5 señales que indican que te esfuerzas demasiado en el gimnasio
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En muchas ocasiones somos incapaces de ver las cosas que ocurren a nuestro alrededor aunque las demás personas intenten abrirnos los ojos. Las molestias en la espalda, los repentinos cambios de humor o la eliminación de cualquier acto social de tu agenda puede ser una clara demostración de que te estás equivocando a la hora de practicar ejercicio. Hay 5 señales que indican que te esfuerzas demasiado en el gimnasio y nosotros te las detallamos a continuación.
1. Obsesionarse con una parte del cuerpo
Tanto hombros como mujeres se suelen obsesionar con una parte de su cuerpo y hacen todo lo posible por trabajarla y verse mejores. Por ejemplo, los hombres que tienen poco pecho intentan desarrollarlo en poco tiempo y casi sin preocuparse del resto del cuerpo. Con esto lo que se consigue es generar un desequilibrio con respecto al resto de partes.
A las mujeres, por su parte, les preocupa sobre todo de cintura para abajo, el tren inferior. Lo mejor es variar en los ejercicios y si tienes una máquina de musculación, mucho mejor.
2. Dolores musculares
Puede que te estés excediendo en los entrenamientos del gimnasio cuando aparecen molestias en la espalda o sufres algún tipo de sobrecarga muscular. Hay que elegir siempre el peso adecuado a nuestras condiciones físicas a la hora de trabajar en el gimnasio. Es una regla básica, como también lo es ejercitarse con la técnica adecuada para que no se produzcan lesiones graves.
Descuidar la postura y cargar con mucho peso puede provocarte lesiones sobre todo en la espalda y una consulta con el fisioterapeuta. Te recordamos que la carga debe ser gradual.
3. Te notas muy cansado
Hay gente que puede llegar a pasar hasta seis horas ejercitándose en el gimnasio. Se puede decir que se exprimen al máximo para conseguir sus objetivos. Lo único que se consigue con esa actitud es agotarse de manera prematura, y cuando menos lo pensemos acabaremos abandonando esa actividad deportiva. Puede que cuando una persona entrena varias horas diarias, durante toda la semana, se encuentre muy obsesionado con el ejercicio.
Lo normal es que los principiantes acudan tres veces a la semana, en días alternos, por lo que se incluiría por el medio una jornada de descanso.
4. Cambios de humor
Además de generar problemas físicos, esa obsesión por acudir al gimnasio en exceso también te puede provocar continuos cambios de humor. Es posible que algo esté mal en tu vida cuando todo gire en torno al deporte y no seas un profesional.
Nunca deberías perderte una cena con tus amigos o un concierto con tu pareja por quedarte en el gimnasio entrenando. Hay tiempo para todo. Es lógico que cuando estás habituado a una actividad física y por cualquier motivo no puedas entrenarte durante unos días te ‘subas por las paredes’, pero eso le pasa a todo el mundo..
5. Saltarse comidas
Se puede cometer el error de saltarse las comidas y apostar por el ayuno después de ejercitarse en el gimnasio pensando que ayudará a incrementar nuestro rendimiento.
Siempre será mejor una dieta equilibrada, en donde tengan cabida todo tipo de alimentos. Al final es un complemento perfecto para nuestras rutinas en el gimnasio.