El Consell analizará todas las facturas firmadas por la ex consellera involucrada en un desfalco
El PSOE exige una auditoría externa sobre todos los contratos y facturas de la ex consellera de Hacienda, Pilar Bonet
Més acusa a Galmés de confundir a la ciudadanía al hablar de una "dimisión por motivos personales"
El Consell de Mallorca ha encargado a los técnicos de la institución insular informes sobre todas las facturas y contratos firmados por la ex consellera insular de Hacienda y Función Pública, Pilar Bonet, aunque defiende que las acusaciones de desfalco por las que ha dimitido se refieren exclusivamente a su etapa laboral anterior a su cargo público.
Lo ha anunciado este lunes en un pleno extraordinario el presidente insular, Llorenç Galmés, que ha insistido en varias ocasiones en una primera intervención en que las acusaciones «nada tienen que ver con su gestión en el Consell de Mallorca».
El pasado jueves, tras el pleno que celebró el Consell, el presidente de la institución, el popular Llorenç Galmés, actuó de manera contundente y comunicó a la ex consellera de Hacienda y Función Pública que debía dimitir al verse implicada en este supuesto caso de malversación. Sin ofrecer resistencia, Bonet dejó el cargo inmediatamente, aunque no explicó los detalles y aludió motivos personales.
Pilar Bonet ha sido durante más de 15 años jefa de Contabilidad en la división de handling de Globalia, el grupo de Air Europa. Está denunciada por haber incurrido en un desfalco de varios millones de euros. La cifra no se ha concretado dado que los auditores siguen analizando la contabilidad. Se sabe que se han detectado irregularidades en la gestión de Bonet desde el año 2011.
Durante la legislatura pasada Pilar Bonet compaginaba su trabajo en la empresa privada con el de concejal de Recursos Humanos, Hacienda y Contratación en el Ayuntamiento de Llucmajor. Este Ayuntamiento, presidido por el PP, no se fía de Bonet y este fin de semana ya ha anunciado que revisará todos los contratos gestionados por la ex regidora.
En el pleno extraordinario celebrado este lunes, Llorenç Galmés ha adelantado el encargo de los informes «en aras de la transparencia» aunque subrayando que cualquier decisión de Pilar Bonet en su puesto en la institución insular «venía avalada por los informes de los técnicos». Según el presidente, «nada hay que lleve a pensar que algo se haya hecho mal».
También ha intervenido en el pleno la interventora de la institución, que ha señalado que una auditoría no sería necesaria, por que los técnicos garantizan la adecuación y la legalidad de los procesos. La funcionaria ha relatado cómo se hace la tramitación de un gasto administrativo «para que todos estén tranquilos».
También ha explicado que Pilar Bonet no tenía ni siquiera permisos en la aplicación informática con la que se realiza la llevanza de la contabilidad, aunque sí en la firma para dar conformidad a las facturas. Pero como antes había explicado, el conseller no puede conformar las facturas si antes un técnico no lo ha hecho, informa Europa Press.
La dimisión de Pilar Bonet
El propio Galmés ha hecho un resumen de los acontecimientos señalando que el pasado jueves, tras recibir algunas informaciones sobre las acusaciones mantuvo una reunión con Bonet a quien le comunicó que «había perdido la confianza y credibilidad». Ella, ha relatado, sin pedir explicaciones comunicó que tras la reunión dimitiría.
El presidente insular ha pedido a la oposición que «no intente confundir con mentiras y medias verdades». Para Galmés, ante la gravedad de las acusaciones se ha actuado de manera «rápida, contundente y con mucha transparencia».
Desde la oposición, el portavoz de Més per Mallorca, Jaume Alzamora, ha reclamado una investigación profunda y ha acusado a Galmés de confundir a la ciudadanía con una dimisión «por motivos personales». Para el nacionalista, lo ejemplar hubiera sido una destitución.
Alzamora se ha preguntado si las «serias dudas» se confirman sobre la persona a quien se confiaron las cuentas de la institución «quién asegura que no haya ninguna sorpresa».
El portavoz de Vox, Antoni Gili, ha aprovechado su intervención para comparar la gestión de las acusaciones de Bonet con la gestión que el Pacte hizo de los casos de menores tuteladas. «Esta es la diferencia entre un gobierno unido en aras de la transparencia y un gobierno oscurantista que no daba la cara», ha afirmado.
Gili ha agradecido la «mano firme» de Llorenç Galmés ante una «situación dolorosa» a la hora de tomar decisiones.
El PSOE exige una auditoría externa
La portavoz del PSIB en la institución insular, Catalina Cladera, ha pedido una auditoría externa -«con todos los respetos al control externo», ha señalado- que incluya, además, el procedimiento de la tarifa de incineración, «que huele a malversación», en referencia a la inyección de 43 millones de euros.
Cladera ha pedido igualmente la relación de gastos de Bonet y ha preguntado a Galmés «si pone la mano en el fuego y, si sale algo, si dimitirá». La portavoz socialista ha sostenido que el presidente insular «ha hecho dimitir» a Pilar Bonet y se ha referido a una reunión el pasado jueves entre responsables del partido que le trasladaban que la información la tenía un medio de comunicación.
Por parte del PP y el equipo de gobierno se ha defendido la rapidez de la reacción y se ha insistido en que los hechos debatidos no afectan a la institución insular sino a la vida privada de la ex consellera insular durante una etapa laboral anterior a su presencia en la institución insular.
La portavoz del PP, Núria Riera, ha acusado a la oposición de poner en duda el trabajo de los técnicos de la institución -un buen grupo de ellos ha acudido al pleno y ha apoyado con aplausos las intervenciones de PP y Vox- y ha respondido con un relato de casos de corrupción o supuestas irregularidades que afectan a consellers ahora en la oposición y que sí que afectaban al Consell de Mallorca y otras instituciones
Sobre la presencia de técnicos entre el público, Jaume Alzamora ha acusado a PP y Vox de «paralizar la maquinaria del Consell para aplaudir su cortina de humo».
Igual que Vox, la popular se ha referido a los casos de menores tuteladas «que sí que fue un escándalo dentro de la institución». La intervención de Riera ha motivado las quejas de la oposición después de superar en dos minutos y medio su tiempo de intervención.
En términos parecidos se ha pronunciado el conseller insular de Presidencia, Antoni Fuster, ha asegurado que a la oposición no le interesa saber qué ha pasado sino obtener rédito político de un caso, ha insistido, «de un tema que no afecta a esta casa».
El portavoz de El PI en la institución insular, Antoni Salas, ha criticado que «quienes tenían que dar explicaciones han respondido con los casos de menores tuteladas y otros casos de la legislatura pasada» y se ha mostrado preocupado «por la imagen trasladada».