Una juez sentencia que en el partido de Colau manda ella: «Las asambleas no tienen poder de decisión»

Ada Colau
Ada Colau. (Foto: AFP)

El partido de la alcaldesa Ada Colau, Barcelona en Comú, destituyó en enero a la concejal paquistaní Huma Jamshed y ésta denunció señalando que la cesaron «por racismo». Ahora una juez da la razón a Colau y asegura que «las asambleas no tienen poder de decisión».

La ex concejal de distrito continuó su lucha en los tribunales asegurando que desde que ganó las primarias, el equipo de Colau le hizo la vida imposible hasta conseguir echarla. Ahora el Juzgado que trabajaba en la demanda de la ex consejera portavoz de Ciutat Vella, Huma Jamshed, contra el partido de Ada Colau ya ha dictado sentencia.

Aunque la alcaldesa de Barcelona y su concejal Gala Pin manifestasen a diversos medios de comunicación hace un año que las decisiones del partido las toman las asambleas, en el juicio sostuvieron que es Colau quien las toma y el juez le da la razón. Según el abogado de Jamshed, Fernando Panadero: «la Fiscalía y la Juez de Barcelona entienden que las mentiras dichas en política carecen de efectos jurídicos». 

El partido se proclamó en 2015 como ultra democrático y asambleario y en la vista judicial, la concejal Pin y el abogado de ‘Los comunes’ sostuvieron que su estructura organizativa es jerárquica al modo tradicional. El organigrama que presentaron en la vista judicial, dado por bueno por la Fiscal y la Juez, mostró que la toma de decisiones corresponde a la alcaldesa y su cúpula, donde está el núcleo duro de la dirección del partido.

En un comunicado, la ex consejera portavoz de origen paquistaní recordó que fue elegida para el puesto por los afiliados en elecciones primarias y, además, votada por los barceloneses como candidata número 16 del partido en las elecciones municipales.

Jamshed recalca que apenas estuvo medio año en el cargo, «sufriendo una campaña de acoso y desprestigio» de la concejal Pin y su equipo hasta que la alcaldesa Colau le cesó. Además, asegura que sufrió «mentiras y abusos de poder» y que «las promesas de democracia directa de elecciones primarias y asambleas que nos prometieron a todos hace dos años fueron engaños, pero engaños sin relevancia jurídica».

Desde su perspectiva, esto significa dos cosas: por una parte, «Los Comunes impiden que una gran parte de los vecinos del distrito estén representados en el Ayuntamiento». Por otra parte, «Ada Colau y su gente» les «manipularon con una falsa democracia directa para asaltar el poder».

Además, la Fiscalía también le «ha decepcionado mucho, ya que ha defendido al poderoso núcleo que maneja el partido en lugar de los derechos del ciudadano común».

No obstante, Jamshed se siente «orgullosa y honrada por haber sido la primera persona de origen paquistaní elegida para un puesto de elección popular en España y haber ejercido como representante electa, aunque sólo unos meses, en el Ayuntamiento de Barcelona».

En cuanto a sus planes tras la sentencia, está valorando «seguir esta lucha por la justicia tanto con una apelación como por otros medios no judiciales», remacha. «Voy a seguir trabajando por el bien de mis vecinos y familiares y la justicia social. Todavía hay barreras que impiden a personas como yo tener éxito en este país y seguiré trabajando para derribarlos y un día vivir en una España justa donde cualquiera pueda desarrollar sus capacidades venga de donde venga».

Por su parte, en clara afinidad con Jamshed, el profesor Enric Martínez, portavoz del partido ‘Unidos Sí’ y anteriormente candidato a la dirección de Podemos en Cataluña apoya a la ex consejera sin fisuras. Señaló que «ante la indefensión que arroja un sistema judicial donde la separación de poderes brilla por su ausencia, reforzando un sistema cada vez más partitocrático, no queda más remedio que buscar la justicia por otros medios».

Además, denuncia que «hay que desenmascarar ante el electorado el autoritarismo y los engaños» de Colau y su partido. Un «nacionalismo étnico mal disimulado que empobrece», una forma de entender la sociedad y la política que, «irónicamente, contrasta con la forma de entender España de personas como Huma Jamshed: abierta, moderna, cívica, constitucional, enriquecedora y socialmente justa»

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