Felipe González rechazó la petición personal de Sánchez para participar en la campaña andaluza
Pedro Sánchez está cada día más solo y prueba de ello son los desplantes que, incluso dentro de su propio partido, ha recibido últimamente; el más notorio es el del ex presidente del Gobierno Felipe González que, pese a la petición expresa del actual líder del PSOE, rechazó acudir a hacer campaña a Andalucía. Aunque el propio Sánchez le llamó para pedírselo, como hizo con los barones y el otro ex presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que acabó aceptando.
Al inicio de la campaña, en una Ejecutiva del partido, el presidente alzó la voz para lamentar que “no todo el mundo se está implicando”. Aunque él, a diferencia de otras campañas autonómicas, tampoco ha respondido de la misma manera. Sánchez no acudió al acto de inicio de campaña y desde entonces, hasta este viernes, que finalizará el período para pedir el voto, habrá participado únicamente en tres mítines. Muy lejos de los 6 y 8 que protagonizó en Castilla y León y Cataluña.
Protegiéndose del más que probable descalabre electoral de los socialistas el próximo domingo, y para evitar que el malestar del equipo de Juan Espadas aumentase por el nulo apoyo que estaba recibiendo, el secretario general del PSOE exigió a sus ministros y a su Ejecutiva que se dejasen ver a diario en Andalucía para contrarrestar su ausencia. Una petición que extendió a algunos ex altos cargos como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, como es habitual en las campañas, aunque no todos le hicieron caso.
Cuchillos
Para algunos socialistas, el hecho de obligar a algunos a hacer campaña, como es el caso de Zapatero o Javier Lambán, “ha sido un error”. Y es que tal como están las cosas en el PSOE, con un Sánchez cada vez más cuestionando, “era previsible que alguno desenfundara los cuchillos”. Y fue el presidente de Aragón el primero en hacerlo el pasado domingo en un acto con otros barones en Córdoba. Lambán defendió la gestión de la defenestrada Susana Díaz y pidió al líder del PSOE no ser “cicatero” y poner en valor su contribución.
Este miércoles Zapatero también dejó otro titular que no ha gustado mucho en Ferraz ni en San Vicente cuando defendió el “orgullo” que sentía por los condenados Manuel Chavez y José Antonio Griñán. “Son honrados”, dijo Zapatero. Horas después, en una entrevista en La Ser, al candidato Juan Espadas no le quedó otra que hacerse suya la frase cuando le recordaron que ni Chaves, ni Griñán ni Díaz estaban pidiendo el voto por él.
Una de las dirigentes que también se ha tenido que poner las pilas es la vicesecretaria general, Adriana Lastra. Tras una participación discreta en los primeros días de campaña, y al decidir Sánchez que no iría a ningún otro acto que el mitin final, el presidente pidió a su número dos una mayor implicación. De ahí que desde el pasado lunes la agenda de Lastra en Andalucía se haya multiplicado. Cada día ha protagonizado como mínimo un acto cuando la semana pasada estuvo prácticamente desaparecida.
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