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Ni Italia ni Noruega: el pintoresco pueblo de casas de colores que ya es el paraíso de los fotógrafos

En el litoral mediterráneo hay localidades que siguen resistiendo el avance del turismo masivo con una personalidad única. Una de ellas captó desde luego la atención de quienes buscan entornos fotogénicos, pero también de los que valoran la identidad local. Se trata de un pintoresco pueblo de casas de colores.

No está en los fiordos escandinavos ni en las lagunas de Venecia, aunque comparte rasgos con ambas. Estamos a punto de desentrañar un rincón alicantino que decidió expresarse con pigmentos intensos en cada fachada.

¿Cuál es el pueblo de casas de colores frente al Mediterráneo que fascina a los fótografos?

En la costa de Alicante, entre acantilados y calas, se encuentra Villajoyosa, un municipio que hizo del color su seña de identidad.

Este pueblo de casas de colores se posicionó como un espacio único dentro del paisaje urbano de la Comunidad Valenciana. Nada en sus fachadas recuerda al blanco encalado de otros núcleos mediterráneos. Aquí, las viviendas se tiñen de tonos intensos: rojo, azul, verde, ocre.

Villajoyosa, capital de la comarca de la Marina Baja, mantiene una disposición arquitectónica que se adapta al desnivel natural del terreno. Desde las calles altas del casco histórico hasta la playa Centro, el recorrido visual se llena de contrastes cromáticos.

En la zona conocida como Costera de la Mar, las casas se alinean junto a la antigua muralla renacentista, en una imagen que remite inevitablemente a la isla italiana de Murano.

La elección de los colores no es decorativa. En origen, los marineros pintaban sus casas con pigmentos vivos para poder reconocerlas desde alta mar. Hoy, esa costumbre se ha convertido en una marca urbana.

¿Cómo es el día a día en Villajoyosa y qué se puede visitar en sus inmediaciones?

Villajoyosa no se entiende sin el mar. Su economía, tradicionalmente pesquera, ha evolucionado hacia un turismo contenido y la industria del chocolate.

Las primeras luces del día iluminan el puerto pesquero, donde comienza la jornada para quienes aún dependen del mar. Las capturas abastecen los restaurantes locales, especializados en cocina mediterránea de producto.

Este pueblo de casas de colores también conserva una notable huella histórica. El casco antiguo está protegido como Conjunto Histórico-Artístico.

La Iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico, se alza como uno de los principales símbolos del municipio. Destaca su color rosa, poco habitual en templos religiosos, que añade un matiz más a la paleta del entorno.

A continuación, algunos elementos patrimoniales destacados que valen la pena visitar:

En tanto, la red de torres de vigilancia se extiende por la huerta y la costa, configurando una arquitectura defensiva característica de la zona. Cada torre tenía función de alerta ante posibles incursiones marítimas, especialmente durante los siglos XVI y XVII.

Playas, calas y conexión natural de este pueblo de casas de colores

El litoral de Villajoyosa se extiende a lo largo de 15 km. Aunque muchos visitantes se sienten atraídos por la imagen del pueblo de casas de colores, las playas son otro de sus principales reclamos. Desde grandes arenales hasta pequeñas calas resguardadas, la oferta es diversa.

Estas son las playas y calas destacadas de Villajoyosa:

El paseo marítimo ofrece un recorrido frente al mar con vistas directas al barrio de casas de colores. Al amanecer, la luz dorada resalta la variedad cromática de las fachadas, convirtiendo este tramo en un enclave fotográfico muy frecuentado.

Cultura, fiestas y gastronomía de Villajoyosa

Como ya se mencionó previamente, la vida cultural de Villajoyosa gira en torno a sus tradiciones marítimas y religiosas.

Las fiestas de Moros y Cristianos, celebradas del 24 al 31 de julio, incluyen el emblemático desembarco pirata, una recreación histórica que se lleva a cabo en la playa y que recuerda la resistencia local frente a un ataque berberisco en 1538.

Además de estas fiestas, el municipio celebra:

Por su parte, la cocina vilera tiene platos arraigados en la tradición local. Algunos de los más representativos incluyen:

Cómo llegar a Villajoyosa y moverse por los alrededores

Villajoyosa se sitúa a 32 km de Alicante. El acceso por carretera se realiza a través de la AP-7 o la N-332.

Además, el TRAM Metropolitano de Alicante cuenta con cinco paradas en el municipio: Paradís, Villajoyosa, Creueta, Costera Pastor y Hospital Vila.

El TRAM conecta Villajoyosa con localidades como Benidorm o Denia, facilitando el desplazamiento sin necesidad de vehículo propio.