La hipocresía del PSOE andaluz y Susana Díaz: exigieron en 2015 poner fin a indultos como el de Griñán

La senadora del PSOE y ex presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha firmado la petición de indulto para el socialista José Antonio Griñán, condenado a seis años de prisión por malversación y prevaricación en el caso ERE, cuyo desfalco asciende, de momento, a 680 millones de euros. Pues bien, en 2015, tanto el PSOE de Andalucía (PSOE-A) como la propia Susana Díaz se jactaban de exigir «una iniciativa para impedir por ley el indulto a cualquier condenado por delito fiscal, contable o económico». Vamos, exactamente como el que ahora piden para Griñán, señalado como responsable directo del desfalco a los andaluces.

.@_susanadiaz: Una iniciativa para impedir por ley el indulto a cualquier condenado por delito fiscal, contable o económico #InvestiduraAnd

— PSOE de Andalucía (@psoedeandalucia) May 4, 2015

Ahora, siete años después y en un segundo plano político, Susana Díaz ha sostenido que «Pepe es un hombre honesto y honrado» y «hay argumentos de sobra para justificar el indulto». Un indulto que en 2015 exigía prohibir. Díaz recordaba también este pasado fin de semana que el magistrado del Tribunal Supremo Alberto Jorge Barreiro «no vio delito de malversación».

«Su familia ha recurrido a un instrumento de gracia por razones humanitarias, por edad (76 años), por su patrimonio, no se ha llevado ni un duro, hasta Feijóo ha reconocido que no era un político corrupto», proseguía defendiendo Susana Díaz, quien de igual forma ha esgrimido el hecho de la existencia de dos votos particulares al fallo, aprobado por tres votos a favor y dos en contra.

Excusas y más excusas para volver a engañar al votante socialista, que ve cómo quienes hace siete años exigían poner fin a indultos relacionados con delitos económicos, como el protagonizado por Griñán, ahora exigen con el misma énfasis el ‘perdón judicial’ para el ex presidente andaluz, responsable directo, según la Justicia, del caso ERE, por el que socialistas y allegados llegaron incluso a utilizar el dinero de los andaluces para gastarlo en prostitutas y cocaína.