Fernando Quintela: «Me metí en los laboratorios clandestinos de cocaína en Colombia»

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El Productor Ejecutivo del maratón de entrevistas ’35 horas de palabras’ de OKDIARIO también ha sido entrevistado. Fernando Quintela es periodista, director de la Delegación HispanoPost Media Group en España y, además colabora con Okdiario.

«He estado despierto desde que empezó el evento y lo estaré hasta que se termine. Me mantiene en pie la adrenalina», ha asegurado Quintela. El encargado de todo este evento ha querido explicar más detalles de este. «Nosotros nos hemos escrito en dos categorías: la entrevista más larga de la historia y la retransmisión del acontecimiento en streaming. Récord Guiness es una organización muy exigente y que además está constantemente cambiando los parámetros de los retos para la consecución del título», ha asegurado el Fernando Quintela.

El periodista ha contado que grabó un exorcismo. «Marta, una joven de Murcia, decía que estaba siendo poseída por Zabulón y sus Siete Demonios. Era un ejército de demonios que habían poseído, por última vez a unas monjas de un convento francés. Hablando con el sacerdote, le pedí si podía grabar el exorcismo, me dijo que no. Asistí a una sesión, pero no me convenció de lo que ví. Estudiando el vídeo, los médicos me dijeron que las convulsiones elevan el cuerpo que, según el sacerdote, era la levitación de la joven. Es verdad que los cambios de voz, que lo mantuviese durante tanto tiempo, impresiona. Cuando se despertaba del trance, su voz era normal. Los psiquiatras  nos contaban que Marta tenía un síndrome y la medicaron. Al final no sucedió. Al final, el Padre Fortea me permitió grabar el audio pero introduje en la sala una pequeña cámara oculta». «Soy católico, creyente. Me informé antes de lo que podría suceder pero había cosas que no cuadraban. Reconozco que el primer día me sorprendió mucho pero ya después no». «En realidad yo creo que el Padre se dedicaba a hipnotizar».

Sobre las cámaras ocultas en los medios, el periodista ha señalado que en aquellos años, El Mundo tv fue pionero en la utilización de las mismas. «Utilizamos estas cámaras con la figura del periodista infiltrado. En aquellas épocas las cámaras eran muy precarias, pesaban unos 8 kilos que se metían en una mochila. Lo que yo hacía era conocer bandas criminales de diferentes partes del mundo. Primero, me ganaba la confianza de estos tipo y después de tener la confianza de los mismos, empezaba a grabar». Por ejemplo, Quintela se metió en los laboratorios clandestinos de cocaína de la selva de Colombia, en el tráfico y ventas de bebés en Paraguay, trata de blancas en República Dominicana. «Después de la grabación de un reportaje de tráfico de armas lo dejé. Esta grabación fue muy complejo. Había que tener preparación en la negociación con los traficante. Yo cometí algunos errores y ellos se dieron cuenta. Incluso se aprecia en los reportajes». Una vez abandonada esta etapa, Quintela pasó a dirigir reportajes de este tipo pero acotando a un territorio más local. Poco tiempo después la legislación prohibió el uso de la cámara oculta

Fernando Quintela también desarrolló parte de su carrera en Cuba. En ese momento era parte de la plantilla del diario El Mundo. «El propio gobierno de Castro me echó del país porque me metí en algunas investigaciones que no interesaban a su equipo. Me convertí en la víctima de una trampa: en vez de ser yo el que buscaba la información, ellos me investigaban  qué información tenía yo. Al final, me ví envenenado en un hospital de la Habana. Me hicieron 3 lavados de estómago allí y me volví. Aquí me dijeron que fui envenenado por una sustancia que nunca se supo. Cuando me recuperé, volví a Cuba, seguí escribiendo pero me retiraron mi acreditación de periodista.

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