El abandono de Marlaska a la Guardia Civil: tiene averiadas 9 de las 14 embarcaciones antinarco
Más del 64% de las embarcaciones que tiene la Guardia Civil para luchar contra los narcos están averiadas
Jucil estima que la Guardia Civil tiene un déficit de 37.000 agentes
Los agentes de la Guardia Civil que luchan contra el narcotráfico en Cádiz, Almería y Algeciras (las regiones más golpeadas por el contrabando de droga) apenas disponen de cinco de las 14 embarcaciones que, en teoría, tienen para poder hacer frente a unas mafias cada vez más violentas. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, desligaba el asesinato de dos agentes de la Guardia Civil en Barbate de la falta de medios y efectivos policiales. De hecho, esa misma mañana calificaba de «éxito» su plan de seguridad en la zona. Pero la realidad es otra muy distinta.
Antes de entrar a analizar que más del 64% de las embarcaciones que tiene la Guardia Civil para luchar contra los narcos están averiadas, caben destacar algunas otras cuestiones que han explicado a OKDIARIO Andalucía los que más saben: los guardias civiles que día tras día se juegan la vida en el sur de España sin apenas medios para luchar contra las todopoderosas mafias.
Para empezar, nadie comprende en la Benemérita cómo una sola patrulla vigila durante cada noche una costa de más de 25 kilómetros (Barbate, Conil y la sierra). «Ahí entra de todo y sólo hay dos guardias en una sola patrulla. Es imposible controlarlo así», señala a este periódico un agente, que asegura, igual que tantos otros, que Marlaska sabe «perfectamente» tanto que faltan medios como que falta personal.
Además, cabe destacar que las embarcaciones que tienen los agentes de la Guardia Civil para luchar contra las mafias no salieron a ayudar en Barbate el pasado viernes por un hecho irrefutable: están averiadas. Desde el Ministerio de Interior se ha vendido que no salieron por las condiciones climatológicas, algo que desmienten todos y cada uno de los guardias civiles consultados por OKDIARIO Andalucía. «Sólo por esto Marlaska debe dimitir y, si no lo cesa Sánchez, es que el Presidente está de acuerdo en su nefasta gestión», agrega uno de ellos.
Almería
En Almería sólo funciona una de las cuatro embarcaciones que tiene la Guardia Civil para luchar contra los narcos… y es una zódiac, la S39. Las otras tres están averiadas. La Río Jiloca (una patrullera de alta velocidad) está averiada del turbo motor, la Río Nacimiento tiene restringida la navegación porque le falta un generador y la Río Guadiana es una oceánica que está inoperativa por falta de personal.
Además, cabe destacar que en la base de Almería faltan cuatro mecánicos. «Las vacantes quedan en reserva porque nadie las quiere, nadie quiere venir aquí», lamenta un agente de la Benemérita.
Algeciras
La base de Algeciras en teoría cuenta con cinco embarcaciones para hacer frente al narcotráfico, sin embargo, la Río Navia está inoperativa porque sólo le funciona un motor y la Río Cerena ha sido enviada a Cádiz porque se quedaron sin ninguna disponible.
De este modo, en Algeciras los agentes sólo cuentan con la Río Belelle, la Río Flumen y la S20, que es una zódiac similar a la que arrollaron los narcos el pasado viernes en Barbate, es decir, totalmente inútil para enfrentarse a embarcaciones 20 veces más pesadas, con el triple de motores y, en definitiva, muy superiores a una mera barca semirrígida.
Cádiz
En Cádiz los agentes de la Guardia Civil que luchan contra el contrabando de droga tienen, en teoría, cinco embarcaciones. Sin embargo, sólo funciona una de ellas: la Río Cerena, que realmente pertenece a la base de Algeciras pero que fue trasladada a Cádiz ante la falta de vehículos.
Y es que las cuatro que hay en la base gaditana están averiadas. También la zodiac SC20 de la que disponen. Especialmente llamativo es el caso de la Río Irati, una lancha de unos 20 metros de eslora que está valorada en unos dos millones de euros y que se avería cada vez que sale a la mar. «Es desesperante», explica uno de los agentes que mejor conoce la base de Cádiz. Lo mismo sucede con la Río Águeda y la Río Ulla, dos lanchas con las que los guardias civiles podrían intentar frenar en mejores condiciones a las mafias y que llevan meses atracadas al estar averiadas. Esta es, precisamente, la pasividad por la que claman los agentes de la Guardia Civil y los sindicatos policiales.
Falta de efectivos
Pero es que a la falta de medios, además, hay que sumar la alarmante falta de efectivos. Tanto los medios como el personal los decide el Ministerio de Interior, que dice que la plantilla está actualizada en base a un catálogo hecho hace 20 años, es decir, que está hecho en base a una población y una delincuencia obsoletas.
Pero, aún utilizando este catálogo claramente desactualizado, existe un déficit de 10.000 agentes de la Guardia Civil en toda España. Sin embargo, el sindicato mayoritario de la Benemérita, Jucil, estima que, como mínimo, son necesarios 17.000 agentes si se actualizara el catálogo.
A esto hay que añadirle que durante los próximos cuatro años pasarán a la reserva muchos agentes que entraron a mediados de los 90. En ese tiempo se hizo un gran esfuerzo y se incorporaron a la plantilla 20.000 personas. Pero todos ellos están pasando ahora a la reserva o se están jubilando porque pasan de los 56 años.
Con estas cifras, basta sumar para darse cuenta de que el déficit será aún peor durante los próximos años. A los 17.000 agentes que Jucil estima que son necesarios hay que sumarle los 20.000 que se darán de baja en un futuro muy próximo. Es decir, que serán necesarios 37.000 agentes durante los próximos años. Sin embargo, según explican fuentes conocedoras a OKDIARIO Andalucía, de la academia salen aproximadamente 2.500 agentes cada año. Así, en los próximos cuatro años ingresarán sólo 10.000 agentes cuando son necesarios nada más y nada menos que 37.000.
Con estos datos, uno se percata con facilidad del abandono al que Fernando Grande-Marlaska tiene sometido a la Guardia Civil. Una Benemérita que lucha contra un narcotráfico cada vez más violento, con nueve de las catorce embarcaciones averiadas y con 37.000 agentes menos de los que se necesitan.