Los promotores vaticinan que en Palma se harán entre 5.000 y 6.000 pisos de precio limitado en tres años
Lamentan que los municipios arrastren importantes retrasos en la concesión de licencias urbanísticas
Aseguran que se empiezan a ver los primeros "brotes verdes" por las medidas implantadas por el Govern


Los promotores vaticinan que en Palma se harán entre 5.000 y 6.000 pisos de precio limitado en tres años, y para dentro de diez años, estiman que podrían construirse entre 15.000 y 20.000 dado que, como aseguran, empiezan a verse los primeros «brotes verdes» en la comunidad tras las diferentes medidas implantadas en los últimos meses por el Govern.
Así lo ha indicado el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Baleares (Proinba), Óscar Carreras, en declaraciones a la prensa, después de que la presidenta del Govern, Marga Prohens, haya recibido en audiencia a la directiva de la asociación.
Carreras ha explicado que se van viendo los resultados de algunas de las medidas aplicadas en la comunidad, como la de cambio de usos de local a viviendas o de equipamiento. Según ha añadido, la reunión con el Govern ha servido para «ponerse al día» sobre los principales temas que afectan al sector.
En cuanto a la ley aprobada en el mes de julio para obtener suelo para proyectos residenciales estratégicos, ha admitido que ha sido un proceso «algo tortuoso», si bien ha remarcado que no se trata solo de aprobar la ley, sino de su aplicación por parte de los ayuntamientos, que son los competentes para otorgar licencias y convertir lo aprobado en realidad.
Así, ha destacado que ya hay proyectos en marcha en Palma y en otros municipios, basados en el cambio de uso de suelos dotacionales hacia desarrollos residenciales, especialmente para viviendas de precio limitado.
Además, ha añadido que el Ayuntamiento de Palma está aplicando un plan de choque que permitirá transformar suelos en proyectos residenciales con un mínimo del 10-15% destinado a equipamientos «tal como estaba previsto».
Carreras ha lamentado que «los municipios arrastren importantes retrasos en la concesión de licencias urbanísticas», lo que dificulta cumplir los plazos exigidos con los recursos actuales, y ha recordado que el Govern puede «poner mucho sobre el papel», pero si no hay medios ni apoyo político, llevarlo a cabo será muy complicado.
Así, ha subrayado que los proyectos estratégicos de vivienda que se están desarrollando son íntegramente de capital privado y que «no hay financiación pública», por lo que se trata de una inversión «con un riesgo elevado para los promotores», y sin garantías claras de ejecución.
Pese a ello, Carreras se ha mostrado optimista sobre el impacto de la normativa a medio plazo ya que, según ha calculado, en alrededor de unos cuatro años podría haber «una cantidad significativa de viviendas de precio limitado en marcha». Por ello, ha considerado que se trata de una medida que ayudará a «desinflar» la presión del mercado, si bien ha añadido que, si se sigue creciendo demográficamente como en los últimos 15 años, estas medidas «quedarán cortas».
Según ha señalado, en Palma podrían construirse entre 5.000 y 6.000 viviendas de este tipo en los próximos tres o cuatro años. Para dentro de diez años, estima que podrían construirse entre 15.000 y 20.000 viviendas protegidas o de precio limitado en Baleares.
Finalmente, ha añadido que más del 60% tendrán algún tipo de protección, ya sea como VPO o con precio limitado. Serán unos 15.000 hogares que podrían alojar entre 60.000 y 70.000 personas.