El Ayuntamiento del PP de Palma elimina el requisito del catalán en todas las empresas municipales

El Ayuntamiento de Palma, gobernado en minoría por el PP con el apoyo programático de Vox, ha rechazado en la comisión municipal previa al pleno del próximo jueves una moción presentada por los socialistas en la que exigía mantener el catalán como requisito para trabajar en las empresas municipales como la EMT, en la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Proyectos (SMAP) o en la de limpieza Emaya, donde ha sido eliminado.

Su supresión no ha sentado nada bien a las formaciones de izquierdas del anterior gobierno municipal, que lo impusieron como requisito durante las dos pasadas legislaturas, y cuya eliminación, según el PSOE, es «un ataque a nuestra lengua», como afirma el portavoz municipal, Xisco Ducrós.

La eliminación de este requisito lingüístico en el Ayuntamiento de Palma no ha gustado al PSOE, que ha acusado al alcalde Jaime Martínez de «estar recortando los derechos de la ciudadanía a ser atendidos en catalán».

Según los socialistas, sumidos desde las elecciones municipales de mayo de 2023 en una profunda crisis interna y cuyo grupo municipal ha quedado desautorizado por la secretaria general, Francina Armengol, imponiendo a su mano derecha en el Parlament balear, Iago Negueruela, al frente del partido en Palma, «desde que el Partido Popular gobierna, los derechos lingüísticos vuelven a estar en peligro».

Tras arrinconar el español durante los ocho años que han gobernado en la capital balear, exigiendo a los funcionarios que atendieran al público sólo en catalán, para el PSOE permitir el uso de las dos lenguas oficiales de las Islas es «la obsesión enfermiza de la ultraderecha».

Desde su óptica, el PP «obliga a eliminar el catalán de los procesos de contratación pública, para garantizar la estabilidad de un gobierno municipal débil, que sólo gobierna para quienes más tienen y no tiene un proyecto colectivo y transformador».

La primera empresa municipal que optó por eliminar el requisito de catalán fue la EMT, le siguió la Empresa Funeraria Municipal (EFM), más recientemente la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Proyectos (SMAP) y la última ha sido la de limpieza y aguas de la capital balear, Emaya.

Esta medida de equilibrio en el uso de las dos lenguas oficiales para el acceso laboral a las empresas municipales supone, según los socialistas, que el PP en vez de entender la lengua (más bien la imposición del catalán) como «elemento de cohesión y promoción, prefiere seguir haciendo el camino hacia la radicalización de su discurso, cada vez más cerca de los postulados ultraderechistas y totalitaristas».

«Ésta es una nueva agresión a la cultura ya la propia identidad. Es una agresión a la ciudadanía de Palma y de las Islas Baleares», concluye la moción del PSOE rechazada hoy en la comisión municipal previa al pleno.

«Una vez más constatamos que el PP apuestan por el camino del conflicto lingüístico de la mano de la ultraderecha y quien lidera este camino de recortes de derechos lingüísticos es el propio alcalde, Jaime Martínez», ha manifestado el concejal socialista Francesc Dalmau, en declaraciones a IB3.

PP y Vox han rechazado, además como exigían los socialistas, retirar las convocatorias de plazas, ofertas y bolsas de las empresas municipales, caso de Emaya que aún esta abierta, para imponer el requisito de catalán.