La Comisión Europea elimina el roaming y garantizará la neutralidad en la Red
Si viajas por Europa usando un smartphone, seguro que te has preguntado cómo es posible que, siendo muchas veces la misma compañía la que te da el servicio de voz y datos en España que la que usas en otros países de la Comunidad Europea, tengas que pagar las muy superiores tarifas de de itinerancia o roaming de datos y llamadas. Pues bien, desde hace tiempo, la Comisión Europea estaba peleando por eliminar estas tarifas de roaming que, según ha anunciado hoy, desaparecerán por completo a partir del 15 de junio de 2017. Hasta entonces, habrá una primera rebaja en abril de 2016, fecha a partir de la cual habrá unas cantidades máximas adicionales que podrán cobrar las operadoras que serán de 0,05 euros por minuto en las llamadas y 0,05 euros por MB de descarga de datos. Además, si eres de los que todavía usa SMS, el coste adicional máximo que podrán cobrarte es 0,02 euros por mensaje. Por supuesto, estas son cantidades adicionales que se suman a lo que pagas por cada uno de estos servicios en tu país.
Como decíamos, a partir de mediados de junio de 2017, estas cantidades adicionales desaparecen, de manera que tu operadora te cobrará lo mismo por los datos que uses en nuestro territorio que en otros países de la Comunidad Europea, con lo que puedes viajar tranquilo sabiendo que no te va a llegar un cargo adicional por llamar o usar la conexión LTE de tu smartphone. Por otro lado, no queda claro en qué medida, pero hay unos límites para esta medida que tratan de hacer que un usuario español no pueda contratar una tarifa a un operador francés para usar principalmente en España, y la nueva normativa contempla que la operadora pueda aplicar una pequeña tasa si tu consumo en roaming supera un determinado límite.
Internet abierta garantizada
El acuerdo alcanzado por la Comisión Europea no sólo ha servido para eliminar las tarifas de roaming, sino que se ha llegado también a una postura única con respecto al principio de “neutralidad en Internet”, lo que significa que ninguna conexión o servicio serán ralentizados por las empresas que controlan las infraestructuras de conexión ni estará permitido que ciertas empresas paguen para que sus datos viajen más rápido. Esta polémica tiene que ver con los servicios de televisión a la carta que en EEUU pagan a las operadoras para tener mejores velocidades y que su tráfico sea prioritario frente a otros que no pagan (últimamente, por ejemplo, se rumoreaba que algunas operadoras podían estar ralentizando el tráfico de Netflix porque compite con servios propios de televisión). Según la Comisión Europea, “en una Internet abierta, todo el tráfico será tratado por igual, con estrictas y claramente identificadas excepciones de interés público, como la seguridad de la red o la lucha contra la pornografía infantil”.
La medida trata de que los proveedores de conexión sean capaces de ofrecer servicios como televisión a la carta de alta calidad, pero siempre sin hacerlo a expensas de la calidad del resto de las conexiones a Internet. Se espera que esta norma se apruebe en abril de 2016 y la Comisión señala que su intención es crear normas europeas que eviten la fragmentación y formen un marco de seguridad jurídica para los negocios, que hoy tienen que lidiar con las dificultades de las distintas normativas locales (en aspectos como la privacidad de datos y otras leyes) que ponen todavía lejos el llamado “mercado común digital”.