Las mejores piscinas naturales para disfrutar los días de calor están en este pueblo de Ávila
El pueblo se encuentra al pie de la Sierra de Gredos
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En las faldas de la sierra de Gredos, en pleno corazón de la Ribera del Tiétar, se encuentra Candeleda, considerado uno de los pueblos más encantadores de Ávila. Esta villa destaca no sólo por su impresionante entorno natural, sino también por su riqueza histórica y cultural, convirtiéndose en un destino rural imprescindible para numerosos viajeros. El paisaje de Candeleda está repleto de ríos, gargantas y cascadas, y cuenta con una de las piscinas naturales más destacadas de la región.
La fusión de su impresionante entorno natural con la conservación del encanto de sus callejuelas empedradas y edificaciones populares resulta en un conjunto monumental asombroso, capaz de cautivar a lo visitantes. Este entorno privilegiado y su casco histórico admirable crean una combinación perfecta que no deja indiferente a quienes lo visitan.
Candeleda
Visitar la localidad de Candeleda es una oportunidad para descubrir el rico patrimonio y la impresionante belleza que esta población de origen medieval ofrece. Situada en el sur de la provincia de Ávila, en el pintoresco Valle del Tiétar, Candeleda se presenta como un lugar único y lleno de encanto.
La ubicación de Candeleda en la Ribera del Tiétar, al pie de la Sierra de Gredos y protegida de los vientos fríos, en la depresión más profunda de Castilla y León, la convierte en un lugar mágico. Este encanto se debe a sus hermosos paisajes y frondosas arboledas, sus caudalosas gargantas, arroyos y manantiales, así como a los imponentes picos y formaciones rocosas de la sierra y sus tradiciones ancestrales.
Entre los tesoros naturales de Candeleda, sus ríos y gargantas se destacan por su belleza y abundancia. Ejemplo de ello es la Garganta de Santa María, que atraviesa el casco urbano, formando diversas piscinas naturales a distintas alturas. Por otro lado, la Garganta de Chilla, con sus aguas puras y cristalinas, ofrece un lugar perfecto para darse un refrescante baño en sus charcos.
Historia
La historia de Candeleda se remonta a hace 3.000 años, como lo evidencian las pinturas rupestres halladas en Peña Escrita. Siglos después, este lugar se transformó en lo que hoy se conoce como el Castro Vettón de El Raso.
Sin embargo, la primera mención oficial de Candeleda como villa aparece en una donación realizada por Alfonso X El Sabio, quien otorgó los «Carriles de Candeleda» a Velasco Gómez de Ávila. Estos carriles representaban los derechos de paso por el Puerto de Candeleda, utilizados por los rebaños trashumantes de la recién creada Mesta, según detallan en la web del Ayuntamiento.
Lugares de interés
Situada en el Barrio de la Judería, la Casa de la Judería fue sede de la Santa Inquisición durante los siglos XV y XVI. Su arquitectura sigue el estilo tradicional de las casas entramadas del Valle del Tiétar y la Comarca de la Vera.
Ubicada en la parte antigua y más alta de Candeleda, la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción destaca por su estructura de granito y detalles arquitectónicos únicos, como las bóvedas semicirculares y un vestíbulo con seis nervios que se elevan hacia lo alto. Construida en el gótico rural a finales del siglo XV, en su interior se encuentran el Retablo Mayor de 1750 y el Retablo de Cerámica de 1540. En el año 1991 fue declarada Bien de Interés Cultural.
En la Calle del Moral se pueden ver construcciones típicas de los siglos XVI y XVII, conocidas como Casas Entramadas, con sus características solanas retranqueadas. La calle del Moral recuerda la importancia histórica de la morera y los gusanos de seda, y se adorna con flores en los balcones.
El Museo del Juguete de Hojalata, ubicado en la Casa de las Flores, revive la nostalgia de los juguetes de hojalata de principios del siglo XX. Dividido en cuatro secciones, el museo alberga una colección que evoca los tiempos en que nuestros padres y abuelos jugaban con estos objetos robustos pero delicados.
Entorno natural
La ubicación de Candeleda en el Valle del Tiétar y su cercanía a la Sierra de Gredos la transforman en un auténtico paraíso para los aficionados a la naturaleza y al senderismo. Hay múltiples rutas de senderismo que atraviesan diversos paisajes, desde densos bosques y amplios campos de cultivo hasta cimas montañosas y márgenes de ríos. La ruta más popular es la que conduce a la Garganta de Santa María, un impresionante desfiladero con pozas de agua cristalina, perfectas para un baño veraniego.
Dentro del casco urbano, este espacio natural alberga dos piscinas naturales: El Charco Carreras y El Charco Palomas. Ambas resultan ideales para un refrescante chapuzón en la época estival y disponen de servicios de kiosco. Estos lugares forman parte del Parque Regional de la Sierra de Gredos, una zona protegida que alberga una gran diversidad biológica.
¿Te animas a hacer una escapada de fin de semana a uno de los pueblos más bonitos de Ávila este verano?