Segundo magrebí desnudo en 24 horas: un hombre se pasea sin ropa por el metro de Madrid

Un hombre de nacionalidad magrebí se ha paseado completamente desnudo por el andén de la estación de Baunatal, entre las poblaciones de San Sebastián de los Reyes y Alcobendas, en la línea 10 del metro de Madrid. En las imágenes que se han difundido se le ve intentando subir por las escaleras mecánicas equivocadas, tratando de subir por las de bajada, y dándose palmadas en las cervicales. Finalmente un empleado de la seguridad del metro de Madrid le ha hecho entrar en razón haciéndole subir por las escaleras correctas, evitando así cualquier tipo de accidente.

Una vez en el piso superior, se observa al hombre corriendo por delante de los empleados de la seguridad privada que prestan servicio en el metro de Madrid. Efectivos de la Policía se personaron en las instalaciones del suburbano de la capital para apercibir al hombre por un supuesto delito de exhibicionismo. En el caso de que a esa hora hubiera menores viendo los hechos, algo que no ha podido corroborar este periódico, el hombre podría
ser castigado con la pena de prisión de 6 meses a 1 año o multa de 12 a 24 meses.

Otro caso en Badalona

Ayer, en Badalona, un hombre de origen magrebí se bañó en una fuente pública de la ciudad catalana completamente desnudo y a plena luz del día. Dos mujeres que se encontraban en las inmediaciones grabaron la escena con un móvil y el hombre al ver que estaba bajo el foco de una cámara comenzó a agarrarse sus genitales y a gritar «¡esto es mío!» y «¡hazme una foto!». Ante esto, una de las mujeres le respondió que ella no tenía ninguna necesidad de hacerle una foto a un hombre desnudo: «Ya tengo a mi marido», dijo.

Este espectáculo nudista por parte de un inmigrante se produjo en la fuente de la calle Quevedo, en el barrio de la Salut de Badalona, uno de los lugares con una mayor tasa de inmigración de toda la comunidad autónoma.

Cabe decir que el incidente ocurrió el mismo día en el que el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, reprochó a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, su actitud happy flower y «buenista» con la inmigración irregular, señalando que no tiene nada que ver «con los problemas reales de los vecinos», al tiempo que insistió en que en la «mayoría de casos» acaban «ocupando viviendas de manera ilegal o viviendo hacinados» porque no pueden trabajar.