Los radares de obra van a liarla gordísima en las carreteras: ya están funcionando
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El exceso de velocidad es la principal infracción en las carreteras españolas, razón por la cual la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene más de 2.000 radares. Los radares fijos, móviles y de tramo son las que existen a día de hoy, a los cuales se suman ahora los radares de obra que ha puesto en marcha el organismo dirigido por Pere Navarro. El objetivo no es otro que velar por la seguridad e integridad de todos los usuarios de la vía.
Los nuevos radares de obra de la DGT
Tal y como su propio nombre indica, los dispositivos de control de velocidad vigilarán que los conductores reducen la velocidad cuando se acercan a un tramo de obra debidamente señalizado.
Fue en septiembre de 2022 cuando la DGT probó esta técnica. Aunque solo duró una semana, multó a 3.400 conductores por exceder el límite de velocidad establecido para los tramos de carretera donde hay obras.
El propósito que persiguen los radares de obra es reducir el número de accidentes que se producen bajo estas circunstancias, así como evitar que los operarios estén constantemente en peligro. En 2021, murieron dos personas atropelladas en estas zonas y se registraron más de 150 accidentes con trabajadores afectados.
Para solucionar de una vez por todas esta problemática, la DGT está instalando cabinas de radares fijos y móviles en los tramos de carretera donde hay obras. En algunas de ellas ya hay controles informativos. Si los conductores sobrepasan la velocidad, verán una cara triste y de color rojo, mientras que si circulan a la velocidad adecuada, verán una cara sonriente y de color verde.
Por supuesto, la DGT siempre indica al principio del tramo de obra de la existencia de un radar (si se trata de un dispositivo fijo es obligatorio) junto a una señal amarilla que indica el límite de velocidad permitida para circular por dicha zona.
El organismo dirigido por Pere Navarro realizó una campaña de vigilancia y control en las obras en vías interurbanas de circulación, durante la cual 7 de cada 10 conductores excedió la velocidad específica en los tramos de obras.
«436 conductores fueron sancionados por este motivo y 242 fueron sancionados por no respetar las señales, bien de los agentes de tráfico, bien de los operarios de obras, de las señales verticales, marcas viales, semáforos, conos o balizas luminosas o cualquier otro tipo de señalización específica», explica la DGT.
La Norma de Carreteras 8.3-IC de Señalización de Obras establece que hay que reducir la velocidad a 80 km/h cuando se reduce el número de carriles y a 60 km/h cuando hay carriles provisionales o desvíos.