El juez acusó de mentir a la madre de Olivia en la misma sentencia que condenó al padre por maltrato
El juez acusó de mentir a la madre de Olivia en la misma sentencia que condenó al padre por maltrato. El titular del juzgado de Segovia que en 2020 condenó por maltrato y lesiones al padre de Olivia, la niña de seis años presuntamente asesinada por su madre, desestimó el resto de delitos por los que se juzgaba al hombre. La madre de Olivia denunció al padre por maltrato, violencia habitual, violencia psíquica e injurias, después de que éste le pidiera el divorcio y la custodia compartida de la niña. Sin embargo, el juez sólo le condenó por maltrato porque respecto a los demás delitos la madre «falta a la verdad u omite datos que entienden que la desfavorecen».
El relato de la sentencia parte de un momento previo a la agresión, cuando después de años de crisis matrimonial el padre de Olivia le pide a su esposa el divorcio y le presenta un convenio de custodia compartida de la niña. Poco después suceden los hechos relevantes de la sentencia: a finales de julio durante una nueva discusión entre ellos «el padre estalla por los obstáculos continuos que ella pone al divorcio, y en un impulso machista de dominación la agarra del brazo, zarandea y le produce golpes en la espalda».
El juez le condena porque cree que el testimonio de la víctima es creíble, por el parte de lesiones que presenta, por el testimonio del médico que atendió a la mujer, y porque la Ley da presunción de veracidad al testimonio de una presunta víctima de malos tratos frente al del supuesto agresor. El magistrado le impone la pena mínima, de forma proporcional a la agresión, y una multa de 400 euros.
Sin embargo, la realidad va mas allá. En la misma sentencia, se absuelve al padre del resto de delitos de los que le acusaba la madre.
Le absuelve de un delito de violencia habitual porque «la prueba de cargo tiene fisuras, y el testimonio de Noemí tiene contradicciones, lagunas y es parcial, dando informaciones sesgadas. El juez cree que sólo hubo un incidente violento, y es por el que condena al padre. No hubo más. «la exmujer del acusado ofrece un relato en el que el padre no quiere a la niña y la maltrata con saña, una aseveración que no es congruente con el relato de los testigos». Entre otros, la empleada de la guardería declara que «el padre recoge habitualmente a la niña, y la menor era sumamente cariñosa con él, profesándole una sincera alegría cada vez que le veía».
Todavía más duros son los reproches del juez a la madre de Olivia respecto al delito de violencia psíquica. «No coincide con la dominación típica machista que sea el propia acusado quien quiera acabar con la relación». «Los informes psicológicos son contundentes a favor de la acusada, pero se basan en su mayoría en su relato unilateral lleno de falsedades». Hasta el punto de que el psiquiatra que atendió a la madre de Olivia y ésta presentó como perito en el juicio, declara que el miedo de la acusada a su marido, a su familia, a la gente, a la separación, etc…no se puede achacar al padre.
Los vecinos también testifican a favor del padre. Hasta la empleada doméstica cuenta que es la madre de Olivia la que tenía más carácter dentro de la pareja. «Ella llevaba la voz cantante en la casa y él se arrugaba». El juez también absuelve al padre, por tanto, del delito de violencia psíquica.
Finalmente, respecto a la acusación de injurias, el juez vuelve a absolver al padre de Olivia porque cree que la madre no ha acreditado suficientemente que expresiones injuriosas le dedicaba su marido.
Eugenio recurrió la sentencia. También su mujer volvió a intentar que le condenaran por los otros tres delitos de los que había sido absuelto. La Audiencia Provincial de Segovia confirmó la condena por sentencia leve de maltrato contra el padre de Olivia, también volvió a confirmar la absolución del resto de delitos por los que se le acusaba.
Este es el relato exacto de la sentencia que rubricó el primer enfrentamiento penal entre ambos, queda conocer los argumentos por los que la Justicia terminó dándole la custodia de la niña al padre. Esto último fue lo que desencadenó que la madre, presuntamente, asesinara a la pequeña Olivia en Gijón.