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Adiós para siempre a las cortinas de ducha: su sustituto ya está aquí y cambia por completo tu casa

Las cortinas de ducha desaparecen en muchas casas debido a al auge de las mamparas

Pocas veces lo pensamos, pero el baño es un espacio realmente importante en todas las casas. Y no no sólo por el uso que le des, sino también por las sensaciones que transmite. Imagina empezar el día en un baño pequeño pero que además, tiene una de esas viejas cortinas de ducha. ¿No te desanima al momento? Quizás por ello, cada vez más hogares en Europa apuestan por algo que nada tiene que ver con las cortinas. Algo más funcional y con más estilo, capaz de transformar cualquier baño.

Durante años, las cortinas parecían la opción más práctica. Baratas, fáciles de colgar y disponibles en mil estampados. Pero la realidad es que todos hemos acabado peleando con ellas: se pegan al cuerpo mientras te duchas, dejan escapar agua por los bordes y, lo peor, en poco tiempo empiezan a oler mal o a llenarse de manchas de moho. Nada estético y mucho menos higiénico. Por eso, cada vez más gente se está pasando a las mamparas, que cambian por completo la experiencia. Ya sean de cristal o de acrílico, la diferencia es enorme: el baño se ve más limpio, más amplio y, además, mucho más moderno. Es un cambio sencillo, pero con un impacto sorprendente.

Por qué decir adiós a las cortinas de ducha

No hace falta pensar mucho para ver sus desventajas. La humedad constante del baño convierte a las cortinas en un imán de bacterias y moho. Y aunque intentes lavarlas en la lavadora o pasarles un cepillo, la sensación de suciedad nunca desaparece del todo. ¿Quién no ha tenido una cortina con esas típicas manchas negras en el borde?.

A eso se suma lo poco funcionales que resultan. Basta una ducha rápida para que el agua acabe por todo el suelo, con el consiguiente riesgo de resbalones y la obligación de sacar la fregona después. Y si hablamos de estética, la diferencia es todavía mayor: por mucho diseño que tengan, rara vez encajan en un baño moderno.

Mamparas de ducha

Las mamparas vienen a acabar con todos esos quebraderos de cabeza. Ajustan mucho mejor y el agua ya no se escapa por los bordes, así que te olvidas de los típicos charcos en el suelo. Y como son superficies lisas, no se convierten en un nido de humedad como las cortinas. Resultado: menos moho, menos malos olores y un baño mucho más limpio.

Otro punto a su favor es la luz. Una mampara, sobre todo si es de cristal, deja pasar la claridad y hace que el baño se vea más amplio. Incluso los baños pequeños ganan un aspecto diferente, mucho más despejado y agradable. Y lo mejor es que no solo cumplen una función práctica, sino que en cuanta las instalas, te das cuenta del estilo que aportan.

Mamparas de cristal

Entre las mamparas de baño, las de cristal son las que más se desean si lo que queremos es dar un aire sofisticado al baño. Son resistentes a los golpes, fáciles de limpiar y muy duraderas. Al ser transparentes, crean la sensación de que el baño es más grande de lo que realmente es, algo que viene genial en pisos pequeños.

La limpieza también es sencilla: basta un paño o un limpiador específico. Y, si se quiere evitar la cal, existen tratamientos que se aplican directamente sobre el cristal y lo protegen. Eso sí, suelen ser más caras que otras opciones, pero está claro que se ven como inversión a largo plazo.

Mamparas acrílicas

El acrílico, en cambio, es perfecto para quienes buscan algo más asequible. Son paneles de plástico duro, generalmente translúcidos, que cumplen bien su función. No tienen la transparencia elegante del cristal, pero son resistentes y muy ligeros.

Se rayan con mayor facilidad y, con el tiempo, pueden perder algo de brillo, pero para un baño de uso diario o familiar resultan muy prácticos. Además, al ser más baratos, son una buena opción si no quieres gastar demasiado en la reforma.

¿Cuál es mejor elegir?

Al final, la decisión tiene que ver más con una cuestión de prioridades que el hecho de decir que una opción es mejor que la otra. Si lo que buscas es modernidad, amplitud visual y un acabado impecable, el cristal es la mejor elección. En cambio si quieres algo más económico y práctico, el acrílico será mejor.

Lo que sí está claro es que el hecho de cambiar de de cortina a mampara supone una mejora inmediata en cualquier baño. Vas a ganar en higiene, en comodidad y en estética. De este modo, lo que en antaño era un rincón funcional y sin estilo, se convierte en un espacio en el que apetece estar. Y sí, tal vez el cambio es pequeño, pero transforma al completo tu baño y por ello, cada vez son más los que dicen adiós a las cortinas de ducha, y apuestan por las mamparas.