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Hay gestos que representa respeto, amabilidad y cortesía. Uno de ellos es el momento de saludar a otra persona en diferentes escenarios como una reunión social o un evento laboral. En este sentido, ponerse o no de pie para saludar transmite niveles de respeto, reconocimiento, jerarquía y cortesía hacia la persona que llega. Por eso, distintas instituciones dedicadas al protocolo, coinciden en que la acción de levantarse es, en la mayoría de los casos, la forma correcta de decir hola. Saludar sin levantarte de la silla se atribuye a excepciones muy puntuales.
Desde la perspectiva ceremonial y protocolar, saludar sin levantarte de la silla puede interpretarse como una falta de reconocimiento hacia quien llega. Según Etiqueta de Candace Smith, la regla tradicional establece que, cuando alguien entra en una habitación, lo apropiado es que quienes ya están allí se pongan de pie para saludar. «Este gesto no solo formaliza el encuentro, sino que también muestra disposición y apertura corporal», mencionan. Por su parte, el Instituto CAECBA, dirigido por el Profesor Rubén Alberto Gavaldá y Castro, precisa que tanto hombres como mujeres deben levantarse en la mayoría de los casos, ya que permanecer sentados puede interpretarse como una señal de superioridad o falta de cortesía, salvo en situaciones muy específicas vinculadas a la precedencia social o a la familiaridad previa.
¿Qué quiere decir saludar sin levantarte de la silla?
Ponerse de pie al saludar es un acto social cargado de simbolismo. Implica reconocimiento del otro, respeto y voluntad de participación en un acto social. Según Etiqueta de Candace Smith, levantarse permite mirar a la persona cara a cara, facilita el contacto visual y abre la postura corporal.
«También mejora la calidad de los saludos más formales, como el apretón de manos, que se considera incompleto o descortés cuando se realiza desde una posición sentada», comentan.
Para el Instituto CAECBA, la tradición de levantarse está ligada al concepto de precedencia. «Si llega una persona de mayor jerarquía, edad o autoridad, corresponde levantarse e incluso hacer el gesto de ceder el asiento. Este acto demuestra referencia, un valor fundamental dentro del protocolo», afirma el especialista.
¿Cuándo se considera inapropiado saludar sentado?
Aunque el protocolo es claro, existen algunas excepciones legítimas. Saludar sin levantarte de la silla puede aceptarse únicamente cuando la persona que llega tiene menor precedencia y existe una relación previa.
«Una persona de alta jerarquía social o familiar puede permanecer sentada si recibe el saludo de alguien a quien ya conoce y que ocupa un nivel inferior en la escala de precedencias», explica Gavaldá y Castro. Sin embargo, el profesor asegura que muchas veces esa persona opta por levantarse igualmente para mostrar afecto o cortesía adicional.
Otra excepción ocurre cuando levantarse no es posible por razones de salud o movilidad. Desde Etiqueta de Candace Smith aclaran que, en estos casos, es adecuado excusarse brevemente con una frase amable, explicando la razón antes de proceder con el saludo. «Esto mantiene el marco de respeto sin comprometer el bienestar físico de la persona», sostienen.
¿Cuál es el simbolismo histórico de saludar de pie?
El acto de mantenerse saludar sin levantarte de la silla mientras otros se inclinan para saludar tiene raíces históricas. En la antigüedad, este gesto se asociaba a figuras de poder, especialmente monarcas, que permanecían sentados para marcar superioridad.
Como recuerda el Instituto CAECBA, quien saluda desde abajo exponía su espalda y su vulnerabilidad, mientras que quien permanecía sentado reafirmaba su posición jerárquica.
«Por eso, en la vida cotidiana actual, saludar sin levantarse puede generar interpretaciones negativas: arrogancia, desinterés o falta de educación», destacan autoridades del Instituto CAECBA.
Tanto Etiqueta de Candace Smith como el Instituto CAECBA señalan escenarios específicos donde ponerse de pie es imprescindible. En reuniones formales, cenas, galas o eventos con mesa servida, se espera a que los invitados permanezcan de pie hasta conocer a los demás comensales y hasta que el anfitrión autorice a sentarse.
En eventos sociales más informales, como fiestas o reuniones familiares, ponerse de pie para saludar a quienes se incorporan al grupo es una señal de cortesía básica. Asimismo, es una buena práctica esperar a que todos tomen asiento antes de hacerlo uno mismo, especialmente cuando hay personas de mayor edad, autoridades o invitados especiales.
¿Qué comunica el saludo de pie?
Para los expertos, saludar sin levantarte de la silla no pasa desapercibido ni es una actitud neutral. Por lo general, comunica jerarquía, nivel de cercanía y disposición hacia el encuentro. Por lo tanto, ponerse de pie es un gesto simple, pero cargado de significado social.
Demuestra respeto, amabilidad, presencia y reconocimiento hacia la otra persona. Las recomendaciones de Etiqueta de Candace Smith y del Instituto CAECBA coinciden en que levantarse es la opción correcta en la gran mayoría de los casos, salvo circunstancias muy puntuales.
«Por eso, comprender el valor de este gesto ayuda no solo a proyectar buena educación, sino también a favorecer relaciones más respetuosas y equilibradas», concluyen.
