Sor Serafina: «La Ley Celaá se hizo para crear personas incultas, pero en Santa Mónica hacemos lo contrario»
"Los alumnos pasan de curso con dos y tres suspensos y por ello no tienen motivación para esforzarse"
"Para los profesores es mortal tener en el aula a alumnos que no estén motivados"
"Con la izquierda todo fueron dificultades pero el actual Govern considera importantísima la enseñanza concertada"

Como directora general del colegio Santa Mónica Sor Serafina (Campanet, Mallorca, 1938) reconoce haber pasado momentos de grandes sufrimientos debido a la postura de la izquierda siempre contraria a la enseñanza concertada. Con el Govern de Prohens, explica, ha habido un cambio radical. Para Sor Serafina la enseñanza concertada «es importantísima porque permite a los padres poder elegir el tipo de enseñanza que quieren para sus hijos». La monja agustina recién jubilada como directora general del colegio analiza también la Ley Celaá, que rechaza en su totalidad por ser una normativa que «no favorece el esfuerzo ni la excelencia en la educación». Finalmente resalta que Santa Mónica es un colegio poco conflictivos que acoge sin problemas a alumnos de muy diferentes culturas.
P.-¿Cree que los colegios concertados están bien tratados por el Govern balear?
R.-Debo decir que con el Govern anterior no estuvimos bien tratados. Nos costaba mucho más conseguir algo que con el Govern actual. Los gobiernos de izquierda, ya se sabe, están en contra de la enseñanza concertada. Este Govern es todo lo contrario porque considera importantísima la enseñanza concertada. La enseñanza concertada permite a los padre elegir la educación que quieren par sus hijos. Se da a los padres la posibilidad de escoger el colegio que quieren para sus hijos. Si no existieran los colegios concertados, sólo habría los públicos y los privados y estos últimos valen un ojo de la cara, un coste que la mayoría de familias no puede asumir. Después tenemos el caso de los de Podemos [se refiere a Pablo Iglesias e Irene Montero] que llevan a sus tres hijos a un colegio privado que cuesta 500 euros al mes. O, sea, pagan 1.500 euros al mes por los tres hijos.
P.-¿Qué opina de la actual ley de la Educación, la denominada Ley Celaá?
R.-Estoy completamente en contra. Es una ley para crear personas incultas. Para mí la cultura es muy importante. Son importantes los conocimientos que damos a los alumnos pero mucho más importante es la cultural. Necesitamos tener hombres y mujeres cultos que sepan estar en el mundo y sepan hablar de todo y sepan entender un poco de todo y estén enterados de todo y sean capaces de razonar y hacerse sus propias ideas y expresarlas. No necesitamos gente que no opine o que opine sin pensar lo mismo que opina otra persona. Para todo eso se necesita que los chicos salgan del colegio con una cierta cultura. Esto es lo que intentamos en Santa Mónica. La Ley Celaá hace todo lo contrario.
P.-He leído que usted ha dicho que es una ley que no favorece el esfuerzo ni la excelencia.
R.-Claro. Un niño pasa de curso teniendo dos suspensos o tres suspensos. Si de todas formas van a pasar de curso, para qué esforzarse y aprobar. Si tuvieran que aprobar, a lo mejor harían un esfuerzo y estudiarían. Eso para los profesores es mortal. Es mortal tener chicos en el aula que no estén motivados para estudiar. Es muy fuerte.
P.-La Religión ya no es una asignatura obligatoria. ¿Qué opina?
R.-En el tema de la Religión tengo unas ideas muy claras. Vinieron a hablar conmigo unas mamás que eran musulmanas porque no querían que sus hijos tuvieran religión. Yo hablé con ella y les pregunté: ¿Ustedes qué les enseñan en su religión? ¿Verdad que les enseñan la bondad, la paz, el amor, el ser buenas personas con los demás? Claro que les enseñan eso y nosotros enseñamos eso. Yo creo que Dios sólo hay uno. No hay el Dios de los musulmanes, el de los budistas, el nuestro… Los cristianos creemos que en el fondo ese Dios es el Dios de Jesús. Otros creen otra cosa. Y eso es, por lo tanto, la religión. En nuestros colegios todos van a clases de Religión y no tenemos ningún problema en este sentido.
P.-¿Cree que los padres tienen derecho a elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos? Celaá dijo que los hijos no pertenecen a los padres.
R.-Me enfadé mucho cuando lo dijo. En realidad, los hijos son de los padres, pero no pertenecen a los padres cuando ya son mayores. El problema está cuando los niños no tienen uso de razón. Los niños no pueden escoger el colegio, no pueden escoger la formación, no pueden escoger nada porque no tienen capacidad para ello. Entonces tienen que responder sus padres. Ahora, cuando son mayores, los padres tienen que hacerse a la idea de que los hijos no son suyos. Y llega un momento en que los tiene que dejar volar, que son libres.
P.-¿Un colegio como el de Santa Mónica hace un gran una gran labor en la educación de los niños y jóvenes pero cree que hoy en día los padres educan poco a sus hijos?
R.-Depende. Tenemos familias que yo creo que se preocupan mucho de sus hijos. Otra cosa es que acertemos los padres y nosotros porque ahora estamos educando y no sabemos muy bien para qué. No sabemos que carreras habrá dentro de diez años, qué carreras tendrán que coger estos niños que ahora hacen tercero o cuarto de ESO para poder sobrevivir. El mundo se transforma muy rápidamente. Y una cosa es que hagamos un esfuerzo para formarles bien y otra cosa es que acertemos en lo que hacemos. También tenemos alumnos de familias desgraciadamente desestructuradas, aquí de todo. Cuando una familia está desestructurada, los chicos se pierden.
P.-Parece ser que Santa Mónica tiene un porcentaje importante de alumnos que son hijos de padres inmigrantes y que los chinos, por ejemplo, tienen preferencia pro este colegio.
R.-Lo de los chinos tiene una explicación porque tenemos una profesora de chino. Santa Mónica es un colegio poco conflictivo y un referente en la convivencia de diferentes culturas. No tenemos problema. Tenemos
sudamericanos, tenemos chinos, tenemos negros, tenemos de todo. Pero en la convivencia no se nota. En otros sitios tal vez se sientan marginados pero en Santa Mónica no nos preocupa que haya gente de diferente color, diferente cultura… somos hermanos todos. También quiero decir que el nivel cultural y educativo de Santa Mónica es muy elevado. Cada año el 99% o el 100% de los alumnos que presentamos a la Selectividad aprueba.