Los comerciantes de la Milla de Oro de Palma se movilizan contra unas obras que les llevan a la ruina
Campaña de recogida de firmas para que el alcalde socialista Hila priorice su finalización prevista para finales de marzo
Denuncian la "nula empatía" del gobierno municipal con las necesidades del pequeño comercio de la capital balear
Los comerciantes de la Milla de Oro de Palma están hartos del retraso de las obras del Ayuntamiento
Los comerciantes y empresarios de la avenida de Jaime III han iniciado una campaña de recogida de firmas para mostrar su malestar al Ayuntamiento de Palma presidido por el alcalde socialista, José Hila «por la duración excesiva y desmesurada de las obras que se están realizando en esta calle», una de las principales arterias comerciales de la ciudad, que les «están llevando a la ruina».
Unos trabajos de renovación de la red de alcantarillo ejecutados por la empresa municipal de limpieza y aguas (Emaya), que arrancaron a finales del pasado mes de enero, que tenían que durar dos meses y que a fecha hoy no hay plazo para su conclusión, tras el hallazgo de restos arqueológicos que han dado al traste con el calendario inicial y las previsiones municipales.
Los afectados recuerdan que las obras tenían un plazo de ejecución más corto y recuerdan el compromiso del presidente de Emaya y concejal socialista de Medio Ambiente, Ramon Perpinyà, de finalizarlas «antes de Semana Santa».
«Ahora, con la temporada turística iniciada, seguimos con la mitad de la calle cortada, con menos aparcamientos y con dificultades de movilidad para los conductores» que quieren acceder a esta céntrica zona de Palma.
Los comerciantes consideran que el Ayuntamiento «tiene nula empatía con las necesidades de los empresarios de Jaime III» y no entienden como, «siendo unas obras que ya se conocían, no se realizaron durante los meses de pandemia, cuando la movilidad de las personas era limitada».
Sobre este particular instan al gobierno de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos a «tomar ejemplo de municipios como Calvià, donde está prohibido, por ordenanza municipal, cualquier obra durante la temporada turística».
«No estamos en contra de que se mejore la ciudad y entendemos que el hallazgo de restos arqueológicos ralentice el ritmo de ejecución, pero el equipo municipal ya contaba con ello porque no es la primera vez que esto sucede».
La recogida de firmas va encaminada a que el Ayuntamiento dé «máxima prioridad a este proyecto y concluya cuanto antes estas obras que están llevando a los comercios de Jaime III a la ruina», lamentan estos empresarios.