¿Es peor un par de copas al día o emborracharse una noche?

¿Es peor un par de copas al día o emborracharse una noche? Esta pregunta se la formularon recientemente los médicos Alexander y Christopher van Tulleken. Se trataba de saber si era mejor ir dosificando el consumo de alcohol durante la semana o tomarlo todo de golpe en un día durante el fin de semana. El estudio contó con la colaboración del Royal Free Hospital del Reino Unido y se prolongó durante un par de meses.

La preparación

Para iniciar el estudio fue preciso que ambos ‘limpiasen’ sus organismos, lo que les obligó a estar durante un mes sin probar una gota de alcohol. A continuación realizaron exámenes de sangre y otro tipo de pruebas. Tenían el visto bueno de los médicos, que comprobaron como sus hígados se encontraban sanos y suaves. Comenzaba la segunda parte de la prueba, beber.

Experimento

Uno de los dos hermanos, Chris, se encargó de beber todas las noches 250 mililitros de vino durante el mes. Le costó mucho consumir alcohol a diario, sin pausa. Para él resultaba algo novedoso. Por su parte, Xand tenía que esperar hasta el fin de semana para tomar el alcohol, donde le tocaba ingerir las 21 unidades de alcohol en una sola sentada. En lugar de vino optó por el vodka al considerar que sería más eficiente. En el caso de Xand, unas horas después de irse a dormir los análisis de sangre alcanzaban unos niveles que podrían haberle provocado la muerte por intoxicación etílica, mientras que no recordaba lo que había sucedido la noche anterior. Por su parte Chris, consumía los 250 miligramos de vino, pero notaba como el cuerpo le pedía más y le parecía poco el límite de alcohol. Sentía «frustración» al detenerse en ese punto. Entonces lo que hizo fue repartir la bebida durante el día, pero también notaba como en el trabajo su rendimiento se había visto mermado.

Ansiedad la noche de la borrachera

El médico que se emborrachaba durante una noche del fin de semana tenía seis días de recuperación. La ingesta de alcohol en cantidades tan altas provocaba secuelas durante unos cuantos días, y entre una sesión y otra de mucho consumo, no conseguía recuperarse del todo.

Resultados sorprendentes

Una vez que concluyó el estudio y tras un mes consumiendo alcohol, los resultados fueron bastante sorprendentes. Chris, que había tomado vino a diario, mostraba un hígado tan deteriorado como el de su hermano, que había bebido sólo el fin de semana. Los médicos que controlaron el estudio también llegaron a la conclusión que los límites de alcohol permitido, que suele situarse en un par de copas de vino, dos cervezas o un par de tragos pequeños de bebidas espirituosas, deben cambiarse. Aconsejan que después de una noche con excesos de alcohol se deje al cuerpo descansar durante al menos las siguientes 48 horas. El estudio ha despertado muchas dudas incluso entre los propios médicos que lo encargaron, por eso harán otra investigación con cien voluntarios sobre los efectos de la total abstinencia. Lo que está claro es que el alcohol no resulta bueno para la salud.