Concejal de Vox en Palma y ex jefe del Estado Mayor

Fulgencio Coll: «Hila no está a la altura porque no es el alcalde de todos los palmesanos»

¿Qué ha hecho en dos años. ¿Vivienda? No. ¿Ha arreglado los problemas de limpieza y seguridad? No

"Palma no camina. Es una ruina. Para el pequeño comercio es un problema este gobierno municipal"

"Ha hecho una oficina para anti desahucios, pues haga otra para vaciar pisos de okupas"

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Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

A sus 73 años, el ex Jefe del Estado Mayor y concejal de Vox en el Ayuntamiento de Palma, Fulgencio Coll Bucher, se siente con fuerzas, ilusión y ganas, para liderar esta formación en las municipales de 2023 al Ayuntamiento de Palma. Coll se muestra muy crítico con el sectarismo del actual gobierno municipal de coalición de socialistas, nacionalistas y de Unidas Podemos (UP), al que acusa de llevar la capital balear a la ruina.

Pregunta.- A nivel municipal, ¿qué retos cree que tiene Palma que abordar urgentemente?

Respuesta.- En primer lugar, llevamos seis años de gestión de este pacto que ha antepuesto ideología a buena gestión. Es un problema recurrente y siguen igual. Cómo es posible que teniendo un presupuesto tan expansivo, no estén haciendo cosas. El reto más urgente es, en cierto modo, hacer frente a la crisis económica. La Administración no puede vivir en una burbuja, en una situación privilegiada en relación al ciudadano de a pie. Bajar impuestos es lo primero que se tenía que haber hecho y aquí hacemos todo lo contrario. Bajar impuestos es la mejor manera de reactivar la economía y no lo hacen.

P.-  ¿Qué opinión tiene sobre los problemas de movilidad que padece Palma? 

R.- Palma es un atasco. Palma camina al fracaso y a la ruina. Pregúnteselo usted a todos los comerciantes del centro. Las limitaciones de velocidad y de acceso se pueden hacer, pero siempre que usted dé alternativas. Si resulta que no hace parkings residenciales, disuasorios, la EMT no funciona, no es ágil. Por tanto, las medidas de movilidad son un absoluto fracaso porque no han dado alternativas.  En Holanda van en bicicleta, sí, pero es que Holanda tiene aparcamientos. Pueden dejar el coche e ir en bicicleta. Aquí, el tema de movilidad es gravísimo. Odian el coche porque no saben solucionar el problema. No han hecho carreteras, no han hecho aparcamientos disuasorios y han aprobado un Plan General de Ordenación Urbana que es electoralista.

Ahora dicen, que van a hacer aparcamientos, que van a hacer túneles, es decir, lo que no han hecho durante seis años.  Pero aparte de este fracaso  hay una falta de seguridad brutal. Dicen que han puesto la policía de barrio. Sí, pero la gente los quiere ver en la calle y no los ven. Tenemos delincuencia y una violencia que no se había visto nunca, en la Plaza de España, en la Intermodal, en Playa de Palma, porque no hay policía. Bueno, no hablemos ya de los vertidos en las playas. Palma está sucia. Si no hay una vigilancia para impedir que se pinte y concienciación, borro 10 grafitis y me pintan 20.

P.-  ¿Hila es el peor alcalde que ha tenido la ciudad?

R.- Bueno, yo no digo que haya sido el peor o el menos malo, pero no está a la altura porque no es el alcalde de todos los palmesanos. Se ha posicionado y radicalizado. Está gobernando en tres direcciones: el PSOE de Armengol, los separatistas de Més y los de Unidas Podemos que van a su aire, con la regidora LGTBI usando el Centro Flassaders como una plataforma de adoctrinamiento. Y el señor alcalde no responde. Ya hemos visto su altura con el cambio de nombre de calles, haciendo un ridículo nacional. Sigue empeñado en derribar Sa Feixina, monumento que, por orden judicial, se tiene que catalogar y proteger. Y en estos dos años de alcalde qué ha hecho. ¿Vivienda? No. ¿Ha arreglado los problemas que tiene Palma en limpieza, seguridad, suciedad y estas cosas?. No. Está haciendo cosas que son gastos que no son fáciles de explicar, cuando hay un déficit de inversión, en muchos sitios. Actuaciones populistas o de apoyo a ciertos chiringuitos que son de sus círculos y demás. Poner un cuenta árboles o gastar en cosas que no son, digamos, de primera necesidad. Y hay muchas cosas que atender y que no están bien gestionadas. 

P.- En estos seis años de gobierno de izquierdas, barrios conflictivos como Camp Redó, Son Gotleu, La Soledad, han empeorado su situación. ¿A qué cree que es debido?

R.-  Estos barrios siguen con la problemática de siempre. Yo entiendo que no es fácil de gestionar. En el primer pleno me reuní con un líder vecinal, el señor Quiñonero, que es una persona extraordinaria, y me lo dijo claramente: esto lo arreglaríamos si me dieran seis meses con una presencia policial desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche, y que aquí no hubiera las bandas organizadas que hay. No se ha hecho.  El mismo ejemplo en Son Banya. ¿Cuántos años llevan diciendo que van a desalojar ese poblado? Pues está paralizado todo, porque no son capaces de ofrecer 36 viviendas sociales. Es decir, no se toman las medidas que se deben tomar, no se escucha a los ciudadanos, se dice en la campaña electoral haremos, haremos, haremos. Luego no lo hacen. Hay algunos temas que son complejos, pero no se toman las medidas necesarias.

P.- Hay barrios como Pere Garau, por ejemplo, donde los vecinos ya se han echado a la calle ante la situación de conflictividad que se vive allí. 

R.-  Sí, claro. La gente sale a la calle cuando no se le escucha. El gobierno dice que habla, que está con la gente y no es verdad. No se escucha a los ciudadanos, ni a los partidos de la oposición, ni a entidades como ARCA, ni a los comerciantes. Ellos tienen ideas preconcebidas. Las galerías de la Plaza Mayor. ¿Qué ocurre? Todavía estamos dando vueltas a las galerías o a Son Busquets. Cuando se toman medidas que van en dirección contraria a lo que la gente piensa, lógicamente los ciudadanos salen a la calle y protestan. Y eso que en Mallorca, la gente en este aspecto acostumbra a aguantar mucho, pues ya se ha movilizado. Y ahora mismo se está movilizando porque Palma no camina. Es una ruina.

Para el pequeño comercio es un problema este gobierno municipal, que no ha hecho el esfuerzo suficiente para apoyarlo realmente. Prueba de ello es que las patronales están indignadas, sea por la Plaza Mayor, sea porque la gente no puede moverse por el centro de Palma y esto está teniendo consecuencias. El gobierno nos dice: no cojan el coche. Y te tienes que ir a comprar una gran superficie que está a 17 kilómetros o a 10 kilómetros de Palma. O sea, una auténtica incoherencia. El sentir de todos los comerciantes es que, este Ayuntamiento, lo está haciendo muy, muy mal. Primero, no ha dado las ayudas económicas en su momento, ni con agilidad. Entonces hay muchos que han tenido que cerrar y despedir gente, porque han tenido que seguir pagando impuestos. 

En segundo lugar, porque no hay una política municipal adecuada. Ahora han hecho algo que hemos solicitado, que son estos bonos para reactivar la economía. Pero fíjese, cuándo llegan, ahora, cuando ya hay un montón de comercios cerrados. Otro ejemplo es la falta de vivienda social. No hay sensibilidad, ni en el Ayuntamiento, ni en el Govern, con las medidas que toma la señora Armengol de incautación temporal. Lo que tienen que hacer son viviendas sociales, como han hecho en Cataluña, en Barcelona, una colaboración público-privada para construir 5.000 pisos. Eso es lo que tienen que buscar y no lo hacen. 

P.-  El tema de los okupas. Hay barrios con verdaderos problemas con este fenómeno.

R.-  Claro, es un asunto de la inseguridad jurídica que tiene el ciudadano que paga impuestos y que ve que entra gente en pateras, o que aquí hay okupas argelinos o no argelinos, que luego resulta que son los que han violado o han estado con menores. O sitios donde realmente ocultan droga o la casa esa del terror, que han incendiado. Es en estos casos donde se ve perfectamente que hay que cambiar la legislación. Hay que legislar de forma que sea un delito y que usted pueda tener la vivienda desalojada en un plazo breve. Si usted no hace vigilancia, ni aplica la Ley actual y deja hacer, pues lógicamente esto es como el efecto de la emigración, efecto llamada al okupa. 

Hay muchísima gente a la que la vivienda que le han ocupado era su renta o el piso para su hijo. Y resulta que no se puede desocupar o tardan dos años o le chantajean, y para abandonarla tiene que dar 12.000 euros. Han hecho una oficina para antidesahucios, pues hagan otra para vaciar pisos de okupas. Si uno tiene derecho a que se le proteja si hay un desahucio mal hecho y buscar alternativas, busque también alternativas a los okupas. 

P.- Aquí en Baleares parece que la situación va al revés. Se apuesta por expropiar viviendas.

R.-  Sí. Están muy orgullosos porque están aplicando el modelo de expropiación. Esto es comunismo puro y duro. Oiga, aquí faltan viviendas porque usted no ha hecho nada. Y ahora busca este recurso. ¿Qué va a hacer con esta medida? En primer lugar, crear inseguridad jurídica y, después, retraer el alquiler de viviendas. Y entre los okupas y que a mí me pueden quitar la vivienda, quién va a invertir en vivienda social en Baleares. Nadie. Estas políticas han fracasado ya en otros países. En Alemania han tenido que dar marcha atrás. 

P.- Ha pasado ya el ecuador de la legislatura. ¿Qué balance hace de su experiencia hasta ahora en lo que es la política municipal?

R.-  Sabía que meterse en política era entrar en un terreno complicado. Estamos viendo que desgraciadamente los que están ahora mismo gobernando Barcelona, o ciertas ciudades, no tienen el nivel requerido. Lo estamos viendo en el Gobierno de España. Qué hace esa persona de ministro, si no sabe hablar, ni contestar a las preguntas o no tiene ni idea de la materia o no sabe explicar un ERTE o un ERE. Lo que deberíamos tener es gente que, aparte de ser político, sepa gestionar.

Aquí en el gobierno municipal hay a quien le doy el OK y que está trabajando, pero hay otros que, desde luego, más que trabajar están deshaciendo. Si, encima, imponen ideología y sectarismo, las cosas salen mal. Y por eso, Palma no está limpia. Se han hecho inversiones muy importantes en transportes, pero si usted pone velocidad máxima 30 por hora, porque sí, y no nos da alternativas, hay un problema. Dentro del Ayuntamiento, hay áreas que son un auténtico fracaso. Y si, encima, el que tiene que dirigir el equipo no lo dirige o no dice todos en esta dirección, cohesionados y trabajando, y deja que cada uno vaya a su aire, pues el escenario no es el correcto. No subiremos a Primera División, ni mucho menos, bajaremos a Regional.

P.-  ¿Repetirá dentro de dos años al frente de Vox en las municipales?

R.- Yo dije en la campaña electoral de mayo de 2019 que la situación de España era tan delicada que todos los españoles entre 18 y 90 años, si teníamos ilusión y ganas, teníamos que implicarnos para cambiar este desastre. Me encuentro con ilusión y fuerzas. Yo haré lo que me diga el partido o el Comité Ejecutivo Nacional de España. He venido aquí a ayudar, a empujar el proyecto de un partido que es el único que habla de cosas, donde los demás miran a otro lado. La emigración, la economía, la unidad de España. Que no haya ciudadanos de primera, segunda y tercera clase. Que no se prohíba hablar en español en Cataluña o en Mallorca. Un partido que es conservador pero transversal. Nos vota gente trabajadora que se levanta a las seis de la mañana y está harta, indignada, de los impuestos que le cobran, de que la Administración no funcione.

No somos extremos. Nosotros lo que hacemos es contar lo que realmente ocurre. Este partido ha tenido casi cuatro millones de votantes y tiene base, sin duda, para subir dos o tres millones más. Es el partido que está liderando la inercia del cambio, el respeto a la Constitución, a los derechos, el respeto al ciudadano y que la Administración no sea un elefante que aplasta al ciudadano, sino que esté para servir al ciudadano. Nosotros estamos aquí para servir al contribuyente, no para montar chiringuitos. No estamos para colocar a mi amigo, ni para hacernos favores y menos en una situación privilegiada. La Administración, o el político, no ha sufrido la crisis económica que está padeciendo el comerciante o el trabajador o el que se ha quedado en el paro.

P.- ¿Puede adelantar Vox al PP en mayo de 2023 en Palma?

R.- Ese es mi objetivo. Creo que estamos haciendo todo lo posible porque somos los que más estamos pisando la calle, buscando que la gente vea lo que estamos haciendo. Nuestro objetivo es pasar de ser la segunda fuerza de la oposición, a ser la primera gobernando. Hay una diferencia de miles de votos y lucharemos por ello para poder ser la primera fuerza en las elecciones de 2023. Creo que el Ayuntamiento es un objetivo alcanzable y, tal y como lo están haciendo, creo que se va a conseguir. Y nosotros podemos liderar ese cambio.

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