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Bicicleta sin pedales: ventajas de las bicis para niños

Conoce cuáles son las principales ventajas de las bicicletas sin pedales. Así sabrás las razones para comprarlas a tus hijos.

Bicicleta sin pedales
Cuáles son las ventajas de las bicicletas sin pedales
Blanca Espada

Las bicicletas sin pedales son ya una  práctica consolidada para muchos padres y madres si bien este tipo de bicicleta parece estar llenas de beneficios para los niños, destacando sobre todo el hecho de que les permite tener más equilibro y que luego les sea más fácil el poder montar en una bicicleta más grande.

Bicicletas sin pedales: ventajas para los niños

Llamadas también balance bikes o bicicletas de equilibrio, las bicicletas sin pedales no dejan de ser como cualquier otro triciclo o bicicleta para niños aunque se caracterizan precisamente por tener solo dos ruedas, de modo que el niño aprende a ir en bici equilibrando siempre con su cuerpo y con ello mejorando desde el primer uso ese equilibrio.

Pero no es esta la única ventaja que tienen las bicicletas sin pedales, sino que tienen otras muchas que vamos a enumeraros a continuación:

  • Cuesta menos aprender a ir en bici: La primera y más importante ventaja es que el niño aprende a ir en bicicleta mucho más rápido y de forma más natural , sin la transición de la estabilidad de las ruedas a la inseguridad de las caídas. Sí, porque con la bicicleta sin ruedas el niño empuja con los pies: inicialmente los mantendrá siempre en el suelo, como si caminara, pero poco a poco tratará de ganar velocidad levantando los pies durante el sprint, y de esta forma se familiarizará con el equilibrio sobre dos ruedas, habilidad que le permitirá aprender a andar en bicicleta normal con mucha más facilidad.
  • No les darán miedo las curvas: con el triciclo o con el uso de ruedines, los niños aprenden a cambiar de dirección girando el manillar en horizontal, mientras que con la bicicleta sin pedales la curvatura se produce gracias al peso de nuestro propio cuerpo. De este modo si aprenden a torcer o girar sin miedo, podrán montar mejor y más rápido cuando les pongamos sobre una bici convencional.
  • En comparación con las bicicletas normales, ir sin pedales significa usar las piernas y los pies para ganar velocidad pero también para frenar, por lo que de esta manera montarán en bici de forma moderada y no peligrosa (El hecho de que la mayoría de las bicicletas de equilibrio no tengan frenos también lo confirma: los pies son suficientes, ni siquiera se arriesgan a lastimarse).
  • Desarrollan mejor la motricidad: las bicicletas sin pedales permiten que el niño entrene mucho más la motricidad , que no se estimularía con los apoyos que ayudan a no caer. En primer lugar el equilibrio, pero también los movimientos de las piernas, la frenada, la dirección. En fin, un poco de todo. Y la percepción de uno mismo en el mundo también aumenta: sentir el suelo con los pies parece una nimiedad, pero da una gran conciencia de uno mismo y del entorno.
  • Las bicicletas de equilibrio son muy sencillas pero funcionales, desnudas y minimalistas (nada que ver con las bicicletas futuristas etiquetadas como «infantiles») pero definitivamente más cómodas : a los niños les encantará salir a pasear con su bici que apenas les va a costar moverla y que además debido a su estructura y diseño les permitirá ir siempre a nuestro lado sin chocar entre los árboles o quedarse enganchados en una alcantarilla por culpa de los ruedines.
  • Se adaptan al desarrollo del niño: No olvidemos tampoco que existen muchos modelos de bicicletas de equilibrio, y casi todas transforman y siguen el crecimiento y las habilidades del niño . De ser sin pedales pueden convertirse en bicicletas normales, los sillines se pueden cambiar según la edad y el peso de los niños, y hay incluso modelos que se presentan como triciclos cuyas ruedas laterales se pueden quitar con el tiempo, para convertirla así en un modelo sin pedales.
  • Son bonitas: Por último y quizás el motivo más frívolo, pero en realidad es una razón real: estas bicicletas son hermosas . De madera o aluminio, son sencillas, bonitas y las hay de todos los precios: desde 50 euros hasta 250, un poco como las bicicletas normales.

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