La mayoría de los más de 520 gimnasios andaluces no abren en la fase 1: «No compensa»
Coronavirus en Andalucía: última hora del Covid-19 y la desescalada, en directo
La Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (Fneid) calcula que «el 99 por ciento» de los 524 gimnasios y centros deportivos de gestión privada que tienen contabilizados en Andalucía no abrirán en la fase 1 de la desescalada porque se requiere para ello atención individualizada y disponer de un monitor por cliente, por lo que «no compensa».
Así lo ha manifestado en declaraciones a Europa Press el gerente de la Fneid, Alberto García, quien ha explicado que en ocasiones estos centros son de propiedad municipal, pero los gestionan mediante una concesión cadenas como GoFit, Viding, Enjoy, OkeyMas, VivaGym o Forum, entre muchas otras.
Preguntado por cuantos abrirán esta semana, ha manifestado que «prácticamente ninguno», puesto que hay dos provincias (Granada y Málaga) que están en fase 0 y no pueden abrir directamente, pero además en la fase 1 se requiere atención individualiza, «un modelo muy exclusivo de entrenamiento personal», el que tienen por ejemplo los denominados gimnasios ‘boutique’.
«Para abrir ahora en fase 1 tendría que ser un entrenador personal por un cliente, no te vale una clase colectiva ni prestar servicio ni tan siquiera a dos personas», ha zanjado.
También ha concretado que en esta fase ya se permiten entrenamientos en sitios cerrados, no tienen que ser necesariamente al aire libre; se pueden practicar deportes de una sola persona como el atletismo; en el caso del tenis y el padel se permiten dos personas, «pero siempre manteniendo la distancia interpersonal de seguridad»; y las piscinas no abrirán en esta fase.
En este sentido, el Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física de la región (Colef Andalucía) ha lamentado que existe una «gran incertidumbre» con relación a las condiciones de apertura de los gimnasios y centros de entrenamiento para volver abrir y que aún se espera la orden que pueda «dar un poco de luz».
Fuentes del órgano colegial han señalado a Europa Press que sigue con detenimiento las novedades sobre las medidas que deberán adoptar estos centros para volver a la normalidad tras la crisis del coronavirus, de forma que da soporte a sus colegiados gerentes y empresarios de instalaciones deportivas.
Uno de los centros que sí abren desde este lunes está en Utrera (Sevilla), el Almazara Club, que ha creado un circuito cerrado con estaciones de higienización para desinfectarse las manos conforme los usuarios entren y abandonen las distintas dependencias, y donde también están pendientes de si el Gobierno permitirá al sector hacer controles de temperatura.
Según ha informado el licenciado del Colef y gerente del centro, Nicolás Fernández, desde este lunes sus abonados pueden usar con cita previa cuatro zonas exteriores para su uso individual con sus correspondientes monitores; las pistas de padel para clases individuales; y los aseos, pero no los vestuarios ni las duchas.
Las clases dirigidas y salas de musculación tienen previsto retomarlas en la fase 3. Aún así, Fernández reconoce que aún tienen dudas con respecto a si los partidos de padel de dos contra dos se pueden retomar en la fase 2, entre otras, y espera un decreto del Boletín Oficial del Estado (BOE) que desarrolle todas las medidas.
Medidas
De momento, se sabe con seguridad que el Gobierno prohíbe la reapertura de las duchas y los vestuarios en los gimnasios en todas las fases de desescalada y que permitirá en la fase 3 la vuelta de clases grupales o uso de sala musculación en centros deportivos y gimnasios con un máximo de un tercio del aforo, garantizando siempre la separación de seguridad entre los usuarios.
También en esta fase volverán los partidos deportivos, solo para disciplinas en las que no exista riesgo de contacto o sea moderado, como por ejemplo el patinaje, y el aforo del público estará limitado a un tercio del total.
Propuestas
A finales de abril la Fneid propuso al Gobierno una serie de medidas para la desescalada. Entre ellas figuran, al margen de reducir el aforo de la instalación, garantizar el distanciamiento social mínimo de 1,5 metros mediante la separación o alternancia del equipamiento; el marcado de suelo; y la vigilancia por parte del personal.
Asimismo, limitar el aforo de las clases colectivas, garantizando un espacio mínimo de 2×2 metros por usuario; colocar bandas adhesivas en el suelo de recepción y puestos de atención al público para garantizar la distancia social; reducir el aforo de los vestuarios en un 50 por ciento; la alternancia de las duchas; aconsejar no utilizar los secadores de pelo y manos, y precintar las fuentes de agua y promover el uso individual de botellas de agua o bebidas isotónicas.
Respecto a las labores de limpieza, higiene y desinfección, colocar carteles en lugares visible para informar y recordar a los usuarios y trabajadores la obligación de cumplir las medidas de higiene y protección establecidas por las autoridades sanitarias contra el coronavirus.
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