Celebrando el talento y la creatividad en Mallorca

Mallorca volvió a brillar con luz propia este otoño. Esta vez, la ocasión fue el cumpleaños del diseñador brasileño Michael, quien reunió en su recién inaugurado taller a su círculo más íntimo para brindar por la vida, la amistad y la pasión por la moda.
El espacio, un refugio de inspiración entre tejidos exquisitos, maniquíes y bocetos llenos de color, se convirtió en escenario de una tarde mágica donde el arte y la complicidad fueron los verdaderos protagonistas.
Michael, siempre impecable, recibió a sus invitados con esa mezcla de calidez y sofisticación tan suya. A su lado, su inseparable ayudante costurero Matheus, el alma técnica de su atelier, y Nick, su modelo de pasarela, tan encantador como profesional, que puso el toque internacional al encuentro.
La velada contó también con la presencia de la diseñadora Pilar Sarmiento Álvarez, creadora de la firma sostenible Sar Mallorca, con boutique en el idílico pueblo de Valldemossa. Pilar, defensora de la moda ética y el talento local, aportó elegancia natural y conversación inspiradora, confirmando que la nueva generación de diseñadores mallorquines está más viva que nunca.
Entre copas, risas y confidencias, el grupo celebró mucho más que un cumpleaños, celebró la unión del talento, la creatividad y la energía positiva que caracteriza la escena artística de la isla. La fiesta, sin embargo, tuvo que ser más que especial pues atrajo hasta ella a personalidades que de repente se encontraron, nos encontramos, participando de una reunión difícil de saborear en Palma. Sucedió tras la cena.
El productor y relaciones públicas Fran Sotomayor cenaba en una mesa cercana. Explicaré por qué todas las miradas se dirigían a él. Es alto, bien de hechuras, pelazo y ojos verdes. Si a eso le sumamos un gesto aristocrático sólo perceptible para los expertos y un espíritu rebelde andalusí cultivado, pero al que te imaginas montando a caballo en las tierras de Málaga, donde vive, la suma resulta perfecta para crear el prototipo del hombre de hoy o el de mañana. Aténganse a las consecuencias.
Sus relaciones sociales son inmejorables y lo demostró entrando en el grupo como si hubiera pertenecido a él toda la vida. De hecho, es así. Todas esas personalidades que atraviesan el mundo cada dos por tres tienen mucho en común aunque no se parezcan en nada.
La fiesta cena de pocos comensales llenó de color uno de los mejores locales de Palma, un restaurante coctelería donde una deco ecléctica para ser el complemento perfecto a los que buscamos sólo lo mejor entre lo más sublime. Pensarán, qué dice este idiota. Puede que sea idiota, nunca me he parado a pensarlo, ni creo que lo hagamos ninguno de los que tuvimos el privilegio de pasar esa noche dulce en la que constatamos una vez más que sólo la excelencia lo es si está en las protegidas vidas de unos pocos elegidos. En esa mesa de cumpleaños, en el que no faltó el cumpleaños feliz en varios idiomas, había algunos elegidos para que la moda siga avanzando y para que la belleza siga siendo admirada. La gran belleza de la juventud.
El ambiente, cuidado hasta el último detalle, combinó la calidez mediterránea con la sofisticación del diseño contemporáneo. No faltaron los dulces artesanales ni las flores frescas, que lo llenaban todo de aromas suaves. Sonaron acordes de jazz y bossa nova mientras los invitados, entre brindis y confidencias, hablaban de proyectos futuros que, sin duda, veremos desfilar muy pronto.
Porque en Mallorca la moda no sólo se viste, se celebra, se comparte y se vive con estilo, sólo para los elegidos. Por cierto, se me olvidaba lo más curioso, Michael, Pilar y un servidor cumplimos el mismo día del mismo mes. Olé.