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¿Qué es el raquitismo? Causas, síntomas y tratamiento

El raquitismo es la enfermedad ósea más frecuente del mundo

El raquitismo en una enfermedad propia de la infancia que se caracteriza por una alteración en los huesos, traducida en deformidades, debilidad y reblandecimiento de la estructura ósea. Como ya hemos visto, afecta principalmente a lactantes y niños de corta edad que se encuentran inmersos en pleno crecimiento. Este diagnóstico suele estar acompañado de otra afección conocida como osteomalacia, una alteración de la mineralización del hueso maduro.

A pesar de que en la actualidad está controlado por todo tipo de tratamientos, en el pasado el raquitismo llegó a causar verdaderos estragos en la población. Alcanzado a más del 25% de los niños en Reino Unido, entre otros puntos del globo. ¿Qué provoca este importante trastorno?

Causas principales del raquitismo

Raquitismo infantil es un problema que puede prevenirse desde el embarazo.

La falta de vitamina D durante el crecimiento del bebé lidera las causas más frecuentes del raquitismo. Es la madre quien transmite a través de la lactancia dicha sustancia, fundamental para la formación de los huesos. De ahí la importancia de una buena alimentación durante el embarazo. Además, eso explica que la enfermedad sea más habitual en pacientes que han seguido una nutrición artificial. Otro motivo de peso es la falta de exposición a la luz solar, pues esta produce vitamina D de forma natural.

Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer raquitismo se encuentran el nacimiento prematuro, el consumo de medicamentos anticonvulsivos y antirretrovirales, las latitudes del norte, la piel oscura o la lactancia exclusiva.

Síntomas del raquitismo

La deformación de la estructura ósea del paciente es el síntoma más llamativo.

Antes incluso del desarrollo de las deformaciones óseas propias de la enfermedad, como piernas arqueadas, muñecas y tobillos engrosados o pelvis aplanada, los pacientes presentan otros muchos síntomas que ya alertan de la situación:

Afortunadamente, el tratamiento correspondiente solo consiste en la administración de los componentes nutricionales de los que carece el bebé. Sin embargo, en el caso de los pacientes que presenten deformidades más pronunciadas, deberán recurrir a aparatos ortopédicos o cirugías correctoras.