Naturaleza

‘National Geographic’ lo tiene claro: este paisaje asturiano es «un auténtico oasis»

Paisaje asturiano
Asturias.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

National Geographic destaca en su revista de viajes la belleza natural de un enclave cerca de Cangas de Onís, uno de los pueblos más bonitos de Asturias, conocido como la Olla de San Vicente. Este lugar se describe como «un pequeño paraíso escondido en el corazón del bosque asturiano, accesible a través de una ruta a pie desde el pueblo de Tronín». Durante aproximadamente una hora de caminata a lo largo del sendero del río Dobra, que comienza en el Puente Viejo, los visitantes pueden disfrutar de un paseo fácil y escénico, rodeado de naturaleza virgen. La Olla de San Vicente se presenta como un oasis especialmente encantador en los meses de verano.

La revista describe estas aguas como inusuales por su claridad y tranquilidad, proporcionando un ambiente perfecto para nadar y relajarse. El artículo enfatiza que esta excursión es ideal para familias y aquellos que buscan una experiencia de montaña sin complicaciones, resaltando la accesibilidad y la belleza natural del entorno. Este destino se convierte así en uno de los principales reclamos turísticos de la región, capturando la esencia de la naturaleza asturiana en su máxima expresión durante la temporada estival.

Olla de San Vicente en Asturias

@itxasoruay porfin !!! la Olla de San Vicente , piscina fluvial, a la hora que llegamos no había mucha gente , pero en poco tiempo , había!! pero gracias a dios como es una ruta de ir a pie , esta poco masificada , los más valientes se bañaron , ya sabéis como.estaba el agua !!!!♬ Libertad – Nil Moliner

La ruta a la Olla de San Vicente a lo largo del río Dobra es una de las más populares en Asturias. Este sendero, conocido por su accesibilidad y belleza natural, atrae tanto a asturianos como a visitantes de todas partes. El trayecto, que comienza cerca de Tronín después de tomar la N-625 desde Cangas de Onís hacia el puerto de Pontón, es ideal para familias y niños debido a su corta duración y facilidad.

Durante aproximadamente una hora de caminata por un sendero ancho junto al río Dobra, los caminantes pueden disfrutar de un entorno natural espectacular. Se pasa por el Puente Viejo y se observan cabañas de piedra y pozas que invitan a bañarse en aguas cristalinas. La primera parte del camino es fácil y adecuada para todos, mientras que la segunda se estrecha un poco.

El destino final es la Olla de San Vicente, una impresionante piscina natural de aguas verdes y hasta cinco metros de profundidad. Este enclave cautiva a niños y adultos por igual, ofreciendo un lugar perfecto para relajarse, nadar y disfrutar de un picnic en un entorno natural inigualable. Las vistas desde la pradera cercana añaden un toque misterioso y encantador al lugar, convirtiendo esta excursión en una experiencia memorable para toda la familia.

Cangas de Onís, uno de los pueblos más bonitos de España

Cangas de Onís, un lugar histórico de profunda relevancia en la historia de España, desempeñó un papel crucial como capital del Reino de Asturias hasta el año 774. Aquí, el rey Don Pelayo estableció su corte y lideró valerosamente a su pueblo en una resistencia tenaz contra el poder musulmán que dominaba la mayor parte de la Península Ibérica tras la caída del Reino visigodo.

Este pueblo ofrece una experiencia cultural e histórica inolvidable. Comenzando por su casco histórico, destacan monumentos emblemáticos como el Puente Romano, construido en la Edad Media y famoso por sus arcos asimétricos que atraviesan el río Sella. Desde aquí, a pocos pasos se encuentra la Ermita de Santa Cruz, construida sobre un dolmen prehistórico, testimonio de la rica historia que envuelve la región. La cercana Iglesia de la Asunción, con su imponente campanario y la estatua de Don Pelayo frente a ella, añaden capítulos adicionales al legado cultural de Cangas de Onís.

Además de su patrimonio arquitectónico, el pueblo se anima cada domingo con su tradicional mercado, donde los productos locales como el famoso queso gamonéu y la artesanía regional capturan la esencia de la vida asturiana. Callejear por las históricas calles como la Calle Pelayo o la Plaza del Mercado permite descubrir rincones encantadores y disfrutar del ambiente que caracteriza a esta pequeña localidad.

A las afueras de Cangas de Onís, la majestuosidad natural de los Picos de Europa se despliega en su máximo esplendor. A sólo unos kilómetros, el Santuario de Covadonga con su basílica y la Santa Cueva, donde reposan los restos de Don Pelayo, ofrece un vistazo profundo a la historia religiosa y política de la región.

Continuando el viaje por la serpenteante carretera hacia los Lagos de Covadonga, se revelan paisajes de alta montaña con lagos glaciares como el Enol y el Ercina, rodeados por picos imponentes y prados verdes. Estos lugares no sólo son un deleite para los amantes del senderismo y la naturaleza, sino que también ofrecen vistas panorámicas que cautivan a todos los visitantes.

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