La Fiscalía cierra el juicio por el asesinato de Samuel Luiz: «Todos querían ver su sangre y disfrutar»
Las acusaciones mantienen las peticiones elevadas de pena para los cinco acusados
La fiscal no se ha mordido la lengua en la recta final del juicio por el asesinato de Samuel Luiz y ha cerrado la vista oral con un alegato contundente: «Los acusados han intentado demostrar cierto arrepentimiento con lágrimas en el juicio, aunque yo no les creo. Y ni ellos son María Magdalena ni ustedes Jesucristo para impartir justicia divina. Esto es la justicia terrenal». Ante el jurado popular que tendrá que emitir su veredicto, el Ministerio Fiscal ha descrito el crimen de esta forma: «Una jauría humana, que está aquí orgullosa de ser las estrellas de la fiesta, consideraron a Samuel su presa, porque querían ver su sangre y disfrutar de su indefensión. A Samuel lo echaron de la vida. El mal existe y se disfraza de diversión, se contagia y parece intrascendente, pero no lo es. Luchen contra la banalidad del mal y honren a Samuel como un inocente que es».
Ésta última jornada del juicio por la paliza mortal a Samuel Luiz ha comenzado con las defensas, algunas mantienen la inocencia de sus representados, otras dos han admitido por primera vez que se les condene por un homicidio sin agravantes. Sin embargo, la Fiscalía y las acusaciones personadas en el caso han solicitado que se mantengan las peticiones de pena de entre 22 y 27 años de cárcel para los cinco acusados, cuatro hombres y una mujer, por la muerte del joven en la madrugada del 3 de julio de 2021 en el paseo marítimo coruñés.
Ha sido la fiscal la que ha reunido toda la atención de la sala al explicar con gran firmeza los motivos por los que a su juicio cada uno de los acusados merece la condena que se les pide: «Todos los acusados participaron en la muerte, hablamos de una única agresión iniciada por un grupo de personas». La fiscal ha puntualizado: «La causa del fallecimiento de Samuel Luiz fueron todos los múltiples golpes padecidos y da igual que alguien no golpee, había una unidad de acción y una alta probabilidad de fallecer. No eran unos meros espectadores».
Respecto de Diego Montaña, el acusado que comenzó la paliza y llamó «maricón» a Samuel, la fiscal aclara: «Pudo beber, pero sabía perfectamente lo que hacía y eso es lo que hay que tener en cuenta en Derecho. Diego Montaña tenía las facultades completamente bien, la falta de memoria que achaca al consumo de alcohol es para conseguir que sólo se le condene por un delito de lesiones». La motivación de los hechos fue según la Fiscalía, el desprecio por la orientación sexual de Samuel: «Quería hablar con Samuel, percatarse de su tono de voz, de sus gestos», y ha recordado lo que dijeron los testigos que escucharon hablar a Diego Montaña: «No quiero que me confundan con ese maricón». Su actuación vino a raíz de percatarse de la posible orientación sexual de Samuel, ha sentenciado.
La fiscal no ha ahorrado calificativos con la entonces novia de Diego Montaña, la acusada Catherine: «La dulce niña Catherine, que tiene una relación tóxica y celotípica con Diego Montaña, con el que comparte el gusto por la violencia y que tiene un carácter agresivo y airado. La explicación que dio la acusada no tiene lógica ni concuerda con lo que dicen las imágenes y los testigos. Tenía derecho a mentir, por supuesto». La fiscal sostiene que Catherine pero ella y Mínguez estuvieron en todo momento en la agresión. Hay testigos que corroboran la presencia de Katy a lo largo de todo el paseo marítimo. Además, Lina manifestó que Katy estaba agresiva con ella y le dijo: «Lárgate de aquí que no pintas nada», evitando que Samuel pudiera escapar».
A Kaio Amaral, que robó el móvil a Samuel cuando éste agonizaba, la fiscal le ha descrito como «el listo de la clase»: «No separó, como dice. Su intención era echarle la culpa a los menores. Intenta presentarse como un mero espectador de los hechos y no señor, es un partícipe activo en la muerte de Samuel. Manifiesta que él no tocó a la víctima pero las imágenes dicen lo contrario, por lo menos una patada, se ve perfectamente. Tampoco es cierto que se encuentre el teléfono de Samuel tirado en el suelo, se lo coge mientras está siendo agredido. Sale y entra varias veces del tumulto para agredir, desde luego no para separar».
De Alejandro Freire, alias Yumba, acusado de hacerle un mataleón a Samuel, la fiscal incide en que «Por su versión de los hechos parece que nadie mató a Samuel. Freire acusa a los ciudadanos senegaleses y parece que incluso que él es una víctima de ellos, Dice que lo golpearon y quedó aturdido, cómo estaría Samuel entonces». Y ha añadido: «Dice que no hubo persecución, pero corrió con el grupo. La única verdad que dijo es que tira a Samuel al suelo agarrándolo por el cuello, de ahí las lesiones que presentaba Samuel Luiz en esa zona y de las que habló el forense».
Sobre Alejandro Mínguez, la fiscal ha dicho: «Mintió ante la policía, ante un juez, luego se calló y ahora, que tiene derecho a mentir, ¿tenemos que creerle?, pues no. No niega lo evidente, que fue hacia el tumulto detrás de Kaio, pero a partir de ahí se desvincula. Imágenes analizadas una y mil veces certifican que no se ve a nadie separar, él se introdujo en el tumulto para agredir a Samuel, y además evitó su defensa en ese acorralamiento total. El único que dice que Alejandro Míguez separaba es él mismo».
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