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Los manteros convierten en un zoco la primera línea de un Parc de la Mar sin presencia policial

Decenas de vendedores ambulantes ilegales 'a la caza' de cruceristas y visitantes

La nueva ordenanza cívica multa de 300 a 750 euros la compra en el top manta

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Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Los manteros convierten en un zoco la primera línea de un Parc de la Mar de Palma sin presencia policial. Decenas de vendedores ambulantes ilegales tomaron este fin de semana este privilegiado espacio para exhibir con total impunidad todo tipo de productos y objetos, desde camisetas de futbolistas a bolsos, capazos, pulseras y toda clase de gafas, cinturones y zapatillas.

Al ser un lugar de paso habitual para los miles de cruceristas que estos primeros días de la recién arrancada temporada turística desembarcan en el puerto de Palma, el Parc de la Mar es una de los espacios de la capital balear más preciados por los manteros para atraer la atención de los turistas junto al cercano Mirador de La Seu, S’Hort del Rei o Playa de Palma, entre otros.

Aunque la erradicación de la venta ambulante ilegal fue durante la pasada campaña electoral una de las promesas del actual gobierno en minoría del PP encabezado por el alcalde, Jaime Martínez, asumiendo el compromiso de poner fin a la permisividad del anterior gobierno de izquierda con el top manta, no está siendo tan fácil cumplir esta iniciativa, aunque sí está dando pasos en esta dirección en este arranque de temporada.

La semana pasada, en concreto el miércoles día 7, la Policía Local intervino un total de 178 prendas deportivas a varios vendedores ambulantes ilegales en Playa de Palma. Esta actuación se enmarcaba  en el dispositivo especial SETUR 2025 tiene como objetivo controlar y vigilar las zonas comerciales y turísticas para garantizar la seguridad de los usuarios y turistas.

Entre sus funciones se encuentran la de asegurar la convivencia, hacer cumplir la normativa municipal y actuar directamente contra la venta ambulante ilegal.

Una actuación policial no exenta de riesgo si tememos en cuenta lo sucedido el lunes cuando un varón senegalés, a quien le fueron decomisadas 345 prendas deportivas de diferentes equipos de fútbol y selecciones nacionales en la zona de Dalt Murada, se enfrentó a los agentes de la Policía Local.

A estas actuaciones policiales, por ahora puntuales, hay que sumar que el alcalde Martínez contará esta nueva temporada turística con una herramienta jurídica que hasta la fecha no tenía a su alcance. Se trata de la nueva ordenanza cívica municipal que endurece las multas y sanciona esta práctica en su grado máximo, esto es, entre 2.500 y 3.000 euros.

También se tipifica como sanción, en este caso leve pero con multas de entre 300 y 750 euros en caso de ser reincidentes, «la compra» de productos del top manta, cosa que hasta la fecha no sucedía.

También recoge la prohibición expresa de «colaborar con los vendedores ambulantes no autorizados en el espacio público con acciones como facilitar el género o vigilar y alertar sobre la presencia de los agentes de la autoridad» y, a su vez, «comprar en el espacio público toda clase de artículos procedentes de la venta ambulante no autorizada», salvo, «cuando esta compra se efectúa en mercados autorizados».

Pero además de incrementar unas sanciones que rara vez o nunca se pueden cobrar dada la insolvencia de estos vendedores ilegales, el Ayuntamiento de Palma tendrá que poner en marcha un operativo policial activo y permanente para que no conviertan los principales enclaves turísticos de la capital balear en el epicentro de su actividad.

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