Posibles daños cervicales por jugar a la pelota con la cabeza
Algunos lances de juegos de pelota pueden ser contraproducentes para la salud. Es el caso de los daños cervicales por jugar con la cabeza.
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Hay que aprender a jugar con dolor. Esta oración (y algunas otras variantes, pero que reflejan la misma idea) funciona como una especie de mantra para deportistas profesionales y atletas de alto rendimiento. Sin embargo, en los últimos años muchos especialistas han llamado la atención sobre el hecho que las dolencias pueden ser cosa común entre los competidores, lo que no implica normalidad. Los daños cervicales son de los aspectos a los que más se le ha prestado atención. Lo que empezó a revisarse en el fútbol americano y en el hockey sobre hielo, ya se ha extendido a otras disciplinas, como el fútbol.
Dentro del deporte rey lo que se ha buscado establecer en muchos trabajos de investigación, son los efectos de cabecear constantemente la pelota. Después de todo, esta es una acción rutinaria y bastante repetida en entrenamientos y durante los partidos.
Factor de riesgo
Los cabezazos a la pelota como parte del juego sí representan un factor de riesgo. Sobre todo, cuando se trata de una acción que se repite de manera constante. Así lo han determinado algunas investigaciones llevadas a cabo en los últimos años. Aunque más allá de posibles daños cervicales, el foco está en el sufrimiento que esta acción implica para las neuronas.
Parte del problema es que a los deportistas se les ha vendido la idea de que las conmociones que se producen después de cabecear el balón son ‘normales’. Y que además sus efectos desaparecen en pocos segundos. Cosa que en efecto ocurre la mayoría de las veces. Incluso si se realiza una resonancia magnética en algún jugador con signos de mareo provocados por este tipo de acción, puede que el examen no arroje datos reveladores.
Pero el peligro está allí. A largo plazo eventualmente aparecen problemas cognitivos o con las respuestas de los actos reflejo. Al igual que pérdida de la memoria. Esto como resultado de lo que se conoce como encefalopatía traumática crónica. Lo que no es más que una degradación neuronal.
Daños cervicales y el fútbol
Como deporte de alto impacto, el fútbol no está exento de este tipo de lesiones. Aunque no es de las más comunes entre sus practicantes. De hecho, no figura entre las posibles consecuencias del cabeceo constante del balón.
Los daños cervicales en el deporte rey suelen aparecer después de choques entre jugadores. Lo mismo que cuando se impacta de frente contra una de las arquerías. De cualquier forma, siempre hay que estar atentos a las molestias en la nuca o en la parte alta de la espalda. Ni en el fútbol, ni en ningún deporte, el dolor es normal.
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