La migraña, una enfermedad incapacitante que va más allá de un dolor de cabeza
La migraña es una enfermedad incapacitante que en España padecen más de cuatro millones de personas, y al menos un millón de forma crónica
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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) aproximadamente mil millones de personas en todo el mundo padecen migraña. Una condición neurológica que deteriora la calidad de vida e incluso, en algunos casos, incapacita a los que las sufren. De hecho, aunque está considerada una de las 20 enfermedades más incapacitantes del mundo, a menudo se le resta importancia, lo que provoca problemas en el entorno de los pacientes y hace que no reciban un diagnóstico y un tratamiento apropiado.
La migraña es la sexta patología más prevalente en el mundo y la segunda causa de discapacidad. Es especialmente relevante en mujeres jóvenes y de mediana edad, y en España, según datos de la Sociedad Española de Neurología, la padecen más de cuatro millones de personas, al menos un millón de forma crónica. La migraña es mucho más que un dolor de cabeza y es necesario aumentar la conciencia sobre ella, fomentando la adopción de estrategias efectivas para su diagnóstico y tratamiento, empezando por saber reconocerla.
¿Cómo se diagnostica una migraña?
Las cefaleas se han convertido en uno de los principales motivos de consulta en atención primaria, tal y como explica la Dra. Rebeca Fernández, experta en migraña del Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Luz. «El cambio en los hábitos de vida que vamos adquiriendo, el peso de la genética que arrastramos, o simplemente porque cada vez más valoramos tener una buena calidad de vida, hacen que cada vez más gente acuda a consultas especializadas de neurología por migrañas», asegura.
En este sentido, la doctora incide en que lo más importante a la hora de hacer un diagnóstico es la información recopilada por el especialista: «Debemos saber con exactitud, cuál es el estado real del paciente con migraña, no las pruebas complementarias», explica añadiendo que hay que saber las características del dolor (preguntar hace cuanto tiempo que padecen las migrañas, si hay antecedentes en la familia, si existen factores desencadenantes…).
Asimismo, es necesario saber, añade Fernández, «cómo maneja el paciente tanto la crisis de dolor, es decir la migraña episódica y por qué en este momento han decido consultar, o cual es la valoración al mes que hacen de las mismas».
Tratamiento de la migraña
Los especialistas inciden en que el acceso a un diagnóstico temprano y a tratamientos adecuados son de suma importancia para manejar una migraña de manera efectiva. Para ello existen dos tipos principales de tratamientos: los tratamientos puntuales, que se administran cuando hay dolor. En este punto, la Dra. Fernández, señala que los pacientes «suelen querer anticiparse al dolor» y consumir fármacos que contienen triptanes, «sin conocer realmente el mecanismo de acción de estos y la racionalidad en su uso».
Por su parte, los tratamientos preventivos, pretenden reducir la frecuencia, gravedad y duración de los ataques, y se aplican cuando fallan los tratamientos analgésicos puntuales. Estos tratamientos deben mantenerse durante un periodo de tiempo para poder comprobar su efectividad, teniendo que extenderlo en ocasiones hasta 1 año para poder observar cambios reales.
Hay que señalar que existen nuevas líneas de tratamiento, como los anticuerpos dirigidos frente al péptido relacionado con el gen de la calcitonina, primera categoría terapéutica relevante en la prevención de las migrañas.
Mucho más que una dolencia
La migraña, como decimos, lleva asociada una disminución de la calidad de vida para los pacientes que las padecen, pero también un grado de incomprensión en el entorno familiar y laboral; y, como señala la especialista de Quirónsalud, «una repercusión médico legal que acarrea un gran coste económico». Hablamos de gastos derivados del absentismo laboral, de disminución de la productividad y de uso de recursos sanitarios. Unas consecuencias que pueden llegar a limitar, la vida educativa y el desarrollo profesional, tal y como indican algunos estudios realizados en población europea por determinar absentismo escolar.
«Hay que entender que las migrañas no son una enfermedad que afecta solo a quien la padece sino al núcleo que rodea al paciente tanto personal como laboral», concluye la doctora.