Una mujer de 46 años apuñalada de gravedad por su pareja en un céntrico hotel de Madrid

Una mujer de 46 años ha sido brutalmente apuñalada este mediodía en una de las habitaciones del hotel Santo Domingo, situado en la calle San Bernardo 1 de Madrid. La Policía Nacional ha acudido de inmediato al lugar de los hechos y ha detenido a autor de la tentativa de homicidio, presuntamente la pareja de la víctima, en lo que a todas luces parece un nuevo episodio de violencia de género. La mujer, de origen colombiano, ha recibido diez puñaladas tres de ellas en la espalda de carácter penetrante.

La mujer y su pareja se hospedaban en el hotel, en una habitación de la plantas más bajas del establecimiento, cuando a media mañana han comenzado a escucharse gritos y ruido de golpes. Era una de las huéspedes, y presuntamente ha sido apuñalada por su pareja en numerosas ocasiones. Agentes de la Comisaría de Centro, a escasos 300 metros del hotel, han acudido de inmediato a la petición de ayuda del personal del hotel y de los huéspedes y han sorprendido al presunto agresor minutos después del ataque. Se trata de un ciudadano español de 32 años con antecedentes policiales.

Fuentes de Emergencias-Madrid confirman que la mujer ha sido atendida por el SAMUR de múltiples puñaladas en el rostro, el cuello y la espalda. Los sanitarios han estabilizado allí mismo a la víctima y la han trasladado de urgencia al Hospital Clínico en estado muy grave. El caso ha quedado en manos de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, especialistas en violencia sobre la mujer.

La violencia machista ya suma 16 asesinatos desde principios del mes de julio y multitud de agresiones graves, en uno de los veranos más trágicos de los últimos cinco años en España.

El último feminicidio, registrado en la localidad valenciana de Alzira, fue especialmente doloroso. Allí, Bartolomé, el policía jubilado que se ha suicidado este miércoles tras matar a la que era su pareja, Raquel, apuntó a la cabeza con su pistola al hijo de ella. Y amenazó con matarlo si no se marchaba de inmediato de la casa.

Luego, Bartolomé cerró la puerta del garaje de la vivienda en Alzira para quedarse allí con Raquel, a la que asesinó antes quitarse él la vida. Bartolomé y Raquel estaban en trámites de separación. Ella había acudido con su hijo, fruto de otro matrimonio, a recoger ropa y comenzar con el proceso de venta de la casa.

Sólo 24 horas después del atroz crimen, la hermana de Raquel ha implorado a las víctimas de malos tratos que denuncien su situación: «Mira lo que pasa por pensar que a mí no me va a hacer nada», dijo.