El Ayuntamiento de Palma paga 4.000 euros por un grafiti en un parking pero no quiere el del Artmadams

El Ayuntamiento de Palma, a través de la Sociedad Municipal de Aparcamientos (SMAP), ha pagado 4.000 euros por un grafiti en el parking municipal de Avenidas, pero no quiere el de la fachada que decora el Hotel Artmadams cuyo borrado ha tramitado la Concejalía de Modelo de Ciudad mediante la apertura de un expediente.

Una orden que ha recurrido en los tribunales la propiedad de este emblemático establecimiento turístico del barrio palmesano de El Terreno, con la finalidad de salvar esta obra de arte realizada por José Luis Mesas, alabada por publicaciones especializadas, caso de la revista de arte y arquitectura Private Wall Magazine, o la artista, crítica de arte y vicepresidenta de la Asociación Española de Críticos de Arte, Mayte Espínola.

A la espera de que los tribunales se pronuncien ante la suspensión cautelar del acuerdo municipal, el equipo de gobierno presidido por el alcalde socialista, José Hila, inauguró hoy el grafiti realizado por Marc Peris (SOMA) en el aparcamiento de Avenidas.

Precisamente, el alcalde que ha tramitado la destrucción del mural del Hotel Artmadams destacaba la importancia del arte urbano para embellecer rincones de la ciudad.

«Nos permite recuperar rincones de los aparcamientos y rincones de Palma como el anfiteatro del parque de la Riera; es un trabajo constante de ir mejorando la ciudad y tener más presencia del arte en la calle y en la ciudad», afirmó. El presidente de la SMAP y concejal de Movilidad, Francesc Dalmau, apuntó que esta obra continúa con la intención de que en los aparcamientos no sólo sean lugares para aparcar vehículos, sino que sea también un pequeño museo de arte urbano. 

«Tenemos ya intervenciones de Grip Face, de Joan Aguiló y hoy sumamos a la colección de arte urbano de los aparcamientos a SOMA. Nos hacía especial ilusión que lo hiciera en un aparcamiento que hemos recuperado hace poco», manifestó.

El autor de la intervención manifestó por último que con esta obra, «quería hacer una declaración de amor por Mallorca, inventar imágenes que se conectaran con lo que supone Mallorca en mi imaginación y hacer un ejercicio de optimismo y regalar un soplo de creatividad. Celebrar la vida a través de todo lo que me emociona de esta tierra: su cultura, su folclore, su gastronomía y los moratones de su mar. Desde los demonios de Sant Antoni, el pamboli, caracoles, arquitectura y diversos elementos iconográficos pasados ​​por mi filtro personal».