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Hipertensión

Palpitaciones, temblores repentinos, nerviosismo… otros de los síntomas de hipertensión

También conocida como presión alta, la hipertensión es un factor de riesgo de enfermedades graves, entre ellas afecciones cardíacas y accidentes cerebrovasculares, por lo que es importante prestar atención a sus avisos. Saber cuáles son los síntomas de hipertensión más comunes abre la puerta a diagnósticos y tratamientos.

La presión arterial se refiere a la tensión de la sangre que bombea el corazón y que circula por nuestras arterias. Desde la aorta, la sangre se distribuye por todo el cuerpo a través de arterias hasta alcanzar cada órgano. Desarrollar hipertensión supone que el corazón tiene que trabajar más para completar su tarea básica.

Estos sin los síntomas de hipertensión

¿Cuáles son las consecuencias de esta patología y cómo medirla?

Los efectos de la hipertensión pueden pasar desapercibidos durante años, más allá de lo que indiquen los estudios. Pero, de forma subyacente, el paciente convive con una mayor probabilidad de ictus, infartos y otros trastornos. Muchas veces, estas personas además padecen enfermedades como la diabetes o la hipercolesterolemia.

Estar pendiente de los valores de presión arterial correctos es indispensable para evitar estos problemas de salud. La tensión se mide con dos cifras, la primera aludiendo a la presión arterial sistólica, que mide la presión en las arterias cuando late el corazón, y la segunda a la presión arterial diastólica, que mide la presión en «reposo».

Según lo señalado por la Asociación Estadounidense del Corazón, los números adecuados serían todos aquellos inferiores a 120/80 mm Hg, que se consideran dentro del margen «normal» o propios de un paciente saludable.

En casos de hipertensión, es usual que la primera cifra se esté entre 120 y 129 y la segunda por debajo de 80. Siempre que las pruebas muestren esos números, se recomienda cuidar la dieta y realizar algún entrenamiento.

¿Cómo saber si te está subiendo la tensión arterial?

El principal inconveniente de la hipertensión, en lo que respecta a la prevención de algunas de sus consecuencias, es que son muy pocos quienes están constantemente atentos a sus mediciones. Y un descuido podría ser fatal.

Por eso es imprescindible hacerse revisiones médicas regularmente y comprobar los síntomas de la presión alta. Los profesionales explican que los episodios de hipertensión tienden a ser acompañados por ciertos indicios. Probablemente quien experimente una escalada de la presión arterial tenga mareos y dolores de cabeza.

Otras afecciones que pueden servir como advertencia son las hemorragias nasales espontáneas, las palpitaciones, temblores repentinos, nerviosismo, angustia y hasta frialdad; todas sensaciones sin una justificación aparente.

En los últimos tiempos, se ha descubierto que una pequeña hemorragia en el ojo estaría provocada por la presión. La hipertensión es capaz de romper vasos sanguíneos minúsculos en el globo ocular, así que cuidado con ello.