Acepta la condena de 115 años de cárcel por grabar a 129 mujeres desnudas pero sólo cumplirá 5
El hombre acusado de grabar a 129 mujeres desnudas en una agencia de modelos en Pamplona ha aceptado este lunes, al inicio del juicio en la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra, una condena de 115 años de cárcel tras un acuerdo entre las partes. No obstante, el acusado cumplirá un máximo de 5 años de cárcel, ya que el cumplimiento de la condena de prisión no podrá exceder del triple del tiempo de la pena más grave impuesta.
Inicialmente, la Fiscalía solicitaba para el acusado, que era el dueño de la agencia de modelos, una pena de 409 años de cárcel así como un conjunto de multas que ascendía a más de 750.000 euros por la comisión de 129 delitos contra la intimidad, de descubrimiento y revelación de secretos y dos delitos de corrupción de menores.
Según el escrito de acusación del Fiscal, entre los años 2013 y 2015, el acusado regentaba una agencia de modelos en Pamplona a través de la cual «contactaba con numerosas jóvenes interesadas en trabajar como modelos» a las que, tras concertar una cita con ellas, «les sacaba una fotografía vestidas, portando una pizarra con su nombre» para, a continuación, pedirles que se pusieran ropa de baño, abandonando la habitación.
Era en este momento cuando el acusado, según el fiscal, «con ánimo de obtener imágenes y vídeos de las jóvenes desnudas, dejaba la cámara sobre un trípode, enfocando a las chicas y en funcionamiento, grabándolas mientras se cambiaban de ropa, sin que ellas tuvieran conocimiento de dicha grabación ni hubieran consentido la misma».
Una detenido por abuso sexual
Por otro lado, en una operación realizada por la Policía Nacional en colaboración con la Policía Judicial de Limoges, en Francia, ha sido detenido un fugitivo español que tenía en vigor una Orden Europea de Detención y Entrega por abuso sexual a una niña menor de edad.
Los hechos se remontan al año 2014, cuando el arrestado mantenía una relación afectiva con la hermana del abuelo paterno de la víctima. Los encuentros familiares eran aprovechados por el detenido para, presuntamente, llevar a la menor a una segunda planta de la vivienda y cometer allí los abusos y las agresiones físicas.
Estos hechos se repitieron de esta misma manera en varias ocasiones. Por todo ello, fue condenado en 2018 por la Audiencia Provincial de Málaga a diez años de prisión, pero nunca llegó a ingresar en el centro penitenciario porque consiguió desaparecer del país sin dejar rastro alguno.
Las investigaciones policiales permitieron situar su paradero en Francia, por lo que, tras las gestiones oportunas, y ante la posibilidad de que pudiera cometer nuevos ataques sexuales, se solicitó la colaboración del oficial de enlace de Francia en Madrid, dando como resultado la localización del fugitivo en la localidad de La Faye y su posterior detención en las inmediaciones de su domicilio.