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PiYo: la unión de pilates y yoga que triunfa

Si de una mejor relación entre cuerpo y mente se trata, hay algunas disciplinas que suelen figurar entre las más recomendadas. Normalmente se las aprovecha cada una por su lado, pero también puedes hacer yoga y pilates en un sólo ejercicio si quieres. Es lo que se llama PiYo.

Esto es gracias al desarrollo de una metodología conocida como PiYo, que intenta tomar lo más interesante de esas actividades resumiéndolas en un único sistema de entrenamiento para que no tengas que participar en clases de pilates y yoga por separado.

¿Cómo es una sesión típica de PiYo y qué se necesita para empezar?

Por lo general, este entrenamiento tiene una duración de aproximadamente una hora. En las clases, hay un profesor y de cinco a diez alumnos. Claro que además cabe la posibilidad de adoptarlo en casa siguiendo los vídeos de los profesionales disponibles en YouTube.

Una de sus principales ventajas es que no se necesita casi nada para empezar. Sólo requieres de una esterilla y tu propio peso. Aprovechando esos dos elementos, vas a combinar movimientos del pilates y el yoga con el objetivo de verte y sentirte mejor. Quemarás calorías debido a su elevada intensidad, y reducirás la probabilidad de lesión por el mínimo impacto que supone.

Otro beneficio es que vas a poder regular la exigencia según tu condición física, ajustándolo a tu situación actual y tus intereses. Ganarás fuerza, controlarás tu peso corporal y acelerarás tu metabolismo para mantenerte en el peso ideal sin grandes esfuerzos.

Un core más fuerte, perfecto para estos tiempos

La zona que más se fortalece con el PiYo es la parte central del organismo: los músculos abdominales y los músculos de la espalda. Éstos son clave para el equilibrio y la postura pero muchas veces quedan olvidados dentro de las rutinas básicas de los gimnasios.

Las flexiones y las planchas son imprescindibles en esta forma de entrenamiento, y demuestran que puede aumentarse el ritmo cardíaco sin que sean indispensables las carreras de velocidad ni otras soluciones que suelen asociarse más con lo aeróbico.

En estos tiempos actuales, en los que nos pasamos varias horas al día sentados frente al ordenador o con el teléfono en las manos, un core más fuerte puede prevenir molestias y lesiones en la cadera, la cintura y la espalda. El PiYo además favorece la flexibilidad de los músculos de la parte central del cuerpo, combatiendo los achaques del envejecimiento prematuro en las personas sedentarias.