¿Qué santos se celebran hoy, viernes 18 de julio de 2025?
San Arnulfo de Metz es uno de los santos que se celebran en este día
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¿Te preguntas qué santos se celebran hoy? Cada 18 de julio la Iglesia Católica conmemora a varios santos y mártires cuya vida, ejemplo y entrega han dejado una profunda huella en la historia de la fe. En este día de verano, cuando muchas personas comienzan sus vacaciones o disfrutan de un merecido descanso, también hay espacio para el recuerdo de quienes, siglos atrás, vivieron con valentía su compromiso cristiano en contextos a menudo muy hostiles.
En concreto, el santoral está protagonizado hoy viernes por figuras como san Arnulfo de Metz, santa Sinforosa de Tívoli y santa Teodosia de Constantinopla. Aunque vivieron en épocas y lugares muy distintos, todos ellos comparten una misma raíz: la firmeza de su fe frente a las dificultades. Si deseas conocer quiénes fueron y el porqué se convirtieron en santos, te explicamos la vida de los tres a continuación, y al detalle. Además os enumeramos también al resto de santos que se celebran en este día.
San Arnulfo de Metz
San Arnulfo de Metz nació cerca del río Mosela hacia el año 582 en el seno de una familia franca de buena posición. Desde muy joven destacó por su inteligencia, conducta ejemplar y talento, lo que le permitió acceder a importantes cargos en la corte de Austrasia bajo el gobierno de los reyes merovingios. Fue intendente y consejero del palacio real, cargo en el que demostró gran habilidad política y una notable rectitud. Sin embargo, más allá del poder y las intrigas de la corte, su corazón estaba puesto en las cosas del espíritu.
Casado con Doda, tuvo dos hijos, uno de los cuales, Clodulfo, le sucedió como obispo y también es venerado como santo. Su figura se sitúa en un punto de cruce clave entre lo político y lo espiritual: formó parte de las revueltas que derrocaron a la regente Brunegilda y fue tutor del joven Dagoberto I, heredero del trono. Sin embargo, tras años al servicio del poder, decidió apartarse del mundo y buscar la paz en la vida monástica. Fue obispo de Metz durante quince años, destacando por su entrega pastoral y su cercanía a los monjes irlandeses que recorrían la región. En 627 se retiró al monasterio de Remiremont, donde murió el 18 de julio de 640.
San Arnulfo no solo fue un líder espiritual y político, sino también un hombre con fama de milagrero. Uno de sus milagros más recordados ocurrió cuando arrojó su anillo al río Mosela pidiendo a Dios una señal de perdón: años después apareció dentro de un pez. Otro milagro lo protagonizó durante un incendio, cuando se enfrentó a las llamas con una oración y estas se extinguieron. Pero quizá el más curioso y popular es el que lo convirtió en patrono de los cerveceros: tras su muerte, durante el traslado de sus restos a Metz, los fieles que lo acompañaban compartieron una sola jarra de cerveza que nunca se vació. Más allá de la leyenda, su figura ha dejado huella en la historia de Europa: fue antepasado de Carlomagno y, por tanto, de muchas casas reales europeas, incluyendo a monarcas actuales como Felipe VI o Carlos III.
Santa Sinforosa y sus siete hijos mártires
Viuda de san Getulio, un militar romano convertido al cristianismo, Sinforosa vivió en una época en la que profesar la fe cristiana podía costar la vida. Su resistencia fue tan firme como silenciosa, una defensa tranquila pero decidida de sus creencias, incluso cuando eso significaba enfrentarse al poder imperial.
Según una antigua Passio, de discutida veracidad histórica pero profundamente arraigada en la tradición cristiana, el emperador Adriano ordenó su arresto por negarse a ofrecer sacrificios a los dioses paganos. Como no logró doblegarla, mandó que la arrojaran al río Anio con una piedra atada al cuello. Pero lo más conmovedor de su historia no es solo su martirio, sino el destino de sus hijos, los llamados Siete Mártires Tiburtinos. Al día siguiente del asesinato de su madre, los siete niños, a quienes se intentó también hacer apostatar, fueron torturados y ejecutados, sus cuerpos arrojados a una fosa común.
Pese a las dudas que los estudiosos han planteado sobre la autenticidad de las actas de su martirio, su culto se extendió rápidamente. En el siglo XVII se descubrieron restos y un sarcófago con sus nombres en la iglesia de Sant’Angelo in Pescheria, en Roma, confirmando al menos la antigüedad de su veneración. En la diócesis de Tívoli se les honra como patronos locales, aunque ya no figuran en el calendario litúrgico general. Su memoria sigue viva como ejemplo de fe inquebrantable y de amor familiar llevado hasta el extremo: una madre que no solo entrega su vida, sino que sostiene a sus hijos en el martirio, sin renegar jamás de su fe.
Santa Teodosia de Constantinopla
En un escenario muy diferente al de la Roma pagana, Santa Teodosia de Constantinopla vivió a comienzos del siglo VIII, en plena controversia iconoclasta. Esta mujer bizantina, nacida hacia el año 700, se convirtió en símbolo de la resistencia religiosa frente a las imposiciones del poder. Educada en un ambiente profundamente cristiano, ingresó en el monasterio de Santa Anastasia, donde se consagró como monja y repartió toda su herencia entre los pobres. Pero su destino estaba ligado a uno de los conflictos más intensos de la historia de la Iglesia oriental: la prohibición del culto a las imágenes decretada por el emperador León III.
Cuando se ordenó retirar una imagen de Cristo de la Puerta de Chalke, en el palacio imperial, Teodosia no se quedó de brazos cruzados. Junto con otras monjas, intentó impedirlo. Sacudió la escalera en la que estaba subido un soldado, que cayó y murió. Fue arrestada, juzgada y ejecutada con brutalidad: le clavaron un cuerno de carnero en el cuello en la plaza pública. Su martirio tuvo lugar el 18 de julio del año 729 y fue considerado por muchos contemporáneos como un acto heroico en defensa de la fe tradicional frente a las reformas imperiales.
Años más tarde, cuando el culto a las imágenes fue restaurado, Teodosia fue reconocida como santa y mártir. Su fama creció especialmente entre los enfermos y en Constantinopla llegó a convertirse en una de las figuras más queridas.
Otros santos que se celebran el 18 de julio
Además de los mencionados, en este día se celebra también a:
- San Bruno de Segni.
- Santo Domingo Nicolás Dinh Dat.
- San Emiliano de Doróstoro.
- San Federico de Utrecht.
- San Filastrio de Brescia.
- Santa Gundena de Cartago.
- San Materno de Milán.
- San Rufilo de Forlimpopoli.
- Beato Juan Bautista de Bruselas.
- San Simeón de Lipnica.
- Beata Tarsicia Mackiv.