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En Cantabria, donde los paisajes parecen sacados de un cuadro, hay pueblos que esperan ser descubiertos. Uno de ellos ha sido destacado por National Geographic como el más bonito de la región, no por su fama, sino por su autenticidad: calles empedradas, casonas antiguas y un ambiente perfecto para pasear y dejarse sorprender.
Lo mejor de todo es que llegar es muy fácil: está a sólo 20 minutos de Santander en coche y cuenta con trenes diarios que lo conectan. Así que prepárate, empaca tus cosas y marca el día en el calendario. Sigue leyendo para planificar tu próxima escapada a este pueblo que no te va a decepcionar.
¿Qué ver en el pueblo más bonito de Cantabria?
Desde puentes históricos y casonas señoriales hasta leyendas fascinantes, Liérganes es un destino perfecto para explorar.
1. Puente Mayor y la estatua del hombre pez
Este puente de piedra del siglo XVII es una de las imágenes más icónicas de Liérganes. Sus dos arcos de medio punto, construidos con piedra extraída del río Miera, destacan por su belleza y su papel en la historia del transporte en Cantabria. Junto a él, la estatua del hombre pez rinde homenaje a la leyenda más famosa del pueblo.
2. Casco histórico y calle Jan Curtius
El casco antiguo de Liérganes es un paseo por la historia, con casas señoriales y detalles arquitectónicos que sorprenden a cada paso. La calle Jan Curtius, con su fachada de la Casa Rañada-Portilla, es uno de los rincones más fotografiados por su encanto único.
3. Iglesia de San Pedro Ad Vincula
Situada junto al cementerio, esta iglesia del siglo XVII combina estilos renacentista, barroco y gótico. Su interior sólo puede visitarse los domingos, pero su imponente estructura merece una parada, especialmente por su bóveda de crucería.
4. Balneario de la Fuente Santa
Con más de 150 años de historia, este balneario es famoso por sus aguas sulfurosas, conocidas por sus beneficios para la piel y el sistema respiratorio.
5. Fábrica de Artillería y Plaza de los Cañones
La primera Fábrica de Artillería de España, inaugurada en 1622, transformó la economía local. Aunque ya no está activa, su legado perdura en la Plaza de los Cañones, donde un edificio barroco con antiguos cañones en sus esquinas recuerda esta época de esplendor.
6. Palacio de Elsedo
A tan sólo cinco kilómetros de Liérganes, en Pámanes, este palacio del siglo XVIII es una joya arquitectónica. Su torre octogonal y la capilla barroca destacan por su singularidad. Además, alberga un museo de arte contemporáneo con obras de grandes artistas como Chillida y Oteiza.
7. Puente de Rubalcaba y su entorno
En el barrio de Rubalcaba, este puente del siglo XVII, junto con la ermita, la presa y el molino harinero, forma un conjunto que parece sacado de un cuento.
8. Gastronomía local y los «sacristanes»
No te puedes ir de Liérganes sin probar su gastronomía. Destacan sus carnes, pescados de río y, por supuesto, los «sacristanes», dulces típicos del pueblo que son perfectos para acompañar un café después de recorrer sus calles.
La leyenda del hombre pez de Liérganes
Francisco, un joven pelirrojo de Liérganes, era conocido por su habilidad para nadar en el río Miera. A los 14 años, fue enviado a trabajar a Bilbao, pero en la noche de San Juan de 1674 desapareció nadando hacia el mar.
Cinco años después, apareció en la bahía de Cádiz, confundido y sólo capaz de pronunciar «Liérganes». De regreso a su pueblo, Francisco vivió como un hombre callado y reservado hasta que desapareció nuevamente en el río, esta vez para siempre.