¿Qué santos se celebran hoy, miércoles 28 de mayo de 2025?
San Germán de París es uno de los santos que se celebran en este día
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¿Qué santos se celebran hoy, miércoles 28 de mayo de 2025? Este día, es una fecha especial en el calendario de la Iglesia Católica, pues en ella se honra la vida y obra de varios santos que, con sus actos y decisiones, marcaron la historia de la fe cristiana. Cada uno de ellos representa una faceta distinta de la espiritualidad, desde el servicio humilde hasta la defensa de la doctrina y la valentía frente al poder. Recordarlos es también una forma de recuperar parte de la memoria colectiva de Europa, de sus reinos y sus transformaciones religiosas y sociales.
Hoy conmemoramos a tres figuras destacadas: San Germán de París, San Guillermo de Gellone y San Lanfranco de Canterbury. Cada uno vivió en contextos muy distintos, desde la Galia merovingia hasta la Inglaterra normanda, y todos compartieron un compromiso profundo con su tiempo y con la Iglesia. A través de sus biografías descubrimos cómo, más allá del dogma, su legado tuvo consecuencias políticas, culturales y humanas de gran alcance.
La jornada del 28 de mayo nos invita a mirar hacia atrás con respeto, pero también con una mirada crítica y reflexiva. Los santos no fueron personajes inmaculados e inalcanzables, sino hombres de carne y hueso que enfrentaron dilemas reales, y cuyas decisiones aún resuenan en muchas instituciones de hoy. A continuación, repasamos la historia y la huella que dejaron los tres santos más representativos de esta fecha.
San Germán de París
San Germán de París nació hacia el año 496 cerca de Autun, en la actual región de Borgoña, en una época convulsa y marcada por las guerras entre clanes y el lento proceso de cristianización de la antigua Galia. Fue educado por su primo sacerdote y desde joven mostró una profunda vocación religiosa que lo llevaría a ser ordenado sacerdote a los 34 años. Poco después, fue nombrado abad del monasterio de Saint-Symphorien, donde ya comenzaba a destacar por una virtud que sería su sello distintivo: el amor a los pobres.
Su generosidad era tan grande que los propios monjes llegaron a temer que se deshiciera de todos los bienes del monasterio. Sin embargo, lejos de apartarlo, esta entrega le valió la confianza del rey Childeberto I, quien al morir el obispo Eusebio de París, lo consagró obispo con el respaldo unánime del clero y del pueblo. Desde esa posición de autoridad, Germán continuó su vida austera, cercana al pueblo y muy crítica con los abusos de los poderosos.
San Germán tuvo un papel clave en la transformación del propio rey, al que ayudó a alejarse de una vida mundana para abrazar valores cristianos. Su influencia llegó también a las celebraciones religiosas, pues se empeñó en corregir los excesos y prácticas paganas que aún sobrevivían en las festividades cristianas de la época. Asistió a importantes concilios, como los de París y Tours, y fue una voz constante por la paz, intentando mediar incluso entre los propios herederos de Childeberto, cuyas disputas desangraron el reino.
Murió el 28 de mayo del año 576. Sus restos fueron trasladados en el siglo VIII a lo que hoy es la Abadía de Saint-Germain-des-Prés, en París, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Allí se conservan también sus reliquias y parte de su legado litúrgico, como un tratado sobre la antigua liturgia gala. Su vida, recogida en gran parte por Gregorio de Tours y por el poeta Venancio Fortunato, nos muestra a un hombre comprometido con la justicia, la paz y los más desfavorecidos.
San Guillermo de Gellone
Otro de los santos que conmemoramos hoy es San Guillermo de Gellone, también conocido como Guillermo el Santo. Nacido hacia el año 755, fue primo de Carlomagno y uno de sus más fieles paladines. Su vida es un ejemplo de cómo la santidad también puede surgir desde las estructuras del poder y la guerra, cuando éstas se ponen al servicio de un ideal más alto.
Guillermo fue conde de Tolosa y marqués de las tierras fronterizas con Hispania. Su papel en la expansión franca hacia el sur fue determinante: participó en la conquista de Gerona y, más adelante, en la toma de Barcelona en el año 801. En sus años como militar defendió el territorio franco de ataques musulmanes y sometió a los vascos, contribuyendo así al fortalecimiento del Reino de Carlomagno en la Península.
Pero su historia no se queda en la política o la espada. En el año 804 decidió abandonar su cargo y retirarse a la vida monástica en Aniane. Dos años más tarde, fundó el monasterio de Gellone, en lo que hoy se conoce como Saint-Guilhem-le-Désert, un remoto lugar del sur de Francia donde buscó vivir en contemplación y humildad. Este cambio radical de vida es lo que ha inspirado durante siglos a muchos: del poder y la riqueza, Guillermo eligió el silencio del claustro y el servicio a Dios.
Murió el 28 de mayo del año 812. Fue canonizado en 1066 y desde entonces se le venera como un santo guerrero que supo renunciar a todo para encontrar lo esencial. Su monasterio es hoy un lugar de peregrinación y su figura ha sido inmortalizada en canciones épicas medievales, donde se mezcla la historia y la leyenda. Su festividad nos recuerda que la fe también puede surgir en medio de la batalla, cuando el alma busca la paz más allá de la victoria.
San Lanfranco de Canterbury
El tercer gran santo del día es San Lanfranco de Canterbury, un personaje fascinante que vivió en la transición entre el mundo latino y el anglosajón. Nacido hacia el año 1005 en Pavía (Italia), se formó en derecho canónico y filosofía, aunque no hay evidencia firme de que estudiara derecho civil como a veces se ha dicho. Aun así, su brillantez académica lo llevó a enseñar en Normandía, donde se unió a la vida monástica en la Abadía de Bec.
Allí fundó una escuela de gran prestigio, formando a figuras como Anselmo de Canterbury y Alejandro II, quien más tarde sería papa. Su pensamiento teológico se centró en la defensa de la transubstanciación, enfrentándose a Berengario de Tours en una intensa controversia que ayudó a definir la doctrina eucarística de la Iglesia. Participó en varios concilios importantes y escribió tratados teológicos que fueron referencia durante siglos.
Lanfranco también tuvo una importante carrera política. Fue mediador entre el papa y los duques de Normandía, consiguiendo el visto bueno para el matrimonio de Guillermo el Conquistador con Matilde de Flandes, lo que le permitió convertirse en un consejero de gran confianza del monarca. Tras la conquista de Inglaterra, fue nombrado arzobispo de Canterbury en 1070 y desde ese puesto emprendió una profunda reforma de la Iglesia inglesa.
Modernizó las estructuras eclesiásticas, defendió la primacía de Canterbury frente a York y colaboró con el poder secular cuando lo creyó necesario. Tuvo un papel decisivo en asegurar la sucesión de Guillermo II (Rufus) tras la muerte de su padre, y usó su influencia para moderar los excesos del nuevo rey. Murió el 28 de mayo de 1089, dejando tras de sí una Iglesia más ordenada, aunque no exenta de tensiones. Su figura fue admirada por su inteligencia, firmeza y capacidad de diálogo entre Roma e Inglaterra.
Otros santos que se celebran el 28 de mayo
Junto a los mencionados, en este 28 de mayo se celebra también a estos otros santos:
- San Carauno de Chartres
- San Emilio, mártir junto a san Eladio.
- Santa Helicónides de Corinto
- San Justo de Urgel
- San Pablo Hanh
- Santa Ubaldesca
- Beato Antonio Julián Nowowiejski
- Beato Herculano de Piegaro
- Beato Ladislao Demski
- Beata Margarita Pole
- Beata María Bartolomea Bagnesi.
- Beato Stefan Wynzynski