Los narcos matan a un agente y dejan a tres heridos tras embestir a una patrullera en el Guadiana
La lancha apareció en llamas tras huir del lugar del ataque, en el que cayó al agua parte de la patrulla portuguesa
España y Portugal mantienen un amplio dispositivo para dar con los ocupantes de la embarcación narcotraficante

Una embarcación dedicada al narcotráfico ha embestido este lunes por la noche a una patrullera portuguesa de la Guarda Nacional Republicana (GNR) en aguas del río Guadiana, en la zona fronteriza entre Huelva y Portugal, provocando la muerte del cabo Pedro Silva y dejando heridos a tres agentes del mismo cuerpo. El choque se produjo alrededor de las 23:15 h en la zona de Alcoutim (distrito de Faro), en aguas transfronterizas.
La secuencia arrancó cuando la Guardia Civil detectó la narcolancha en la costa de Huelva y facilitó información a las autoridades portuguesas; la patrullera de la GNR acudió al lugar y fue embestida por la lancha sospechosa, provocando que algunos agentes cayeran al agua. La narcolancha apareció incendiada a unos kilómetros del lugar del impacto mientras sus ocupantes huían. Según fuentes de la GNR, la velocidad y características de la embarcación apuntan a su vinculación con el narcotráfico.
El dispositivo conjunto España-Portugal permanece activo para localizar a los tripulantes de la lancha. El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha afirmado su «confianza absoluta» en que la colaboración entre ambos países permitirá dar con los responsables y ha destacado que la investigación sigue abierta y es «muy eficaz» en la lucha contra el narcotráfico.
El cabo Pedro Silva perdió la vida en el acto; los tres agentes heridos fueron rescatados tras la embestida, uno de ellos en estado grave. El siniestro se produce en un contexto de creciente violencia asociada al tráfico marítimo de hachís y otras drogas en el Estrecho y la frontera luso-española.
Este caso remite también al brutal ataque del 9 de febrero de 2024 en el puerto de Barbate (Cádiz), cuando una narcolancha arrolló a una zodiac de la Guardia Civil, causando la muerte de los agentes Miguel Ángel González y David Pérez Carracedo. La investigación de aquel suceso deriva en cuatro personas imputadas, de las cuales dos han sido puestas en libertad provisional tras fianza.
Los narcos matan
La muerte del cabo Silva reaviva el debate sobre los riesgos que afrontan las Fuerzas de Seguridad en la frontera marítima y fluvial, y sobre los recursos dedicados a combatir las redes de narcotráfico que operan en rutas cada vez más audaces.
En su declaración, Fernández ha recordado que la GNR colabora «permanentemente» con la Guardia Civil en el entorno del Guadiana, «especialmente en los servicios marítimos», y precisó que tras la llamada de alerta la Guardia Civil inició una persecución y actuó de inmediato para auxiliar a sus compañeros portugueses. «Se produjo esa colaboración después de una persecución por parte de la policía portuguesa a una narcolancha, que arremetió en un momento determinado contra la embarcación de la policía», señaló.
El suceso, además, evidencia cómo las organizaciones de narcotráfico no solo transportan alijos, sino que emplean tácticas agresivas que ponen en riesgo vidas humanas y la soberanía de las patrullas binacionales. La aparición de la lancha incendiada y la huida de los tripulantes complican la labor policial e introduce el factor de impunidad.
La investigación, que está en manos de la Policía Judicial portuguesa con apoyo español, tendrá que esclarecer quién pilotaba la lancha, cuántas personas iban a bordo, su ruta, el alijo que transportaban y si formaban parte de una organización estable de narcotráfico transfronterizo. Las autoridades tienen abierta la hipótesis de un crimen contra agentes de la autoridad en cumplimiento de su deber, dada la deliberada embestida.
Ante este escenario, el entorno político en Andalucía vuelve a reclamar un refuerzo de recursos para combatir el narcotráfico en la franja litoral Huelva-Algarve, así como una revisión de los protocolos de actuación en frontera fluida. Para los agentes que patrullan aguas compartidas entre España y Portugal se exige una mayor coordinación operativa y respuesta inmediata ante maniobras violentas de las mafias.
Este ataque mortal, que enlaza con casos anteriores como el de Barbate, subraya la necesidad de mantener la presión sobre las redes de tráfico marítimo y sobre quienes las financian. Las Fuerzas de Seguridad han hecho un llamamiento a la sociedad para que no baje la guardia y para que se entienda que el narcotráfico es una amenaza que trasciende lo económico y se convierte en una grave cuestión de seguridad pública.
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