Sociedad

Ingresa en prisión el asesino de Mónica Borràs

El asesino confeso de Mónica Borràs ha ingresado este viernes en prisión. El juzgado de Violencia sobre la Mujer de Tarrasa ha decretado el ingreso en la cárcel de forma provisional, comunicada y sin fianza de Jaume B. A.

El novio de Mónica Borràs confesó que había matado a la mujer hace 10 meses. El cadáver de Borràs fue encontrado el pasado miércoles enterrado en la casa del asesino confeso. La acusación que pesa sobre Jaume B. A, es de homicidio o asesinato con ocultación del cadáver.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha decretado, además, que las autoridades pongan en marcha los protocolos necesarios para que el asesino, de 54 años, no pueda autolesionarse durante su estancia en prisión.

El juez detalla que en el registro del inmueble en la calle Volta de Terrassa, los investigadores encontraron «en el trastero del patio de la vivienda, el cadáver de una mujer [Mónica Borràs] que tiene las características antropomórficas (prima facie) de la desaparecida».

En el momento en que se descubrió el cuerpo de Mónica Borràs, Jaume B.A. confesó ante los agentes que el cadáver era de la desaparecida, que él causó su muerte y que la enterró el mismo día, y añadió, según el juez, que «no recordaba exactamente el número de golpes que le dio pero que no paró hasta que la Sra. B cayó al suelo».

Informático e independentista

Jauma B.A., el novio de Mónica Borrás, confesó que la mató hace 10 meses y enterró su cadáver bajo medio metro de cemento en el patio de la casa donde ambos vivían de alquiler. Esta semana, cuando un geofísico localizaba los restos, este informático de 54 años, de carácter reservado, aficionado a la espeleología y muy volcado con la independencia de Cataluña, se desmoronaba y admitía su culpabilidad.

Cuando la opinión pública conoció la noticia de la desaparición de Mónica Borràs, unas mujer de Tarrasa de 49 años, su novio Jaume no sólo no se escondió, sino que se convirtió en el enlace del caso con la prensa. En el portavoz que ofrecía los últimos datos de la investigación sobre la mujer asesinada a los periodistas que cubrían el caso.

«Era educado, aunque tenía un punto de excentricidad, muy reservado, no inspiraba mucha confianza», cuenta a OKDIARIO una periodista de un medio local que mantuvo trato con Jaume durante las primeras semanas tras la desaparición de Mónica Borràs. La mujer, según testificó Jaume ante los Mossos, había abandonado precipitadamente el domicilio tras una discusión de pareja.