Televisión, cine y series

El aterrador documental basado en hechos reales que está entre lo más visto de Netflix

  • Francisco-Eme
  • Soy un graduado en Comunicación Audiovisual y Publicidad, que escribe desde su pasión por y para el cine, donde también intento hacerme un hueco como guionista. "Todo lo que puede ser imaginado es real", Pablo Picasso.

Los documentales True crime son uno de esos géneros que apasionan y suelen funcionar bastante bien dentro de plataformas como Netflix. Más allá de las películas o las series, la forma en la que el servicio de streaming consigue narrar y navegar por los entresijos de los casos delictivos más sonados del mundo. Por este motivo, no resulta extraño encontrar entre lo más visto del contenido un aterrador documental titulado Nuestro padre.

‘Nuestro padre’ (Netflix)

Nuestro padre aterrizó en Netflix el pasado 11 de mayo y, en pocos días se ha abierto camino entre blockbuster y series comerciales repletas de estrellas de primer nivel. Sorprende todavía más si cabe que se trate de una ópera prima, pues su directora Lucie Jourdan jamás se había aventurado en este campo, habiendo cimentado su carrera sobre todo como productora ejecutiva. Como todo buen True Crime, Nuestro padre reúne todas las características esenciales para brillar en su propio campo. Primero un caso real que roce la ficción del mejor thriller. Después, un antagonista que revele lo peor del ser humano. Finalmente y como guinda, el misterio y desarrollo lleno de suspense que vaya revelando todas las piezas de un puzzle. La sinopsis de la que parte ya puede resultar interesante para cualquiera:

‘Nuestro padre’ (Netflix)

“Tras hacerse una prueba de ADN en casa, una mujer descubre que tiene numerosos hermanastros y destapa un escándalo relacionado con un famoso especialista en fertilidad”. Nuestro padre construye el aterrador documental que es, a través de los testimonios de los hijos del experimento enfermizo del Dr. Donald Cline. Lo más llamativo es que conforme avanza el documental, el número de implicados no parece tener fin, llegando a contabilizar más de 60. Cline fue un médico especializado en fertilidad de Indianápolis, que había utilizado en numerosas ocasiones su propio esperma para inseminar a pacientes de su clínica. El doctor lo hacía sin ningún tipo de consentimiento, asegurando que el material pertenecía a estudiantes de medicina.

La que inició todo el increíble plot twist fue la conocida como “hermana nº 1”, Jacoba Ballard. Un día inocentemente, después de hacerse pruebas de AD a través de webs como Ancestry.com y 23andMe, descubrió una paternidad colectiva que llevaba directamente hasta Cline. La justicia, al principio, no le hizo ni pizca de caso pero cuando acudió a los medios, la reportera local Angela Ganote comenzó una investigación periodística.