Andalucía

El yihadista que planeaba atentar en Sevilla recopiló información del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán

El varón marroquí condenado a prisión por colaborar en la preparación de un atentado yihadista en la Semana Santa de Sevilla de 2019 recopiló también información relativa a «lugares de concentración de turistas y edificios religiosos», así como diversas fotografías de las gradas del Ramón Sánchez-Pizjuán, estadio del Sevilla FC.

Los investigadores hallaron también en posesión del susodicho una imagen que «capta una espantada que tuvo lugar en la celebración de la Semana Santa de Sevilla en 2017» después de que varios individuos comenzaron a gritar «Alah es grande».

El condenado marroquí, según detalla la sentencia, experimentó una «creciente radicalización y adhesión a los postulados del DAESH» y mantuvo varias reuniones con un tercero en el que intercambiaron «vídeos con enfrentamientos militares y operaciones suicidas» ejecutadas por la citada organización yihadista.

El joven, de 24 años de edad y residente en Sevilla, ha sido condenado por la Audiencia Nacional a ocho meses y 29 días de prisión, un año y medio de inhabilitación absoluta y otro año y medio de inhabilitación especial por un delito de autoadoctrinamiento y autocaptación terrorista, con la atenuante de confesión y cooperación tardía.

La Audiencia considera que, «con posterioridad y como consecuencia de un proceso de reflexión interna, el acusado ha comprendido el sinsentido de su conducta» y rechaza «tanto el ideario del DAESH como de cualquier organización islámica terrorista, de modo que se aparta definitivamente de su ideario, estrategia y objetivos, para condenarlos expresa e incondicionalmente».

Preparación militar y cambio físico

La sentencia declara como hechos probados que el joven entró en 2018 «en contacto con un compañero de estudios» -en la actualidad en prisión provisional en Marruecos por presunta comisión de un delito de terrorismo yidahista-, vínculo que se prolongó en el tiempo, «dando lugar a una relación de progresiva amistad».

Su amigo «ejercía sobre el acusado una influencia decisiva, al extremo de causar en este último un proceso de creciente radicalización y de adhesión a los postulados del DAESH, con subsiguiente realización de actos de formación doctrinal e ideológica y autocaptación con el propósito de cometer una acción terrorista en la ciudad de Sevilla; en cuya preparación colaboró», recoge la sentencia.

Asimismo, se detalla que el citado joven «se manifestó como actor terrorista al servicio de dicha organización, dando inicio a actos materiales directamente destinados a la preparación de un inminente atentado terrorista en la ciudad de Sevilla, en la Semana Santa de 2019, para lo cual se formaba en la fabricación y manejo de explosivos».

«Y con el designio de colaborar en dicho proyecto criminal, el
investigado se inició en un proceso de preparación tanto física como doctrinal, con prácticas de entrenamiento personal, incluso en un antiguo campo de maniobras del Ejército español. Este proceso tuvo su reflejo en su vestimenta, con uso prendas de vestir militares conocidas como ‘de camuflaje’ y con modificación de su aspecto físico, al dejarse crecer la barba según el gusto de los salafistas», apunta la resolución judicial..

Además «y con la indicada finalidad de colaborar la perpetración de un atentado terrorista, efectuó numerosas fotografías con un teléfono móvil, respecto de posibles objetivos» potenciales. En el registro policial de su vivienda fueron recuperadas muchas «imágenes que mostrarían localizaciones para potenciales objetivos de acciones terroristas en la ciudad de Sevilla, centradas en celebraciones religiosas y medios de transporte», como «una de las vías del tranvía de Sevilla con una gran cantidad de personas paseando», la «zona de atracciones de la Feria», así como «lugares de concentración de turistas y edificios religiosos, como una Catedral». Las fotografías recogían también imágenes de la «zona del Guadalquivir a la altura de Torre Sevilla» o de las gradas del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.