presentes en la sangre para verificar el estado de salud del paciente.

A lo largo de la edad pediátrica, los niños están sujetos a una serie de controles médicos, desde visitas rutinarias al pediatra hasta pruebas de laboratorio que pueden resultar necesarias según las circunstancias. A continuación, se abordarán diferentes aspectos relacionados con los análisis de sangre en niños.

Importancia de los análisis de sangre en niños

Los análisis de sangre en niños tienen como finalidad diagnosticar enfermedades y trastornos, controlar enfermedades crónicas, verificar la eficacia de un tratamiento, evaluar el funcionamiento de órganos vitales como el corazón, el hígado, la tiroides y los riñones, así como detectar trastornos de la coagulación o evaluar la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones.

Edad para realizar la primera muestra de sangre

A diferencia de los adultos, en los niños los análisis de sangre se realizan solo en presencia de una razón clara que justifique el hacerlo. De este modo no existe una «edad mínima»o a partir de la cuál se puedan hacer ya que se realizan cuando el pediatra lo considera necesario. Sin embargo, si el niño está sano y sigue su calendario de vacunas, durante la edad pediátrica normalmente no se prescriben análisis de sangre.

Tipos de análisis de sangre recomendados para niños

A través de una muestra de sangre, es posible investigar y monitorear diversos aspectos relacionados con la salud de un paciente. Los exámenes generales más comunes incluyen el hemograma completo, la medición del azúcar en sangre, la evaluación de la función renal y hepática, la detección de inflamación o infección, el control del colesterol y la evaluación de posibles deficiencias nutricionales.

Cómo prevenir el miedo a las agujas

Es normal que los niños sientan miedo a la abstinencia, por lo que es importante que los padres mantengan la calma y tranquilicen al niño antes, durante y después de la muestra de sangre. Explicar lo que sucederá, mantener la calma durante el procedimiento y consolar al niño después de la extracción son acciones fundamentales para prevenir el miedo y el estrés asociados a la toma de muestras.

5 consejos para una extracción de sangre tranquila y sin dolor

Sabiendo de la importancia de una analítica de sangre, pero sabiendo también que es posible que los niños pasen miedo si se les saca sangre, os ofrecemos algunos consejos:

 Mantén la calma para transmitirla al niño

Los niños perciben tensión, tonos de voz preocupados y miradas aprensivas. Por lo tanto, el comportamiento de los padres es muy importante para garantizar que la muestra de sangre se realice de la forma más tranquila y sin dolor posible. Por tanto, es útil mantener la calma (incluso mientras se espera que nos llamen para la muestra de sangre) y colaborar con el personal sanitario.

Cómo preparar al niño

Para los niños pequeños, es recomendable prepararlos para la extracción de sangre el mismo día explicándoles lo que sucederá y que pueden sentir un pellizco o pinchazo en el brazo donde se insertará la jeringa. Para niños mayores se puede empezar unos días antes, evitando en todos los casos trivializar lo que pasará o mentir sobre lo que pasará.

Adopta una posición estratégica

La toma de muestras se puede realizar con el niño sentado en una silla , sentado en el regazo o en brazos del progenitor que lo acompaña. Es importante tener cuidado de colocarse en una posición tal que el brazo del que se tomará la muestra de sangre esté en una posición firme pero sin darle al niño la impresión de estar bloqueado. Esto se aplica especialmente a los niños pequeños y a aquellos que toman sus primeras muestras de sangre, para quienes existe un mayor riesgo de que se muevan repentinamente.

Involucrar al niño

Para que la experiencia de la toma de muestras sea menos traumática, también se recomienda involucrar al niño preguntándole en qué brazo recibir la inyección , en qué posición ponerse y qué hacer durante las distintas operaciones.

Cuando el bebé llora y lucha lo mejor es esperar y evitar forzarlo ; Insistir además de ser peligroso por movimientos bruscos podría aumentar su percepción del dolor. Después de calmarlo y distraerlo, puedes volver a intentarlo o considerar posponer la retirada para más adelante.

Distraer al niño durante la toma de sangre

La distracción es el principal aliado de los padres durante la toma de muestras de sangre. Dependiendo de la edad del niño y de sus intereses, puedes organizarte llevando un juguete , un peluche o un libro o haciendo que el niño cante una canción o dibuje. También puede resultar útil mostrarles fotografías o dibujos animados en el móvil . En los recién nacidos puede resultar útil el “simple” contacto físico con uno de los padres o la succión del chupete.

Como podemos ver, los análisis de sangre en niños son procedimientos importantes para evaluar su estado de salud, diagnosticar enfermedades y monitorear el progreso de tratamientos. Es fundamental abordar estos procedimientos con empatía y comprensión hacia el niño, brindando un entorno tranquilo y apoyo emocional para minimizar el estrés y el dolor asociados a la toma de muestras.